Morfina, nicotina y cocaína: la familia química de la cafeína

por Dr. Jack Kruse

¿Por qué su consumo está en auge? ¿Podría estar disminuyendo la capacidad mundial para producir dopamina en un mundo con luz azul, radiofrecuencia y microondas? Un mitocondríaco lo entiende, pero ¿tú lo entiendes? ¿Entiendes por qué la crisis de opiáceos es enorme o por qué un hombre de la Costa Oeste puede convencer a muchos humanos de beber mucho café y añadirle aceite MCT o mantequilla? ¿Podría ser esto una señal de un entorno lumínico deficiente? Las sustancias químicas a las que pertenece la cafeína se conocen como alcaloides, las sustancias más adictivas conocidas por el hombre. Esto está relacionado con la alteración de la señalización de POMC debido a la alteración de la señalización de betaendorfinas por la falta de luz solar.

En diversos momentos de la historia, el consumo diario de morfina (opio) y nicotina (tabaco) fue socialmente aceptado. Sin embargo, esta tendencia se revirtió cuando surgieron los terribles efectos secundarios de su consumo crónico en el siglo XX. El siglo XX trajo consigo la industrialización y trajo a hombres del exterior al interior para trabajar en fábricas y fabricar productos. ¿Podría ser que la migración, que impidió que la humanidad viera el sol, se haya agravado aún más porque la tecnología y la red eléctrica absorbieron más dopamina de la humanidad, y luego recurrimos a otras biomoléculas con anillos hexagonales que absorben la luz para reemplazar la dopamina perdida? Creo que ya saben la respuesta. La cafeína no es menos adictiva para muchas personas, y sus efectos a largo plazo sobre la salud son cada vez más evidentes a medida que aumenta el consumo diario promedio. No es la panacea para una baja tasa de heteroplasmia.

Las afecciones clave que la cafeína agrava significativamente, según mi experiencia clínica, son el estrés de todo tipo, los dolores musculares, la mayoría de las molestias digestivas, el metabolismo hepático, la hipertensión arterial, el síndrome premenstrual, el insomnio, la fatiga, la pérdida y el aumento de peso, la artritis, los desequilibrios de azúcar en sangre, las afecciones cutáneas y muchos trastornos del estado de ánimo. Los alcaloides se encuentran principalmente en las plantas y son especialmente comunes en ciertas familias de plantas con flores. Las flores tienen cargas eléctricas netas negativas que atraen a las abejas para la polinización. Las abejas y la mayoría de los insectos tienen carga eléctrica positiva en la naturaleza. Las flores crecen gracias a la luz solar y la fotosíntesis, y normalmente tienen un campo eléctrico de -30 V. La función de los alcaloides en las plantas es poco conocida. Aun así, intuyo que está relacionada con la capacidad de las flores para alterar sus cargas por diversas razones biológicas relacionadas con la forma en que perciben su entorno. En algunas plantas, la concentración de alcaloides aumenta justo antes de la formación de las semillas y luego disminuye cuando estas maduran, lo que sugiere que los alcaloides podrían influir en este proceso. La producción y la germinación de las semillas están estrechamente ligadas a los ciclos solares. Los alcaloides también pueden proteger a algunas plantas de la destrucción por ciertas especies de insectos. Esto sugiere que pueden afectar la carga en las flores para atraer o defenderse de los insectos y pueden interactuar en el proceso fisicoquímico de generación de la corriente eléctrica continua en las plantas. Esto puede explicar cómo afectan la función neurológica humana al alterar las cargas asociadas con la corriente eléctrica continua en el hombre. Es bien sabido que la morfina tiene efectos importantes en la cicatrización de heridas cuando se usa crónicamente. Generalmente, un alcaloide contiene al menos un átomo de nitrógeno en una estructura de tipo amina, es decir, uno derivado del amoníaco al reemplazar átomos de hidrógeno con grupos hidrógeno-carbono llamados hidrocarburos. Este u otro átomo de nitrógeno puede ser activo como base en reacciones ácido-base. El pH tiene efectos masivos en el tamaño de la EZ en el agua en las células. Es probable que esta sea la forma en que estas drogas afectan el sistema nervioso y actúan como sustitutos químicos de la falta de dopamina. Esta es también la razón por la que muchos alcaloides poseen propiedades anestésicas locales (cocaína).

Los anestésicos locales funcionan reduciendo el pH del entorno que rodea los nervios para interrumpir los potenciales de acción. Sin embargo, sus estructuras moleculares no son tan precisas en sus acciones como la dopamina, y obtenemos resultados variables de ellos debido a estos cambios químicos. La dopamina es una amina. Las aminas que se aíslan de las plantas se conocen como alcaloides. Es por eso que estos fármacos son análogos de la dopamina en animales. Su estructura de anillo absorbe la luz UV en grados variables en comparación con la dopamina. Cuando se combina un entorno de microondas/RF con luz azul crónica, se crea una falta de DHA en los bucles cortos y largos de la retina. Con una falta crónica de DHA en las membranas celulares del NSQ, se crea la tormenta perfecta. El ciclo de vitamina A en la retina y el cerebro se interrumpe, lo que lleva a la inflamación del SNC y a la disminución de los niveles de melatonina. Los niveles bajos de melatonina causan una mayor degradación mitocondrial porque la melatonina es un antioxidante protector para el ADNmt. Cuando se destruye la melatonina, también se destruye la dopamina, ya que ambas se producen a partir de aminoácidos aromáticos en la retina bajo la luz solar matutina, cuando la radiación IR-A y UV-A están presentes durante el día. Por lo tanto, al fumar o tomar un café por la mañana, se anuncia al mundo y a sí mismo que sus niveles de dopamina y melatonina están destruidos. Si hace esto de forma crónica y cree estar a prueba de balas, empieza a consumir nootrópicos, opiáceos y THC. Esto es señal de que está empeorando, no mejorando, porque necesita dosis más altas de dopamina a medida que su sueño empeora. Esto provoca una desvinculación completa de los ciclos de ubiquitinación de la melatonina en el cerebro, la piel, el intestino y los pulmones.