La Efedra
(Ephedra vulgaris Rich., E. distachya, E. sinica Stapf.)
El origen de la anfetamina
En
China, desde hace más de 7.000 años, se usaba la planta
Ephedra sinica, conocida como Ma Huang, por sus propiedades descongestionantes,
antiasmáticas y estimulantes.
En España existen en abundancia otras especies de Efedra.
Entre ellas, en la zona mediterranea y Aragón se encuentra
la E. major que contiene el doble de efedrina o más que la
efedra china, del 1,9% al 2,5%. Esta especie autóctona es
la más potente del mundo. Aguanta las heladas mejor que las
otras especies.
A partir de la efedrina, se fabrican un sinúmero de derivados,
el más conocido de ellos es la anfetamina ( desoxi-efedrina
). La efedrina es muy semejante a la adrenalina: el estimulante
producido por nuestro propio cuerpo. Su estructura química
y efectos son similares. La efedrína es precursora de las
anfetaminas y en su caso, de la fenilaminopropano. Dicha sustancia
se prescribe en la actualidad, ante todo, como medicamento antiasmático,
como tónico de la circulación periférica, como
antialérgico y como vasoconstrictor nasal en la rinitis.
En todos estos casos no es difícil encontrarla en las farmacias
como inhaladores para los asmáticos o como neubolizantes
nasales. En EEUU se vende de forma normal y totalmente legal en
productos para el deporte como el RIPPED FUEL, de la marca TWINLAB
(también en España) y como componente activo de muchos
estimulantes, afrodisíacos y euforizantes.
La
efedrina permite respirar mejor, retrasa la fatiga y el cansancio,
y elimina el sueño, produciendo una sensación de bienestar.
Por ello es utilizada por deportistas, alpinistas, etc. Señala
Jeff Feliciano su gran eficiencia en entrenamientos culturistas
ya que aumenta la fuerza, energía, resistencia, y es un lipolítico:
promueve la pérdida de grasa mientras conserva la masa muscular.
El empleo de Mahuang es creciente en U.S.A., formando parte esencial
de algunas bebidas energéticas y del Herbal éxtasis,
con finalidad recreativa y para rendir las noches de fin de semana.
Algunos usuarios muestran su satisfacción con la locuacidad
incontinente que les proporciona la Ephedra. La estimulación
es tanto física como mental. Esto puede ser un inconveniente
cuando la utilizan los estudiantes, ya que puede dar ganas de mover
el cuerpo, no así para los danzantes.
En diversos círculos de Holanda y Londres pueden encontrarse
preparados estimulantes compuestos de extractos de Ephedra, y otras
hierbas con cualidades estimulantes, muy apreciadas en la escena
rave y habituales en fiestas de cualquier tribu. Para empalmar noche
tras noche en los fines de semana. La Ephedra está desplazando
al infecto y fraudulento "éxtasis" callejero (según
la revista Lancet en los análisis efectuados en el Reino
Unido no lleva ni pizca de MDMA).
La prudencia es fundamental. La cantidad necesaria varía
ampliamente según la sensibilidad personal, por lo que es
prudente empezar probando poco al principio, menos de la cantidad
media indicada en los textos. Se prepara un cocimiento según
explica LA BIBLIA HERBAL.
En dosis altas es tóxica y provoca irregularidades cardíacas,
por lo que hay que tener precaución cuando se aumente la
cantidad.
De esta familia de plantas estimulantes, gracias a su alto contenido
en efedrina, se encuentran variedades de efedras en prácticamente
todas las regiones templadas y subtropicales. Desde un punto de
vista médico, las más interesantes son las de China
central, Japón y el sur de Siberia. Habitualmente cercen
en terrenos arenosos próximos al mar. Otras ephedras oficinale
inscritas en varias farmacopeas europeas son la E. equisentina Bunge,
E. intermedia Schrenk, E. gerardiana Wall, E. nebrodensis. Todas
estas variedades resultan útiles en la elaboración
de la efedrina.
La Efedra (E. vulgaris) es un arbusto de porte parecido a la Cola
de caballo, de unos 0.5 a 2 metros de altura, con articuladas ramas
de color verde claro. Las hojas son pequeñas, escamosas y
están unidas por su base. Las flores son amarillas o verdes
y se agrupan en amentos. El fruto es un akenio con dos carpelos
y una semilla en su interior, con brácteas carnosas y similar
a una baya roja.
Otra planta de la cual podemos extraer efedrina es del Tejo (Taxus
baccata), la cual crece en algunos lugares de la geografía
española. Esta planta puede tener consecuencias fatales para
el hombre, ya que toda la planta es muy venenosa a excepción
del fruto carnoso que rodea a la semilla, pero pueden aprovecharse
dichas partes carnosas, que si se exprimen, sirven para preparar
un jarabe estimulante, gracias a su contenido en efedrina.
Por su composición química y por sus efectos psicoestimulantes,
casi idénticos a la catina, ambos alcaloides naturales vegetales,
se han alineado junto a las anfetaminas en el grupo de los dinamógenos,
subgrupo acópicos, que vencen el cansancio e inhiben la sensación
de fatiga. Dicha sustancia actúa potentemente como estimulante
del sistema simpático y de las fibras musculares lisas, similares
en su acción a la adrenalina, de donde derivan sus virtudes
medicinales.
Las virtudes medicinales de la efedrina son numerosos. Por vía
interna, los alcaloides ejercen un fuerte efecto dilatador bronquial
y elevan la tensión arterial, lo que convierte a la efedra
en un eficaz remedio en el tratamiento del asma, del efisema pulmonar
y de las crisis de tos espasmódica. Además, recientes
investigaciones apuntan posibles cualidades antiinflamatorias y
antitumorales.
La forma de preparar la planta puede ser mediante infusión
(1 cucharadita por taza, dos veces al día) o bien, en tintura
(5 g, varias veces al día).
Hace poco he podido adquirir en la farmacia clorhidrato de efedrina
bajo el nombre comercial de EFEDRINA LEVEL. Dicho medicamento contiene
50 mg. de cl. de efedrina totalmente pura.
Contraindicaciones y efectos secundarios
Sus efectos secundarios son numerosos, de tipo adrenalítico
e incluyen, entre otros, midriasis (dilatación de las pupilas),
vómitos, dolores de cabeza y abdominales, sudores, taquicardia
e hipertensión. La efedrina tomada en grandes cantidades
produce los mismos efectos degenerativos que la cocaína.
En algunos casos recuerda a la psicósis paranoide anfetamínica.
Ocasionalmente puede producir mareos, dolor de cabeza, temblores,
palidez, y perdida del apetito, propio de los estimulantes del SNC.
Su abuso produce, como todo estimulante, resaca depresiva al suspender
su empleo.
Véase pág. 95 del libro "Plantas medicinales.
El Dioscórides renovado". Pío Font Quer. Editorial
Labor. Disponible en cualquier biblioteca.
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