Fosfenismo
Las
técnicas fosfénicas aportan elementos que pueden resolver
muchos problemas, como han podido verificar todos los estudiantes
que han utilizado el método de la Mezcla Fosfénica
en Pedagogía. Han logrado tales resultados que los fosfenos
forman ahora parte integrante de su vida, pues sus efectos son rápidos,
profundos y duraderos.
RELAJARSE SIN DIFICULTAD
El primer efecto del fosfeno se nota sobre el sistema nervioso.
De ahí la profunda relajación y descanso que se siente
cuando se hacen fosfenos. Los pescadores son un ejemplo que ilustra
bien dicha acción favorable de los fosfenos sobre el sistema
nervioso. En efecto, cuando están pescando, pueden estar
horas enteras mirando al agua, esperando una picada; no es sólo
la pesca lo que motiva tanta paciencia. Aseguran ellos mismos, que
si "no pican" tampoco importa. Además, personas
hipernerviosas o que habitualmente no son capaces de estar quietas,
encuentran en esta actividad un relax y una calma especiales. Dicen
sentir una paz y una serenidad que no sienten en ninguna otra parte.
Este bienestar se debe al reflejo del sol o del cielo luminoso
sobre el agua. La fijación se produce sin que el pescador
le preste atención. Observa simplemente las orillas o la
corriente del agua; sigue al corcho con sus ojos y lo recoloca regularmente.
Es suficiente para fijar un ritmo en su pensamiento. Hay pues, un
fosfeno mantenido permanentemente por la fijación en el agua
y al mismo tiempo un ritmo regular producido por la corriente de
agua. Ritmo y fosfeno se expanden en el conjunto del sistema nervioso
y de la masa cerebral. Son las dos condiciones que determinan el
desarrollo de las facultades superiores del cerebro y ésto
explica que algunos pescadores, y sobre todo los pescadores profesionales,
que en el mar tienen constantemente los reflejos del sol o del cielo
sobre los ojos, posean capacidades de intuición.
Pero aquí, lo que nos interesa particularmente es el efecto
estructurante del fosfeno sobre la personalidad, pues es evidente
que si en la vida diaria se siente mayor calma y se está
más tranquilo, estaremos mucho mas disponibles para todas
las actividades y en consecuencia mucho más eficaces. Además,
estas fijaciones desarrollan un gran optimismo. Es, pues, muy interesante
dormirse haciendo fosfenos, que pueden obtenerse mirando a una lámpara
fosfénica equipada con una bombilla de 75 W (Photocrescenta),
colocada a dos o tres metros de distancia, durante unos 30 segundos.
Tras ese tiempo, se apaga la lámpara y, en la oscuridad,
se observan simplemente los colores, dejándose llevar sin
esfuerzo por los pensamientos.
Al cabo de 3 minutos, se mira de nuevo la lámpara y se reemprende
la observación. En general, el sueño sobreviene al
cabo de poco tiempo, durante la observación de los colores,
y se aprovecha especialmente este aporte de energía. Son
numerosas las personas que han recuperado el sueño gracias
a los fosfenos. Al día siguiente, se sienten más descansadas
y se despiertan a veces con una alegría intensa. Por esta
razón es bueno hacer algunos fosfenos antes de comenzar el
día.
ESTUDIAR MÁS FÁCILMENTE GRACIAS A LOS FOSFENOS
Este efecto estructurante del fosfeno sobre el sistema nervioso
es perfecto para numerosas aplicaciones, tanto en el desarrollo
de la personalidad como en el plano pedagógico. Los estudiantes,
sobre todo, mejorarán con la práctica del Fosfenismo.
Estar más descansado, más dispuesto, más dinámico,
significa igualmente obtener mejores resultados. Basta integrar
los fosfenos en los repasos, los deberes o el estudio. Así
mismo, el estudiante puede leer con fosfenos. Para ello, se hace
un fosfeno pensando en el tema de la lectura, por ejemplo repitiendo
el título de la lección durante el tiempo de fijación
(no más de 30 segundos). A continuación, cuando perciba
la fase azul del fosfeno, apaga la lámpara fosfénica
para comenzar la lectura.
Durante los primeros segundos, el fosfeno molesta pues se superpone
a las palabras. Colocando un flexo encima del texto, el fosfeno
se esfuma y ya no molesta para leer. La lectura se hace como siempre,
pero la asimilación, la comprensión y la memoria aumentan
por la presencia del fosfeno.
Muchos niños se percatan de ésto instintivamente
y les gusta leer con el texto iluminado por el sol. Cuando se les
habla de ello, muchos adultos recuerdan haber estudiado de esta
manera y constatan que fué el período en que trabajaban
mejor, o cuando sus notas eran mejores y tenían una mayor
facilidad para estudiar.
El Doctor LEFEBURE hizo de muy joven la siguiente observación
: "Hasta la edad de doce años yo era un mal estudiante
y me desmoralizaba. Hasta el punto de que, a los once años,
el profesor quiso definitivamente expulsarme del Liceo y sólo
la enérgica intervención de mi abuela hizo que continuase.
Pues bien, tras las vacaciones de Pascua, a mis doce años,
me convertí súbitamente en un buen alumno y de forma
tan sorprendente que mis compañeros me llevaron a hombros
por el patio. Más tarde, estuve siempre entre los mejores
en ciencias. ¿Qué había ocurrido durante esas
famosas vacaciones de Pascua? Nos habíamos mudado. Vivía
antes en un piso en el que nunca había sol. El nuevo piso
estaba maravillosamente soleado y cogí la costumbre de estudiar
con luz del sol sobre el libro, aunque algunos pensaban que me iba
a dañar los ojos. No ocurrió nada de eso sino que,
muy al contrario, a partir de ese momento fui un buen alumno. He
ahí, creo, un anticipo de mis investigaciones sobre el fosfenismo."
Es lógico que se entienda mejor un texto y que se recuerde
mejor si está fuertemente iluminado. Si es con una lámpara,
hay que vigilar que esté dentro de un reflector metálico
profundo, para no tener luz directa en los ojos. Si es con el sol,
girar el cuerpo hasta que el sol ilumine tan solo el libro. Por
el contrario, la luz fluorescente es demasiado pálida; observaremos
que se estudia mal con esa iluminación.
"Después estuve siempre entre los mejores en Ciencias
y salí de los primeros en Física, Química y
Ciencias Naturales en el Curso Preparatorio de Medicina, aunque
éramos 400 candidatos y yo era de los más jóvenes
(17 años)."
IDEAS MEJOR ESTRUCTURADAS
La lectura bajo fosfenos da en poco tiempo resultados muy interesantes.
La mezcla de un pensamiento con el fosfeno permite aumentar la atención
y, en consecuencia, la memoria. Por lo tanto el texto se asimila
mejor. El fosfeno tiene igualmente efectos sobre la comprensión.
Si se disponen dos lámparas (una para hacer fosfenos y otra
para iluminar el texto), es igualmente posible hacer un fosfeno
antes de releer el texto. Las ideas clave se perciben mejor, así
como las relaciones y las ideas bisagra. Se comprende mejor el sentido
del texto en su conjunto. El plan del texto se asimila mejor y se
encuentran más fácilmente los diversos elementos.
Al cabo de los días, a condición de leer las lecciones
todos los días con fosfenos, los estudiantes notan que estudian
más rápido y retienen mejor. El boletín de
notas recoge el cambio y los profesores se asombran de la mejoría
de los resultados.
Los profesores que utilizan el método fosfénico en
las recuperaciones escolares nos dicen que los padres son los primeros
sorprendidos por los cambios y que "quedan estupefactos"
por los evidentes progresos. Como esta madre que estaba desesperada
por el retraso de sus hijos : "Hoy puedo decir que he encontrado
lo que buscaba. He perdido mucho tiempo antes de encontrar ésto.
Mis hijos hacen grandes progresos con la mezcla (mi hija : 2,5 en
matemáticas, ahora 17,5 ; similar para las otras materias.
Ha seguido dos años de ortofonía para la dislexia,
tiempo perdido!").
La Mezcla Fosfénica permite resolver los problemas de dislexia
y disortografía, pues son debidos a que se crearon hábitos
en los niños que no correspondían a sus ritmos cerebrales.
Gracias a los fosfenos, son numerosos los niños y adultos
que han podido resolver eficazmente este problema. Muchos adultos
tienen estos problemas, incluidos los profesores. El colmo, ¿no?
Al comienzo hay que mantener al niño en el hábito
de hacer fosfenos al estudiar las lecciones, pues no comprende bien
su importancia. Pero se percata rápidamente de que los fosfenos
le ayudan a estudiar mejor. A partir de ahí usará
la lámpara y querrá estudiar con fosfenos. Es preciso
un período de un mes para asentar este proceso, pero de hecho
se pueden notar los efectos de la Mezcla Fosfénica (Mezcla
de un Pensamiento con el Fosfeno) en unos días.
LA ALTERNANCIA CEREBRAL
El fosfeno dura 3 minutos, pero no hay necesidad de rehacer un fosfeno
cuando desaparece. Es evidente que no vamos a cortar el estudio
o la lectura simplemente porque el fosfeno se ha esfumado. La energía
del fosfeno se acumula, lo que hace que no dependamos de él
para estudiar de manera continua. Sin embargo, cuando se note un
bajón de la atención, rehacer un fosfeno permite recuperarla
y continuar estudiando sin fatiga. En efecto, el cerebro no funciona
de manera continua, sino de forma rítmica, por alternancias.
Esto explica que al cabo de un rato cueste seguir leyendo o estudiando.
Releemos, continuamos sin entender y no acabamos de fijar la atención.
Se trata de una saturación totalmente normal y basta dejar
un momento de trabajar, pensar incluso en otra cosa durante unos
instantes, por ejemplo hacer un fosfeno para observar los colores
en la oscuridad, sin preocuparse de los estudios ; incluso practicando
pequeños balanceos de cabeza durante unos minutos, tras hacer
un fosfeno, para respetar esta alternancia cerebral. Esto impulsa
la atención y facilita la asimilación.
Después, para volver al estudio, hay que volver a formar
un fosfeno. Por supuesto, es como se hace habitualmente cuando se
estudia varias horas seguidas. Al constatar esas bajadas de atención,
mucha gente dice que tienen problemas de concentración, pues
no puede trabajar mucho tiempo seguido sobre el mismo tema. Pero
de hecho el problema no se plantea de esa manera. En efecto, en
la vida diaria, tenemos sin cesar pensamientos en ebullición
y pasamos de una reflexión a otra sin darnos cuenta y de
manera espontánea. Muchos libros describen un ejercicio para
desarrollar la concentración, que consiste en mantener mucho
tiempo el mismo pensamiento en mente. Sin embargo, entrenándose
así, se da uno cuenta de que es un ejercicio extremadamente
difícil de realizar y no se consigue mantener mucho tiempo
este único pensamiento. Constantemente se eclipsa de la mente
y vuelve a aparecer, o incluso aparecen ideas "parásitas
" perturbadoras.
Todo ello no significa más que una cosa y es que conservar
mucho tiempo un mismo pensamiento en la mente no es fisiológico.
Los experimentadores que se han prestado a esta prueba observan
que primeramente les exige un esfuerzo extraordinario y cuando acaban,
les cuesta reflexionar de nuevo. La reflexión se paraliza
y desde luego eso no favorece la expansión del individuo
ni su creatividad! Además, provoca dolores de cabeza importantes.
Es igual que el "ejercicio" que consiste en hacer lo que
se llama el "vacío mental", haciendo grandes esfuerzos
para rechazar los pensamientos que surgen. Esto tampoco es fisiológico
y las personas que se entrenan con este tipo de ejercicios, a veces
durante muchos años, no hacen sino desarrollar graves problemas
nerviosos. Bajo el pretexto de una "búsqueda de la concentración"
la práctica de estos ejercicios conduce exactamente a lo
contrario de lo que se busca : pérdida del sentido crítico,
dependencia y debilitamiento de la personalidad en su conjunto.
Por tanto, cuando decimos a un niño : "Piensa sólo
en lo que estás haciendo!", le pedimos que haga lo que
un adulto no puede.
Trabajar de manera continua, por tanto, no sirve para nada y contribuye
más bien a trastornar los ritmos cerebrales. Por el contrario,
vale más hacer sesiones cortas y repetidas a menudo. Así
respetamos la alternancia cerebral y nunca hay saturación
ni fatiga. El aprendizaje se vuelve eficaz pues el cerebro rinde
al máximo de su potencial.
Un canadiense me contaba que no podía mantener mucho tiempo
una misma actividad. Si cortaba madera, al cabo de un rato sentía
la necesidad de hacer otra cosa. Iba a cortar el césped.
Después lo dejaba e iba a dar de comer a los conejos y así
sucesivamente. No cesaba de cambiar de actividad. Haciendo ésto,
respetaba sus ritmos cerebrales y no sufría ninguna fatiga.
Por el contrario, al variar frecuentemente de trabajo se adquiere
una energía considerable, pues se sigue espontáneamente
la estructura fisiológica, haciendo sesiones cortas y repetidas
frecuentemente. Germain goza de un dinamismo y una vitalidad formidables.
Tiene una moral de acero y es un optimista increíble. Tiene
40 años y aparenta 30!...
OBSERVE SUS RITMOS CEREBRALES
Compruebe su alternancia cerebral : Este dibujo da la sensación
de un cubo. Observe su posición en el espacio durante unos
minutos, sin esfuerzos de concentración. ¿Es constante
su posición? ¿Percibe usted cada posición del
cubo durante igual tiempo?
El cubo de Necker
¿Es regular la alternancia? Si es así, bravo. Los
intercambios entre sus dos hemisferios son regulares y su atención
es correcta. Si no, usted tiene problemas para fijar la atención
en un trabajo y se fatiga rápidamente. Practique ejercicios
de balanceo para restablecer su alternancia cerebral y mejorar su
trabajo mental.
EL CEREBRO TRABAJA DE MANERA RITMICA
Observando este cubo, descubrimos al cabo de un momento que da
la sensación de cambiar espontáneamente de eje, como
si se desplazase. Este fenómeno es habitualmente clasificado
como una ilusión óptica, pero se trata realmente de
un análisis peculiar del cerebro.
La fluctuación del dibujo se debe al trabajo alternativo
de los dos hemisferios, lo mismo que nos muestran los fosfenos dobles
( ver "La exploración del cerebro por las oscilaciones
de los fosfenos dobles", del Dr. LEFEBURE ). Vemos, pues, al
cerebro en pleno trabajo rítmico y si no ha visto cambiar
al cubo de posición, o si la alternancia era muy lenta, es
que está usted muy fatigado. Repita la observación
tras una noche de sueño reparador y percibirá su alternancia
cerebral.
No puede haber pedagogía eficaz si no se respeta el funcionamiento
real del cerebro.
¿Una escalera?
La alternancia vertical : Esta escalera posee una propiedad particular.
Puede verse a la inversa. Esta simetría muestra que el cerebro
analiza las formas más allá de lo que creemos ver
realmente. Es posible otra percepción : la de un "biombo"
visto por arriba, cortando la sala en dos. Con otros dibujos, algunas
personas ven incluso desaparecer líneas de forma regular.
Todos estos fenómenos muestran el trabajo rítmico
de los dos hemisferios cerebrales. La atención, la memoria
y la reflexión son función de la regularidad de la
alternancia cerebral.
EL SECRETO DEL EXITO : EL RITMO
El ritmo está profundamente asociado a la memoria y los
publicistas lo saben bien; pero hay que reconocer que ellos han
estudiado los procesos cerebrales, no así los pedagogos,
que se aferran a los aspectos psicológicos y no a la fisiología
aplicada. La verdadera causa del fracaso escolar generalizado, y
los enseñantes están de acuerdo en ésto, es
que no existe pedagogía.
Por pedagogía no entiendo el hecho de mover materias, suprimirlas
o añadirlas. Eso no cambia nada del problema. Por pedagogía,
entiendo un método de organización del trabajo y del
estudio que vaya en el sentido del funcionamiento cerebral. Los
anuncios son cortos, muy rítmicos y repetidos a menudo, es
decir como corresponde exactamente a los ritmos cerebrales, de ahí
que los niños conozcan perfectamente los "slogan".
Por el contrario, las lecciones se aprenden de forma lineal y las
clases se suceden sin ningún nexo entre ellas, lo que no
respeta la alternancia cerebral y explica las dificultades que tienen
los niños para comprender y retener las lecciones. A priori
se podría pensar que el hecho de que las clases consecutivas
sean distintas respeta los ritmos cerebrales, pero desgraciadamente
no es cierto. En efecto, al cerebro le da horror el pasar de una
materia a otra sin que haya lazos entre ellas.
Toda la personalidad evoluciona alrededor de un centro de interés
que se establece en la primera infancia. Si no se respeta este polo
central que constituye la aspiración y la motivación
del individuo, éste se arriesga al fracaso. Pasar de una
clase a otra exige cada vez una nueva adaptación, para crear
un nexo entre la materia y ésta motivación, lo que
no es siempre posible, pues los programas no se prestan a este tipo
de adaptación. Por dicha razón, el cerebro dedica
más tiempo a readaptarse al modo de pensamiento de cada materia
que a comprenderla, memorizarla y asimilarla. De ahí la aparente
incompatibilidad entre las materias analíticas (matemáticas,
física, química, etc..) y las artísticas (dibujo,
música, teatro, creatividad, etc...), estando las primeras
ligadas al hemisferio izquierdo y las segundas al derecho. Las técnicas
fosfénicas permiten restablecer el equilibrio entre los dos
hemisferios y así incrementar las capacidades cerebrales
en su conjunto.
Algunas culturas, sin embargo, han conservado la práctica
del aprendizaje rítmico, como por ejemplo las escuelas zoroástricas
en la India; en las escuelas musulmanas, los niños aprenden
poniendo ritmo a los textos y haciendo balanceos laterales. Igual
que los judíos Lioubavitch, que aprenden balanceándose
con pequeños movimientos verticales y ritmando la lectura
en voz alta. Los Lioubavitch son todos eruditos y ejercen profesiones
de médicos, arquitectos, abogados, etc... Hubo un tiempo
en Francia, sin embargo, en que los niños aprendían
el alfabeto y las tablas de multiplicar de manera rítmica
y medida. ¿Era quizá el método demasiado eficaz
para que el aprendizaje rítmico haya sido abandonado?
Por otro lado, los niños tienen una tendencia natural a
dejarse llevar por los balanceos. En efecto, se abandonan a sus
propios ritmos cerebrales, lo que les permite desarrollar su sistema
nervioso. Podemos observar que los niños que continúan
balanceándose son más despiertos que los de la misma
edad que no se balancean, tienen mejor memoria y mayor facilidad
para aprender.
El ritmo está, pues, ligado a la memoria y a la organización
del sistema nervioso. Generalmente los padres impiden a los niños
balancearse, con el pretexto de que "eso no se hace".
Haciendo eso, bloquean y perturban la evolución cerebral
de su hijo. Un adulto me decía que, cuando era niño,
su madre le impedía balancearse sujetándole con orejeras,
para que no pudiera moverse.
La ignorancia de las leyes fisiológicas es tal que a veces
su represión es brutal! Por el contrario, transgrediendo
ese "tabú", muchos adultos continúan dejándose
llevar por los balanceos, pues notan un gran bienestar. Respetando
sus ritmos cerebrales, desarrollan igualmente la intuición
y las capacidades "superiores" cuando utilizan los fosfenos.
Es porque sienten esos ritmos por lo que muchos niños estudian
sus lecciones balanceándose, cantando o incluso caminando
de un lado a otro de la habitación. Se dan cuenta de que
aprenden más rápido y mejor cuando añaden un
ritmo al estudio. Por eso vemos a niños muy pequeños
repitiendo incansablemente algunas sílabas y contoneándose.
UN METODO CON PRESENTE Y FUTURO
Este método de "Mezcla Fosfénica" no está
sólamente reservado para los niños, bachilleres y
estudiantes, pues los adultos que la ponen en práctica encuentran
igualmente numerosos alicientes y posibilidades : estimula la memoria,
aumenta la confianza en sí mismo y desarrolla la creatividad.
He tenido la ocasión de formar a bailarines, pintores y profesores
de música y todos han observado un gran desarrollo de la
inspiración y de la creatividad.
Más curiosidad
intelectual
Coreógrafos, educadores y profesores de deportes han notado
una gran influencia de los fosfenos en la resistencia nerviosa,
la resistencia física y la motricidad. Los movimientos y
conexiones se efectúan sin esfuerzo y de forma más
espontánea. El Fosfenismo no es sólamente un método
que permite hacer un trabajo más eficaz : es sobre todo una
técnica que verdaderamente logra la expansión de la
personalidad. Es por lo que el Dr. LEFEBURE ha distinguido dos campos
propios al Fosfenismo : el estudio de las técnicas iniciáticas
y el método pedagógico que ha desarrollado en su libro
"La Mezcla Fosfénica en Pedagogía", método
por el que recibió la Medalla de Plata del Salón de
Inventores de Bruselas en 1975.
Aunque parezca que no hay herramientas en el campo escolar y algunos
se empeñen en modificar la ortografía antes que poner
en práctica un verdadero método pedagógico
que vaya en el sentido del funcionamiento cerebral, esas herramientas
existen. Son las técnicas iniciáticas. No nos referimos
a revolver las ideas y complacerse en una actitud de mimetismo o
falsos misticismos. No. Más bien nos referimos al descubrimiento
real de sí mismo y del Universo. El Fosfenismo es una de
las más eficaces técnicas iniciáticas.
Durante mucho tiempo incomprendidas, las fijaciones de la vista
sobre fuentes luminosas, pasaban por ser un simple ritual del que
algunas tradiciones y prácticas han acabado por olvidar su
sentido e importancia. Sin embargo, no se trata de utopías
ni de creencias, que no son más que un mal menor para tranquilizarse.
La experiencia iniciática comienza ahora, es decir forma
parte de la vida. Enriquece la vida, pues le da "nuevos"
medios para comprenderla. No es una mera esperanza sino que tiene
un considerable número de consecuencias en la vida diaria.
Además se puede verificar por sí mismo si de verdad
se quiere. El Dr. LEFEBURE ha puesto los medios. ¡La Mezcla
fosfénica en pedagogía es ciertamente el mejor regalo
que haya hecho a la Humanidad! A ella le corresponde saber utilizarlo
...
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