Códice de Dresde, un documento maya para predecir eclipses
(Notimex) El Códice de Dresden incluye una tabla elaborada por los mayas para la predicción de eclipses, que da muestra de sus notables avances en el conocimiento astronómico, señaló Jesús Galindo Trejo, miembro del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.
En su artículo "La astronomía prehispánica en México", publicado en la revista Ciencia, órgano de difusión de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), expuso que el calendario mesoamericano, resultado de la práctica astronómica prehispánica que estuvo vigente por casi tres milenios, tenía dos cuentas.
Una de ellas constaba de 365 días divididos en 18 periodos de 20 días, más cinco adicionales, por otro lado, se encontraba la cuenta ritual de 260 días, organizada en 20 trecenas, detalló.
Afirmó que uno de los fenómenos astronómicos ampliamente estudiado por los pueblos prehispánicos con ayuda de su calendario fue el de los eclipses.
"La brillantez y regularidad del Sol era un reflejo de un orden cósmico estable y continuo; los eclipses, al opacar al astro rey, rompían con este orden y regularidad, por lo que eran considerados un mal augurio sobre el mundo", detalló el físico y matemático.
Por ello, dijo, entender cuándo sucedería un eclipse se convirtió en tema de profundo análisis para los sacerdotes-astrónomos mayas.
En tres de los códices mayas que aún se conservan se pueden apreciar representaciones de eclipses, en particular el Códice de Dresden, que posee varias cuentas vinculadas claramente con eclipses.
Afirmó que la tabla como la que contiene el Códice de Dresden debió haber sido resultado de una cuidadosa y paciente labor de observación, porque al relacionar las fechas del calendario ritual, se encontró que dichas cuentas corresponden con 69 eclipses solares reales, 18 de los cuales se pudieron observar en tierra maya.
Jesús Galindo aclaró que aunque la tabla predecía los eclipses, no daba la certeza de que éstos fueran visibles en tierra maya, también indicó que los errores en las cuentas mayas nunca eran mayores a un día completo.
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