La terapia Gestalt y
lo subliminal
Fue creada por Frederick S. Perls y su esposa Laura
en 1940. Perls era psicoanalista, pero ciertas discrepancias con
los métodos y teorías freudianos lo llevaron a crear
su propia línea terapéutica. Las fuentes de su método
pueden encontrarse en Karen Horney y Wilhelm Reich, el existencialismo
(Martin Buber y Paul Tillich) y la fenomenología (Edmund
Hüsserl), de donde tomó las ideas de "libertad"
y "responsabilidad", la de la inmediatez de la experiencia
y la del papel del individuo en la búsqueda del significado
de su vida.
Aplicó los principios de la Psicología gestáltica
al postular que las personas emocionalmente saludables organizan
su campo de experiencia en necesidades bien definidas que les sirven
de referencia a la hora de organizar su conducta. Las personalidades
neuróticas interfieren con la conformación de la gestalt
apropiada y no llega a adecuarlas con sus necesidades.
La terapia Gestalt pretende resolver los conflictos y ambigüedades
que provienen de la dificultad para integrar las configuraciones
de la personalidad. Su papel es lograr que el cliente se haga consciente
de sus sensaciones significativas hacia sí mismo y hacia
su entorno, de suerte que pueda responder plena y razonablemente
a cualquier situación. La clave es enfocarse en el "aquí
y ahora", no en las experiencias del pasado, y una vez situados
en el "aquí y ahora" puede enfrentar conflictos
pasados o asuntos inconclusos –las llamadas gestalten inconclusas-.
El cliente es estimulado a discutir sus recuerdos y preocupaciones
en tiempo presente, dramatizando conflictos, por ejemplo. A través
de éste método el cliente se familiariza con su problema,
saca afuera aspectos reprimidos de su personalidad y adopta la posición
de un tercer individuo, para analizar con más objetividad
el problema.
Al igual que en otras terapias humanistas, la terapia Gestalt asume
la tendencia innata a la salud, la integridad y la plena realización
de las potencialidades latentes.
Perls desarrolló la mayor parte de las técnicas de
terapia Gestalt en los EE.UU. durante los años sesenta, estableciendo
institutos Gestalt en muchas partes del país. Gran cantidad
de técnicas psicoterapéuticas han incorporado principios
de la terapia Gestalt, la cual mantiene hoy en día plena
vigencia en todos los países desarrollados.
La Gestalt inconsciente: percepción subliminal.
Los procesos de organización de los estímulos primarios
en formas no funcionan sólo al nivel de lo que nuestra atención
enfoca. Los conceptos de figura y fondo, en situaciones reales,
no son tan simples como en un diagrama didáctico. A una de
las figuras se le presta la mayor atención y es percibida
de forma consciente. Pero aún el fondo se compone de un número
indefinido de figuras secundarias, de la cuales no estamos conscientemente
al tanto, pero que penetran en nuestro sistema a través de
los llamados "canales colaterales". A estos estímulos
se les denomina subliminales.
Los mensajes subliminales (sub-liminal: por debajo del umbral)
son aquellos que penetran en nuestro cerebro sin que nos percatemos
conscientemente de que ésto sucede.
Ya en el siglo IV A.C. el filósofo griego Demócrito
afirmaba que "hay muchas más cosas perceptibles de las
que nosotros podemos percibir conscientemente". Platón,
Aristóteles y Leibniz reconocieron cosas por el estilo, o
sea, que es un error creer que sólo existe percepción
de aquello de lo que se es consciente.
El primer experimento que demostró que un mensaje emitido
a espaldas de la conciencia podía, y de hecho tenía
efectos mesurables en la conducta fue realizado por James Vicary
en 1956 en Fort Lee, un barrio de New York. En un cine se proyectaba
la película Picnic. Con la ayuda de un proyector estroboscópico
Vicary "bombardeó" la pantalla con una diapositiva
que decía: "Beba Coca-Cola - ¿Tiene hambre? -
Coma palomitas de maíz&". En ese cine, durante a
semana, se registró un aumento de las ventas de Coca-Cola
en un 18.1%, y de palomitas en un 57.5%.
Al leer un periódico o página Web prestamos poca
atención a los anuncios publicitarios, apenas unos milisegundos
y de refilón. Pero eso basta para lograr el efecto deseado:
el mensaje entra en nuestro sistema informacional.
Los psicólogos Wolitzky y Klein (1966) mostraron una figura
encubierta -un pato- formada por los contornos de la figura perceptual
dominante -una rama de árbol-. La figura oculta influyó
poderosamente en las imágenes posteriores presentadas a los
sujetos, aunque al describir el estímulo no mostraron evidencia
de percatarse conscientemente de la misma, incluso tras varias exposiciones.
Las figuras disimuladas o emborronadas presentadas por debajo del
umbral de consciencia implican que el proceso gestáltico
de organización afecta la entrada de información sensorial
en un punto más allá del que esta información
tiene acceso a los trazos de los sistemas de memoria (inatención
selectiva).
Los creadores de anuncios publicitarios conocen esto y lo aplican
en sus anuncios. Camuflan estímulos por diversas partes del
anuncio sabiendo que se harán efectivos en sueños
(efecto Poetzl) o en cualquier momento posterior.
Otro fenómeno que provoca estímulos subliminales
es la "defensa perceptual" (el estímulo supraliminal
actúa como subliminal). Se plantea que todo lo que agrede
a la conciencia y al sistema ético con implicaciones emocionales
negativas, es ignorado por la mente. El ser humano tiene la capacidad
de bloquear información cuando ésta se opone a sus
valores conscientes. Dicha información, no obstante, evoca
sentimientos o deseos y llama la atención sobre cosas de
las que la conciencia no tiene noticia. (Ej: estímulos homosexuales
en anuncios de cigarrillos o bebidas).
Si desea ampliar la información sobre el tema le recomiendo
la lectura de una de las obras más completas llamada Seducción
Subliminal del Dr. William Key (Javier Vergara Editor, 1991) o Estimulación
Subliminal de Lucía Sutil (Javier Vergara Editor, 1995).
El subliminal en la música
Durante los dulces 60's muchas bandas de rock emplearon el principio
de ocultar información simbólica o verbal en sus canciones
para actuar sobre el inconsciente de la masa de fans estimulando
energías reprimidas con el fin último de incrementar
las ventas de sus discos.
Una de las estrategias empleadas con este fin es el montaje de
frases grabadas a la inversa sobre la pista de la canción.
Tales frases se oyen como ruidos de fondo o sonidos distorsionados
cuando la canción se reproduce en su sentido normal, y pueden
entenderse cuando se reproduce la cinta al revés, pero el
sistema perceptual humano es capaz de captar el mensaje aún
en la reproducción ordinaria de la pieza. Una de las bandas
que más empleó este truco fue The Beatles, como por
ejemplo la canción Revolution Nr. 9 de su Disco Blanco, la
pieza Fire of Light de la Electric Light Orchesta, la famosa Stairway
to Heaven de Led Zeppelin, y Hotel California de The Eagles. Otra
estrategia es el doble sentido en las letras, ilustrado con la antológica
Hey, Jude de MacCartney, donde en una canción de amor se
incita a la gente a consumir heroína; y Bridge over troubled
water de Simon & Garfunkel, referida al mismo tema.
Una rica fuente de información sobre el subliminal en la
música es el texto Media Sexplotation del Dr. William Key
(1979).
El subliminal en la pintura y el cine
En los cuadros se pueden incluir mensajes emborronados o enmascarados,
ya sea imágenes que evoquen estados de terror, lujuria, dependencia,
o frases textuales, las cuales pierden universalidad por el idioma.
Aunque hay autores que discrepan sobre este punto, o sea, que subliminalmente
puede ser efectivo un mensaje en una lengua extranjera, pero sobre
eso no abundaré. Velázquez y Goya manejaron magistralmente
esas prácticas, así como Klee, Ernst, Dalí
y Picasso.
En el cine se usa la técnica de imágenes estroboscópicas
o fotogramas insertados en la secuencia del filme, que trabajan
sobre los impulsos primarios provocando sensaciones como las mencionadas
en párrafos anteriores. Quizá una de las obras que
más directamente toca el tema es La Agencia de George Kaczender,
cuyo protagonista se descubre viviendo en un mundo donde las masas
son manipuladas mediante mensajes subliminales por doquier. Otros
filmes que no se refieren al subliminal pero que usan o abusan de
esta práctica son La Guerra de las Galaxias de George Lucas,
Fantasía de Walt Disney y La Profecía de Graham Bake.
Otros han insertado mensajes publicitarios subliminales de sus patrocinadores,
como la propaganda de Smarties en E.T. de Spielberg, o la de Nike
en Terminator.
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