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Tontinas:

AHORRO Y FINANCIACIÓN EN LA ECONOMÍA POPULAR
Economía popular

Las poblaciones africanas, tanto en el campo como en las ciudades, se mueven cotidianamente entre dos sistemas que, en general, coexisten sin problema. El sector moderno o formal y el sector popular o informal. La economía no escapa a esta regla general y, al lado de un sector formal y estructurado, en grave situación de crisis desde hace más de 20 años, se generan una amplia gama de estrategias de supervivencia y de generación de riqueza en las cuales una gran parte de la población africana encuentra los recursos para desarrollar su vida y su capacidad económica. Es el sector de la economía popular, el mal llamado sector informal.

Es este sector de la economía el que, en este momento y según la OIT, absorbe de un 50 a un 90% de la población activa de las ciudades africanas y representa entre un 30 y un 75% del PIB de los países africanos. La economía popular africana está compuesta por multitud de pequeñas empresas, en general familiares, aunque a menudo surgidas de sistemas de ahorro y crédito organizados por grupos de jóvenes o mujeres, son las llamadas tontinas, que veremos en el siguiente capítulo.

Esta economía popular se ha convertido en la actividad productiva más frecuente para la mayoría de la población africana, sobre todo en las ciudades, convirtiéndose en un freno a la extrema pobreza, el paro de los jóvenes, los apuros económicos de las mujeres "chefs de maison" y la descomposición social. Pero no es solamente eso, también se ha demostrado que es el sector económico en expansión, generador de riqueza, que tiene un enorme potencial emprendedor, vitalidad e innovación y una organización del trabajo basada en la tradición, en la solidaridad de grupo y en la ayuda social.

Límites de los créditos bancarios

Los sectores de población con menos recursos, sobre todo jóvenes y mujeres, tienen problemas para acceder a créditos bancarios o de financieras dentro del sector formal de la economía. Sus iniciativas empresariales no encuentran soporte en las entidades financieras, y el acceso a préstamos para afrontar necesidades familiares como la escolarización de los hijos o tratamientos sanitarios es impensable. La falta de propiedades o avales hace que los bancos no confíen en estos potenciales clientes y el acceso a la financiación necesaria para sus actividades deviene muy difícil. Por otro lado, estas personas tampoco están en disposición de asumir el coste de los prestamos bancarios, sus intereses, la rigidez en los plazos de devolución, etc.

El pequeño ahorro, cantidades de dinero inmovilizadas en una cuenta bancaria, tampoco es atrayente ni productivo. En aquellos lugares dónde el capital en circulación es escaso lo que interesa es que éste circule lo más rápidamente posible. Es decir, en África, ni los bancos ni las personas que necesitan pequeñas cantidades de dinero están interesadas en que éste se consigan a través de créditos financieros.

Iniciativas de ahorro, crédito y ayuda mutua de las poblaciones africanas

Pero todo lo mencionado no supone un importante freno para las iniciativas económicas de mujeres y jóvenes africanos ya que, desde siempre, las poblaciones africanas se han organizado según un sistema tradicional de ahorro y solidaridad que funciona de manera muy eficaz en todo África subsahariana. Recibe cientos de nombres distintos, cada idioma africano tiene una o varias palabras para denominarlo, susu, xitique, moziki, likelemba ...pero sobre todo se le conoce por tontina, que, curiosamente debe su nombre al banquero italiano Lorenzo Tonti, que durante tiempo se presentó en Europa como el "creador" de éste sistema.

La tontina, un eficaz sistema financiero y de solidaridad, funciona en toda África subsahariana desde hace siglos, es una de esas prácticas mal llamadas tradicionales, que evoluciona con gran vitalidad para adaptarse a las nuevas necesidades de la población. El sistema básico es muy simple, un grupo de personas, generalmente mujeres, reunidas por afinidades que pueden ser muy diversas aportan semanal, mensualmente, una cantidad de dinero; el total reunido, utilizando diferentes sistemas de rotación, pasa a las manos de cada una de las personas que forman el grupo para ser invertido en lo que esa persona considere necesario (ceremonia de bautizo, gastos médicos, dote, inicio de un proyecto empresarial...), una pequeña cantidad del dinero depositado se utiliza para crear una caja de seguridad del grupo, para hacer frente a situaciones de crisis importantes.

Es al mismo tiempo un sistema de ahorro y de crédito, así como una caja de seguridad que excede las simples funciones financieras. La tontina es un sistema de solidaridad y asistencia basado en la confianza entre los miembros. La palabra dada basta como garantía, no se firman papeles, no se cobran intereses, no hay gastos de mantenimiento del sistema, el dinero que la persona se lleva no se "devuelve". Los miembros de la tontina aportan regularmente una cantidad de dinero (ahorro) y el sistema no se para, al cabo de cierto tiempo se inicia un segundo turno y la persona que había recibido una primera cantidad vuelve a recibir otra vez el dinero reunido (crédito).

Los diferentes sistemas de agrupación para crear una tontina son aquellos que la propia sociedad tiene para que sus miembros se asocien: grupo de edad, mujeres de una familia extensa, miembros de una cofradía religiosa, inmigrantes de un mismo pueblo en una ciudad, etc. etc. Así los miembros de una tontina no sólo se ayudan con el dinero recogido sino que se ofrecen entre ellos apoyo de cualquier tipo en situaciones de crisis, también es una red de influencias sociales, un lugar de encuentro.

No se puede entrar en una tontina únicamente porque se tiene dinero y se quiere aportar, un miembro así, en general, no interesa. El compromiso ha de ser mayor, el capital que se maneja es capital social, la tontina es, sobre todo, un grupo de solidaridad y ayuda mutua, implica una determinada forma de tejer las relaciones humanas, La tontina tiene una normativa de funcionamiento que todos los miembros han de respetar en cuanto a la rotación de los cargos, los horarios de reunión (se pagan multas por llegar tarde a las reuniones o por faltar sin causa justificada), el porcentaje que ha de ir a la caja de seguridad, el sistema de rotación, etc. Pero también están contempladas las excepciones, los turnos para recibir el dinero de la caja son flexibles, si la necesidad de uno de los miembros lo justifica puede haber un salto de turno o, en caso de necesidad, se contempla la posibilidad de recuperar lo depositado.

Tradicionalmente era un sistema utilizado por las mujeres para afrontar los gastos de ceremonias y celebraciones (bautizos, bodas, sabar, etc.), para comprarse ropa o joyas, pero, con la crisis económica de los últimos 20 años, las mujeres africanas han desviado estas cantidades de dinero para atender las necesidades en salud, educación... de sus hijos y de la familia o para crear pequeños negocios. Los jóvenes son el otro sector de población que, últimamente, utiliza este sistema para organizarse económicamente

Hay que hacer una clara diferenciación entre tontina y microcrédito ya que, tanto el funcionamiento formal del sistema como la percepción de beneficio, rentabilidad, etc. que hay detrás de cada sistema son muy diferentes. Frente a la lógica del capital, la lógica de las tontinas es la de la reciprocidad. Frente a la lógica de la acumulación, la banca popular favorece la rápida circulación del capital.

¿Se puede ayudar a estos sistemas de financiación y ayuda?

Esta es una pregunta difícil de responder, puesto que la respuesta depende de la capacidad de los donantes para adaptarse a esa lógica interna de la economía popular africana, basada en la supervivencia de la comunidad y no en la acumulación individual. Una lógica que defiende los valores comunitarios como una forma de responder a los problemas del grupo y que no cree en los beneficios monetarios individuales como factor de desarrollo de una sociedad.

En cualquier caso sería necesario un amplio conocimiento del modelo social en el cual surgen estas iniciativas y de las normas internas de funcionamiento de la economía popular y de los sistemas de ahorro, crédito y ayuda mutua de las poblaciones africanas para darles apoyo sin desestructurar los aspectos positivos que las caracterizan.

Lola López

 

 
 
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