absolum - espacio de conocimiento para compartir
Arte Salud
Ecología Mística
Ciencia Antropología, historia...
Otros temas

SALUD > FOSFENISMO

Antropología, Historia...
  Arte  
  Ciencia  
  Ecología  
  Salud  
  Mística  
Otros temas

Herejías y herejes de nuestro tiempo


 


Links relacionados:
Fosfenismo (texto original)
La mezcla fosfénica
Fosfenismo.com

 

 

Fosfenismo

Las técnicas fosfénicas aportan elementos que pueden resolver muchos problemas, como han podido verificar todos los estudiantes que han utilizado el método de la Mezcla Fosfénica en Pedagogía. Han logrado tales resultados que los fosfenos forman ahora parte integrante de su vida, pues sus efectos son rápidos, profundos y duraderos.

RELAJARSE SIN DIFICULTAD

El primer efecto del fosfeno se nota sobre el sistema nervioso. De ahí la profunda relajación y descanso que se siente cuando se hacen fosfenos. Los pescadores son un ejemplo que ilustra bien dicha acción favorable de los fosfenos sobre el sistema nervioso. En efecto, cuando están pescando, pueden estar horas enteras mirando al agua, esperando una picada; no es sólo la pesca lo que motiva tanta paciencia. Aseguran ellos mismos, que si "no pican" tampoco importa. Además, personas hipernerviosas o que habitualmente no son capaces de estar quietas, encuentran en esta actividad un relax y una calma especiales. Dicen sentir una paz y una serenidad que no sienten en ninguna otra parte.

Este bienestar se debe al reflejo del sol o del cielo luminoso sobre el agua. La fijación se produce sin que el pescador le preste atención. Observa simplemente las orillas o la corriente del agua; sigue al corcho con sus ojos y lo recoloca regularmente. Es suficiente para fijar un ritmo en su pensamiento. Hay pues, un fosfeno mantenido permanentemente por la fijación en el agua y al mismo tiempo un ritmo regular producido por la corriente de agua. Ritmo y fosfeno se expanden en el conjunto del sistema nervioso y de la masa cerebral. Son las dos condiciones que determinan el desarrollo de las facultades superiores del cerebro y ésto explica que algunos pescadores, y sobre todo los pescadores profesionales, que en el mar tienen constantemente los reflejos del sol o del cielo sobre los ojos, posean capacidades de intuición.

Pero aquí, lo que nos interesa particularmente es el efecto estructurante del fosfeno sobre la personalidad, pues es evidente que si en la vida diaria se siente mayor calma y se está más tranquilo, estaremos mucho mas disponibles para todas las actividades y en consecuencia mucho más eficaces. Además, estas fijaciones desarrollan un gran optimismo. Es, pues, muy interesante dormirse haciendo fosfenos, que pueden obtenerse mirando a una lámpara fosfénica equipada con una bombilla de 75 W (Photocrescenta), colocada a dos o tres metros de distancia, durante unos 30 segundos. Tras ese tiempo, se apaga la lámpara y, en la oscuridad, se observan simplemente los colores, dejándose llevar sin esfuerzo por los pensamientos.

Al cabo de 3 minutos, se mira de nuevo la lámpara y se reemprende la observación. En general, el sueño sobreviene al cabo de poco tiempo, durante la observación de los colores, y se aprovecha especialmente este aporte de energía. Son numerosas las personas que han recuperado el sueño gracias a los fosfenos. Al día siguiente, se sienten más descansadas y se despiertan a veces con una alegría intensa. Por esta razón es bueno hacer algunos fosfenos antes de comenzar el día.

ESTUDIAR MÁS FÁCILMENTE GRACIAS A LOS FOSFENOS

Este efecto estructurante del fosfeno sobre el sistema nervioso es perfecto para numerosas aplicaciones, tanto en el desarrollo de la personalidad como en el plano pedagógico. Los estudiantes, sobre todo, mejorarán con la práctica del Fosfenismo. Estar más descansado, más dispuesto, más dinámico, significa igualmente obtener mejores resultados. Basta integrar los fosfenos en los repasos, los deberes o el estudio. Así mismo, el estudiante puede leer con fosfenos. Para ello, se hace un fosfeno pensando en el tema de la lectura, por ejemplo repitiendo el título de la lección durante el tiempo de fijación (no más de 30 segundos). A continuación, cuando perciba la fase azul del fosfeno, apaga la lámpara fosfénica para comenzar la lectura.

Durante los primeros segundos, el fosfeno molesta pues se superpone a las palabras. Colocando un flexo encima del texto, el fosfeno se esfuma y ya no molesta para leer. La lectura se hace como siempre, pero la asimilación, la comprensión y la memoria aumentan por la presencia del fosfeno.

Muchos niños se percatan de ésto instintivamente y les gusta leer con el texto iluminado por el sol. Cuando se les habla de ello, muchos adultos recuerdan haber estudiado de esta manera y constatan que fué el período en que trabajaban mejor, o cuando sus notas eran mejores y tenían una mayor facilidad para estudiar.

El Doctor LEFEBURE hizo de muy joven la siguiente observación : "Hasta la edad de doce años yo era un mal estudiante y me desmoralizaba. Hasta el punto de que, a los once años, el profesor quiso definitivamente expulsarme del Liceo y sólo la enérgica intervención de mi abuela hizo que continuase. Pues bien, tras las vacaciones de Pascua, a mis doce años, me convertí súbitamente en un buen alumno y de forma tan sorprendente que mis compañeros me llevaron a hombros por el patio. Más tarde, estuve siempre entre los mejores en ciencias. ¿Qué había ocurrido durante esas famosas vacaciones de Pascua? Nos habíamos mudado. Vivía antes en un piso en el que nunca había sol. El nuevo piso estaba maravillosamente soleado y cogí la costumbre de estudiar con luz del sol sobre el libro, aunque algunos pensaban que me iba a dañar los ojos. No ocurrió nada de eso sino que, muy al contrario, a partir de ese momento fui un buen alumno. He ahí, creo, un anticipo de mis investigaciones sobre el fosfenismo."

Es lógico que se entienda mejor un texto y que se recuerde mejor si está fuertemente iluminado. Si es con una lámpara, hay que vigilar que esté dentro de un reflector metálico profundo, para no tener luz directa en los ojos. Si es con el sol, girar el cuerpo hasta que el sol ilumine tan solo el libro. Por el contrario, la luz fluorescente es demasiado pálida; observaremos que se estudia mal con esa iluminación.

"Después estuve siempre entre los mejores en Ciencias y salí de los primeros en Física, Química y Ciencias Naturales en el Curso Preparatorio de Medicina, aunque éramos 400 candidatos y yo era de los más jóvenes (17 años)."

IDEAS MEJOR ESTRUCTURADAS

La lectura bajo fosfenos da en poco tiempo resultados muy interesantes. La mezcla de un pensamiento con el fosfeno permite aumentar la atención y, en consecuencia, la memoria. Por lo tanto el texto se asimila mejor. El fosfeno tiene igualmente efectos sobre la comprensión. Si se disponen dos lámparas (una para hacer fosfenos y otra para iluminar el texto), es igualmente posible hacer un fosfeno antes de releer el texto. Las ideas clave se perciben mejor, así como las relaciones y las ideas bisagra. Se comprende mejor el sentido del texto en su conjunto. El plan del texto se asimila mejor y se encuentran más fácilmente los diversos elementos.


Al cabo de los días, a condición de leer las lecciones todos los días con fosfenos, los estudiantes notan que estudian más rápido y retienen mejor. El boletín de notas recoge el cambio y los profesores se asombran de la mejoría de los resultados.

Los profesores que utilizan el método fosfénico en las recuperaciones escolares nos dicen que los padres son los primeros sorprendidos por los cambios y que "quedan estupefactos" por los evidentes progresos. Como esta madre que estaba desesperada por el retraso de sus hijos : "Hoy puedo decir que he encontrado lo que buscaba. He perdido mucho tiempo antes de encontrar ésto. Mis hijos hacen grandes progresos con la mezcla (mi hija : 2,5 en matemáticas, ahora 17,5 ; similar para las otras materias. Ha seguido dos años de ortofonía para la dislexia, tiempo perdido!").

La Mezcla Fosfénica permite resolver los problemas de dislexia y disortografía, pues son debidos a que se crearon hábitos en los niños que no correspondían a sus ritmos cerebrales. Gracias a los fosfenos, son numerosos los niños y adultos que han podido resolver eficazmente este problema. Muchos adultos tienen estos problemas, incluidos los profesores. El colmo, ¿no?

Al comienzo hay que mantener al niño en el hábito de hacer fosfenos al estudiar las lecciones, pues no comprende bien su importancia. Pero se percata rápidamente de que los fosfenos le ayudan a estudiar mejor. A partir de ahí usará la lámpara y querrá estudiar con fosfenos. Es preciso un período de un mes para asentar este proceso, pero de hecho se pueden notar los efectos de la Mezcla Fosfénica (Mezcla de un Pensamiento con el Fosfeno) en unos días.

LA ALTERNANCIA CEREBRAL

El fosfeno dura 3 minutos, pero no hay necesidad de rehacer un fosfeno cuando desaparece. Es evidente que no vamos a cortar el estudio o la lectura simplemente porque el fosfeno se ha esfumado. La energía del fosfeno se acumula, lo que hace que no dependamos de él para estudiar de manera continua. Sin embargo, cuando se note un bajón de la atención, rehacer un fosfeno permite recuperarla y continuar estudiando sin fatiga. En efecto, el cerebro no funciona de manera continua, sino de forma rítmica, por alternancias. Esto explica que al cabo de un rato cueste seguir leyendo o estudiando. Releemos, continuamos sin entender y no acabamos de fijar la atención. Se trata de una saturación totalmente normal y basta dejar un momento de trabajar, pensar incluso en otra cosa durante unos instantes, por ejemplo hacer un fosfeno para observar los colores en la oscuridad, sin preocuparse de los estudios ; incluso practicando pequeños balanceos de cabeza durante unos minutos, tras hacer un fosfeno, para respetar esta alternancia cerebral. Esto impulsa la atención y facilita la asimilación.


Después, para volver al estudio, hay que volver a formar un fosfeno. Por supuesto, es como se hace habitualmente cuando se estudia varias horas seguidas. Al constatar esas bajadas de atención, mucha gente dice que tienen problemas de concentración, pues no puede trabajar mucho tiempo seguido sobre el mismo tema. Pero de hecho el problema no se plantea de esa manera. En efecto, en la vida diaria, tenemos sin cesar pensamientos en ebullición y pasamos de una reflexión a otra sin darnos cuenta y de manera espontánea. Muchos libros describen un ejercicio para desarrollar la concentración, que consiste en mantener mucho tiempo el mismo pensamiento en mente. Sin embargo, entrenándose así, se da uno cuenta de que es un ejercicio extremadamente difícil de realizar y no se consigue mantener mucho tiempo este único pensamiento. Constantemente se eclipsa de la mente y vuelve a aparecer, o incluso aparecen ideas "parásitas " perturbadoras.

Todo ello no significa más que una cosa y es que conservar mucho tiempo un mismo pensamiento en la mente no es fisiológico. Los experimentadores que se han prestado a esta prueba observan que primeramente les exige un esfuerzo extraordinario y cuando acaban, les cuesta reflexionar de nuevo. La reflexión se paraliza y desde luego eso no favorece la expansión del individuo ni su creatividad! Además, provoca dolores de cabeza importantes. Es igual que el "ejercicio" que consiste en hacer lo que se llama el "vacío mental", haciendo grandes esfuerzos para rechazar los pensamientos que surgen. Esto tampoco es fisiológico y las personas que se entrenan con este tipo de ejercicios, a veces durante muchos años, no hacen sino desarrollar graves problemas nerviosos. Bajo el pretexto de una "búsqueda de la concentración" la práctica de estos ejercicios conduce exactamente a lo contrario de lo que se busca : pérdida del sentido crítico, dependencia y debilitamiento de la personalidad en su conjunto.

Por tanto, cuando decimos a un niño : "Piensa sólo en lo que estás haciendo!", le pedimos que haga lo que un adulto no puede.

Trabajar de manera continua, por tanto, no sirve para nada y contribuye más bien a trastornar los ritmos cerebrales. Por el contrario, vale más hacer sesiones cortas y repetidas a menudo. Así respetamos la alternancia cerebral y nunca hay saturación ni fatiga. El aprendizaje se vuelve eficaz pues el cerebro rinde al máximo de su potencial.

Un canadiense me contaba que no podía mantener mucho tiempo una misma actividad. Si cortaba madera, al cabo de un rato sentía la necesidad de hacer otra cosa. Iba a cortar el césped. Después lo dejaba e iba a dar de comer a los conejos y así sucesivamente. No cesaba de cambiar de actividad. Haciendo ésto, respetaba sus ritmos cerebrales y no sufría ninguna fatiga. Por el contrario, al variar frecuentemente de trabajo se adquiere una energía considerable, pues se sigue espontáneamente la estructura fisiológica, haciendo sesiones cortas y repetidas frecuentemente. Germain goza de un dinamismo y una vitalidad formidables. Tiene una moral de acero y es un optimista increíble. Tiene 40 años y aparenta 30!...

OBSERVE SUS RITMOS CEREBRALES

Compruebe su alternancia cerebral : Este dibujo da la sensación de un cubo. Observe su posición en el espacio durante unos minutos, sin esfuerzos de concentración. ¿Es constante su posición? ¿Percibe usted cada posición del cubo durante igual tiempo?

El cubo de Necker

¿Es regular la alternancia? Si es así, bravo. Los intercambios entre sus dos hemisferios son regulares y su atención es correcta. Si no, usted tiene problemas para fijar la atención en un trabajo y se fatiga rápidamente. Practique ejercicios de balanceo para restablecer su alternancia cerebral y mejorar su trabajo mental.

EL CEREBRO TRABAJA DE MANERA RITMICA

Observando este cubo, descubrimos al cabo de un momento que da la sensación de cambiar espontáneamente de eje, como si se desplazase. Este fenómeno es habitualmente clasificado como una ilusión óptica, pero se trata realmente de un análisis peculiar del cerebro.

La fluctuación del dibujo se debe al trabajo alternativo de los dos hemisferios, lo mismo que nos muestran los fosfenos dobles ( ver "La exploración del cerebro por las oscilaciones de los fosfenos dobles", del Dr. LEFEBURE ). Vemos, pues, al cerebro en pleno trabajo rítmico y si no ha visto cambiar al cubo de posición, o si la alternancia era muy lenta, es que está usted muy fatigado. Repita la observación tras una noche de sueño reparador y percibirá su alternancia cerebral.

No puede haber pedagogía eficaz si no se respeta el funcionamiento real del cerebro.

¿Una escalera?


La alternancia vertical : Esta escalera posee una propiedad particular. Puede verse a la inversa. Esta simetría muestra que el cerebro analiza las formas más allá de lo que creemos ver realmente. Es posible otra percepción : la de un "biombo" visto por arriba, cortando la sala en dos. Con otros dibujos, algunas personas ven incluso desaparecer líneas de forma regular. Todos estos fenómenos muestran el trabajo rítmico de los dos hemisferios cerebrales. La atención, la memoria y la reflexión son función de la regularidad de la alternancia cerebral.

EL SECRETO DEL EXITO : EL RITMO

El ritmo está profundamente asociado a la memoria y los publicistas lo saben bien; pero hay que reconocer que ellos han estudiado los procesos cerebrales, no así los pedagogos, que se aferran a los aspectos psicológicos y no a la fisiología aplicada. La verdadera causa del fracaso escolar generalizado, y los enseñantes están de acuerdo en ésto, es que no existe pedagogía.

Por pedagogía no entiendo el hecho de mover materias, suprimirlas o añadirlas. Eso no cambia nada del problema. Por pedagogía, entiendo un método de organización del trabajo y del estudio que vaya en el sentido del funcionamiento cerebral. Los anuncios son cortos, muy rítmicos y repetidos a menudo, es decir como corresponde exactamente a los ritmos cerebrales, de ahí que los niños conozcan perfectamente los "slogan". Por el contrario, las lecciones se aprenden de forma lineal y las clases se suceden sin ningún nexo entre ellas, lo que no respeta la alternancia cerebral y explica las dificultades que tienen los niños para comprender y retener las lecciones. A priori se podría pensar que el hecho de que las clases consecutivas sean distintas respeta los ritmos cerebrales, pero desgraciadamente no es cierto. En efecto, al cerebro le da horror el pasar de una materia a otra sin que haya lazos entre ellas.

Toda la personalidad evoluciona alrededor de un centro de interés que se establece en la primera infancia. Si no se respeta este polo central que constituye la aspiración y la motivación del individuo, éste se arriesga al fracaso. Pasar de una clase a otra exige cada vez una nueva adaptación, para crear un nexo entre la materia y ésta motivación, lo que no es siempre posible, pues los programas no se prestan a este tipo de adaptación. Por dicha razón, el cerebro dedica más tiempo a readaptarse al modo de pensamiento de cada materia que a comprenderla, memorizarla y asimilarla. De ahí la aparente incompatibilidad entre las materias analíticas (matemáticas, física, química, etc..) y las artísticas (dibujo, música, teatro, creatividad, etc...), estando las primeras ligadas al hemisferio izquierdo y las segundas al derecho. Las técnicas fosfénicas permiten restablecer el equilibrio entre los dos hemisferios y así incrementar las capacidades cerebrales en su conjunto.

Algunas culturas, sin embargo, han conservado la práctica del aprendizaje rítmico, como por ejemplo las escuelas zoroástricas en la India; en las escuelas musulmanas, los niños aprenden poniendo ritmo a los textos y haciendo balanceos laterales. Igual que los judíos Lioubavitch, que aprenden balanceándose con pequeños movimientos verticales y ritmando la lectura en voz alta. Los Lioubavitch son todos eruditos y ejercen profesiones de médicos, arquitectos, abogados, etc... Hubo un tiempo en Francia, sin embargo, en que los niños aprendían el alfabeto y las tablas de multiplicar de manera rítmica y medida. ¿Era quizá el método demasiado eficaz para que el aprendizaje rítmico haya sido abandonado?

Por otro lado, los niños tienen una tendencia natural a dejarse llevar por los balanceos. En efecto, se abandonan a sus propios ritmos cerebrales, lo que les permite desarrollar su sistema nervioso. Podemos observar que los niños que continúan balanceándose son más despiertos que los de la misma edad que no se balancean, tienen mejor memoria y mayor facilidad para aprender.

El ritmo está, pues, ligado a la memoria y a la organización del sistema nervioso. Generalmente los padres impiden a los niños balancearse, con el pretexto de que "eso no se hace". Haciendo eso, bloquean y perturban la evolución cerebral de su hijo. Un adulto me decía que, cuando era niño, su madre le impedía balancearse sujetándole con orejeras, para que no pudiera moverse.

La ignorancia de las leyes fisiológicas es tal que a veces su represión es brutal! Por el contrario, transgrediendo ese "tabú", muchos adultos continúan dejándose llevar por los balanceos, pues notan un gran bienestar. Respetando sus ritmos cerebrales, desarrollan igualmente la intuición y las capacidades "superiores" cuando utilizan los fosfenos. Es porque sienten esos ritmos por lo que muchos niños estudian sus lecciones balanceándose, cantando o incluso caminando de un lado a otro de la habitación. Se dan cuenta de que aprenden más rápido y mejor cuando añaden un ritmo al estudio. Por eso vemos a niños muy pequeños repitiendo incansablemente algunas sílabas y contoneándose.

UN METODO CON PRESENTE Y FUTURO

Este método de "Mezcla Fosfénica" no está sólamente reservado para los niños, bachilleres y estudiantes, pues los adultos que la ponen en práctica encuentran igualmente numerosos alicientes y posibilidades : estimula la memoria, aumenta la confianza en sí mismo y desarrolla la creatividad. He tenido la ocasión de formar a bailarines, pintores y profesores de música y todos han observado un gran desarrollo de la inspiración y de la creatividad.
Más curiosidad
intelectual

Coreógrafos, educadores y profesores de deportes han notado una gran influencia de los fosfenos en la resistencia nerviosa, la resistencia física y la motricidad. Los movimientos y conexiones se efectúan sin esfuerzo y de forma más espontánea. El Fosfenismo no es sólamente un método que permite hacer un trabajo más eficaz : es sobre todo una técnica que verdaderamente logra la expansión de la personalidad. Es por lo que el Dr. LEFEBURE ha distinguido dos campos propios al Fosfenismo : el estudio de las técnicas iniciáticas y el método pedagógico que ha desarrollado en su libro "La Mezcla Fosfénica en Pedagogía", método por el que recibió la Medalla de Plata del Salón de Inventores de Bruselas en 1975.

Aunque parezca que no hay herramientas en el campo escolar y algunos se empeñen en modificar la ortografía antes que poner en práctica un verdadero método pedagógico que vaya en el sentido del funcionamiento cerebral, esas herramientas existen. Son las técnicas iniciáticas. No nos referimos a revolver las ideas y complacerse en una actitud de mimetismo o falsos misticismos. No. Más bien nos referimos al descubrimiento real de sí mismo y del Universo. El Fosfenismo es una de las más eficaces técnicas iniciáticas.

Durante mucho tiempo incomprendidas, las fijaciones de la vista sobre fuentes luminosas, pasaban por ser un simple ritual del que algunas tradiciones y prácticas han acabado por olvidar su sentido e importancia. Sin embargo, no se trata de utopías ni de creencias, que no son más que un mal menor para tranquilizarse. La experiencia iniciática comienza ahora, es decir forma parte de la vida. Enriquece la vida, pues le da "nuevos" medios para comprenderla. No es una mera esperanza sino que tiene un considerable número de consecuencias en la vida diaria. Además se puede verificar por sí mismo si de verdad se quiere. El Dr. LEFEBURE ha puesto los medios. ¡La Mezcla fosfénica en pedagogía es ciertamente el mejor regalo que haya hecho a la Humanidad! A ella le corresponde saber utilizarlo ...

 

 
 
2005-2024   ©opyleft   -   www.absolum.org   -   salvagene[en]yahoo.esSOBRE ESTA WEB