Alimentos que nos hacen más
inteligentes
El consumo de determinados alimentos sirven para mantener en buena
forma aquellas conexiones internas que están relacionadas
con nuestra inteligencia.
La palabra inteligencia aparece definida en el diccionario como
un compendio de habilidades e interrelaciones. La inteligencia tiene
muchas acepciones y formas. Tiene múltiples colores. Existe
la inteligencia que miden los examenes y la que mide la vida, ambas
muy respetables.
Más bien se trata de un espacio interior, una especie de
internet personal que le permite avanzar hacia nuevos resultados
con su interlocutor y le abre una variedad de opciones eficientes.
Tiene que ver con la información vital acumulada de la persona,
pero no está ligada indisolublemente con su nivel cultural.
Pues bien, agregue a todo esto algo que más o menos sabíamos,
pero de lo cual no teníamos total certeza: se pone de moda
una nueva ciencia que se conoce como la neuroalimentación.
¿ Alimentos que nos hacen más inteligentes?.
De cierta manera, es cierto. Se trata del consumo de determinados
alimentos que sirven para mantener en buena forma nuestras conexiones
internas, aquellas que no están relacionadas con nuestro
quehacer inteligente.
Existen estudios que señalan que la pérdida de facultades
mentales en personas mayores no se origina tan solo a consecuencia
del envejecimiento del organismo. El exceso de grasas debido a una
mala dieta durante su vida, determina, en gran cantidad de casos,
la acumulación de residuos en las arterias. Estos residuos
van estrechando, casi tupiendo los conductos lo que reduce el riego
sanguíneo que llega al cerebro. Es por eso que el consumo
de aceites vegetales, lecitina de soya, nueces, el ajo y ciertos
pescados nos ayudan a pensar y mejorar nuestra memoria.
Estos estudios agregan que las vitaminas del tipo B (que se encuentran
en el cerdo, hígado, atún, trucha, pollo, plátano,
melón, huevos, quesos, etc) desempeñan un papel fundamental
en las funciones del cerebro, y que esta deficiencia vitamínica
puede causar pérdida de memoria, ansiedad, confusión
y depresión.
También se cree que un exceso de glucosa puede provocar
una alteración de nuestras facultades mentales ya que entorpece
la absorción de otro tipo de nutrientes, y que los carbohidratos
no sólo influyen en las capacidades cognocitivas sino también
intervienen en nuestros estados anímicos. Por tanto, una
dieta rica en carbohidratos, puede ayudar a reducir nuestra ansiedad.
Cada día la ciencia da un paso más, demostrando que
todo en el universo está relacionado y que nuestros pensamientos
coinciden con nuestros hábitos y viceversa.
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