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Antropología
e Historia (desaciendo mitos)
El
Libro de Oera Linda
La historia olvidada de un Continente
desaparecido
de Antonio Soldani
Hace cientotrenta años, un manuscrito antiguo
fue traducido en lengua moderna, desúés conocido como
el Libro de Oera Linda. Las historias que cuenta han revelado los
secretos de la Edad Matriarcal en la Europa Occidental, de hecho
ha sido registrada en él la historia de los Hijos de Frya,
la diosa madre de su raza y de su “Sagrado Tex” que
ha otorgado a ellos los valores sociales y morales necesarios para
construir una gran nación, quizás la más grande
civilización del mundo antiguo. Cuenta de las luchas que
las Madres Tierra debieron sostener para mantener la libertad contra
las invasiones y las influencias de los príncipes y de los
sacerdotes del enemigo proveniente de Est y es gracias a esta lucha
que somos y nos han llegado nuestros valores Occidentales y muchos
de los héroes y de las heroínas de nuestra mitología
clásica.
La historia comienza en la Edad del Toro cuando las
míticas diosas fueron madres de sus “niños”
pero esa edad acabó en los “tiempos malos” con
tierras destruidas y sumergidas por devastadores maremotos y erupciones
volcánicas, incendios de selvas e inundaciones que cambiaron
el rostro de Europa anunciando la llegada de la Edad del Aries.
Y es en el 2193 a.C. que la isla continental de Atland desapareció,
como la legendaria Atlántida, completamente desintegrada
por inmensas catástrofes. Muchos supérstites lograron
transferir su civilización en otros sitios, viajando hacia
Egipto y Creta, de hecho en el Libro de Oera Linda leemos que Minno
(Minosse), el fabuloso rey de Creta, edificador del laberinto, era
un frisón y que había sido esa civilización
suya a originar después aquella aún más brillante
de Atenas, fundada por Minerva que era una Madre. Los pobladores
de Atland veneraban un solo diós, que se celaba bajo el nombre
de Wr-alda. Frya era la primera de tres hermanas. Las otras se llamaban
Lyda y Finda. Lyda tenía la piel oscura y había originado
las poblaciones negroides; Finda tenía la piel amarilla y
había originado las poblaciones orientales; Frya tenía
la piel clara.
La edad nueva comenzó con las Madres Tierra, con las ancilas
de la ciudadela y los largos viajes del Rey del mar, acabando dos
mil años después con los patriarcas, y los reyes que
pidieron el reconocimiento y la fidelidad por los favores otorgados,
y una “difidencia” por así decir en las “aportaciones
feminiles” a la sociedad.
Esta historia es de una sociedad racialmente protectora,
con un alto estado de conciencia y de libertad individual basado
sobre una moral y un código civil, donde hombres y mujeres
eran respetados por sus intrínsecas capacidades, que hace
miles de años en la Europa Occidental trató de mantener
pero inevitablemente fallando en su integridad, aunque sus personas
trataron de educar a sus usos y costumbres tanto a los comerciantes
extranjeros como a los marinos, para después desaparecer
en los polders de Olanda. A ellos sin embargo debemos mucho, de
nuestra actual civilización Occidental, de ellos derivan
nuestro conceptos de libertad, de democracia, nuestro sentido del
honor y las bases de nuestro lenguaje que estructuró la manera
de pensar.
Muy frecuentemente somos culpables de describir nuestros
antepasados como primitivos agricultores o ignorantes, incapaces
de comprender una cultura civilizada moderna; pero leyéndolo
se descubren los orígenes de muy nobles conceptos que también
ahora aunque siendo lejanos no son menos lodables. Debemos ahora
recordar el desenvolvimiento y el modo del descubrimiento que se
originó en abril de 1820, en el pequeño pueblo de
Enkhuizen, frente a la isla Frisona de Texel en Olanda, con la muerte
de Andries Over de linden. Entre sus efectos fue hallado un manuscrito
muy antiguo que nadie pudo leer. Tenía 61 años y su
hija, Aafjie Meylhoff, conocía la sagrada tradición
que desde siempre existía en su familia sobre este libro.
Por numerosas generaciones que ya nadie podía recordar, había
sido poseído por la familias de los Over de Linden, pasando
de mano entre padre e hijo, con las estrictas instrucciones de preservarlo
y protegerlo de la autoridad es decir de la Iglesia. El sucesivo
heredero era su sobrino Cornelius Over deLinden que tenía
solo 10 años, de hecho su padre había muerto antes
de su abuelo, por lo que fue su tia Aafjie a tomar el libro hasta
que el joven alcanzó la mayor edad.
En 1848, Cornelius recibió el manuscrito, manifestando su
curiosidad que desde siempre probaba sobre la historia misteriosa
que éste contaba y que no podía leer, pero fue solo
en 1867 que encontró alguien en grado de traducirlo, de hecho
durante una visita suya en la Librería Provincial de Leeuwarden
en Friesland, encontró al bubliotecario Dott. Verwijs, y
le habló del manuscrito tanto que éste, encuriosido,
pidió de verlo, e inmediatamente se dio cuenta que estaba
escrito en Frisón antiguo, quizás el ejemplo más
antiguo que había encontrado, su primera impresión
fue que el libro fuera un chiste, pero examinándolo más
a fondo se convenció de su extrema antigüedad y convenció
a Cornelius a autorizarle a copiarlo a beneficio de la Friesland
Society. El doct. Verwijs trató de buscar un soporte financiero
de la Sociedad que había sido fundada para investigar la
lengua y la historia de los Frisones pero encontró el escepticismo
inmediato, debido quizás a la revelaciones de algún
fragmento que había ya traducido. La Sociedad por lo tanto
pensó a un falso desde el comienzo aún antes de poder
consultarlo, poniéndole el cuño que desde entonces
ha perseguido el Libro de Oera Linda
El doct. Verwijs tuvo, de toda forma, la satisfacción
de recibir la comisión de un “alderman” deputado
del estado de Friesland de prepara una copia. El trabajo siguió
por otros tres años revelando informaciones sorprendentes
y fantásticas que confirmaron inicialmente al doct. Verwijs
las primeras sospechas de falso, pero como siguió traduciendo,
siempre más, los hechos sostenidos, eran históricamente
reconocidos y junto a los datos mitológicos conquistaron
la confianza completa del traductor, que al fin fue financiariamente
ayudado por el doct. J. G. Ottema, que entusiásticamente
sostuvo los gastos de la traducción imprimiendo y publicando
la primera copia en Frisón moderno bajo el título
de “Thet Oera Linda Bok”.
En febrero, 1871, fue presentada una carta a la Sociedad de Friesland
que resumía estos orígenes y mencionava algunas de
las sorprendentes declaraciones halladas en su contenido, causando
una controversia inmediata, que no nos debe sorprender si observamos
estas “revelaciones”, considerando los comportamientos
del tiempo respecto a los descubrimientos que podían cambiar
las creencias largamente conservadas. La ciencia sustituía
a la teología en la historia y la antropología. El
hallazgo y la sucesiva traducción de la Estela de Rosetta
habían sucedido solo hace unos cincuenta años, dando
origen a los modernos conceptos de historia antigua basada sobre
el calendario egipcio, justo o equivocado que esté. También
descubrimos que la civilización de Sumer es mucho más
antigua de la Egipcia pero aún hoy la mayoría de los
libros de texto dan dicho honor a la segunda. (Naturalmente considerando
la historia académica y no aquella llamada “herética”).
Heirich Schliemann no había aún publicado sus hallazgos
sobre el actual sitio histórico de Troya, una ciudad mencionada
y también datable en el Libro, y las leyendas fueron de toda
forma consideradas “cuentos de hadas” sin cualquier
contenido real como muchas son aún hoy. La versión
el lengua Frisón fue inmediatamente seguida por una traducción
en lengua holandesa con el mismo título, y fue la versión
holandesa a ser traducida en inglés en 1876. Esta edición
muestra el texto original Frisón impreso en la página
izquierda en caracteres romanos con la traducción inglesa
a la derecha. Cuando fue publicado creó cierto desamparo
en los círculos académicos que sin embargo fue rápidamente
olvidado; quizás porque demasiado controvertido o porque
significada una gran ruptura al retaje de las ideas tradicionales.
El manuscrito original tenía los caracteres
fonético inscriptos en un círculo, el símbolo
del sol, con una “I” vertical y una “X”
y a través de éstos se obtienen sorprendentemente
una serie de caracteres en cuyo contexto se encuentra la mayoría
de las letras del alfabeto y la mayoría de los números
fácilmente reconocidos por los modernos Europeos. Este libro
fue escrito por Hiddo Over de Linden en el año 1256 d.C.
que copió los originales sobre la nueva carta árabe,
muy buscada al tiempo en Europa, que era sin filigrana y prácticamente
fabricada con algodón egipcio. Hiddo la llamó “carta
extranjera” y usó una tinta de carbón sin hierro
y esto ha sido una suerte porque las tintas populares basadas sobre
el hierro han sido después fácilmente reconocibles
por desteñirse, y esto ofrece una prueba más para
sostener la autenticidad del Libro, en él Hiddo utilizó
términos modernos de su tiempo conservando también
las variantes ortográficas y de estilo de los escritores
originales, además no ha sido encontrada ninguna prueba de
“contaminaciones” que puedan conducir a algo más
moderno del siglo trece, y ni siquiera ha sido utilizado en el texto
algunos nombres de lugar originados por la ocupación romana
al tiempo de Julio Cesar . Las batallas existían, y fueron
reveladas por el Libro Oera Linda, de hecho se habla de un valeroso
guerrero llamado Friso, oficial de Alejandro el Grande (nacido en
el 356 a.C.) citado también en crónicas históricas
de pueblos del norte, en las que se cuenta que Friso llegaba de
India. En Oera Linda, el héroe desciende de una colonia de
frisones que se establecieron en el Punjab alrededor del 1550 a.C.;
y también el geógrafo griego Strabone cita estas extrañas
tribus “indianas”, por él llamadas de manera
genérica (Arii) Alemania. En el texto se recuerda también
Ulíses y su búsqueda de la sagrada lámpara,
una profetisa le había de hecho predicho que si la hubiese
encontrada se habría vuelto rey de Italia. Fallado el tentativo
de hacerse consignar bajo alta recompensa (los muchos tesoros traídos
de Troya) la lampara por la sacerdotisa, la “Madre Tierra”,
que la custodiaba, Ulíses había viajado hasta alcanzar
un lugar llamado Walhallagara (nombre que suena muy similar a Walhalla)
donde había tenido una historia de amor con la princesa Kalip
(obviamente Calipso) con la que había convivido por muchos
años entre <<el escándalo y la desaprobación
de los que lo conocían>>. Este fragmento de historia
griega insertado en el Libro de Oera Linda es muy interesante. Vistas
las aventuras de Ulíses alrededor del 1188 a.C. es decir
cincuenta años después de la moderna datación
de la caída de Troya. Pero el Oera Linda podría haber
caído en el justo. Por lo que la leyenda transmite, la ninfa
Calipso era una burgtmaagd (palabra que significa “virgen
suprema”, una sorta de jefe de un grupo de vírgenes
vestales), un concepto que encuentra reconocimiento en las afirmaciones
fundamentales de Oera Linda, según el cual después
de la catástrofe los Frisones habían comenzado a navegar
por el mundo conocido, civilizando el área del Mediterráneo
hasta llegar a India. Pero hay también situaciones que se
adaptan a las teorías “isoestáticas” de
Biddel Airy, con el enterramiento del estricto (canal) de Suez preexistiente
debido quizás al episodio Thera de Santorini. Recientemente
han sido halladas Momias en las regiones chinas con aspecto nórdico,
con pelo rubio o rojo con ojos azules, de estatura de más
de 2 metros conocido también como el Hombre de “Cherchen”
que pueden ser referibles a estas migraciones y para hacer otro
ejemplo si aceptamos que la isla de Calipso, Walhallagara, era la
isla de Walcheren en el Mar del Norte, entonces Ulíses había
hecho sus viajes también fuera del Mediterráneo.
Hoy en día, de toda forma, no existen
pruebas de que el libro sea un falso y por este motivo sería
útil una nueva, moderna edición del texto, no solo
para consentir a los estudiosos de evaluarlo a pleno, sino también
para permitir su lectura a los lectores comunes, ciertamente fascinados
por tantas historias de batallas y matanzas, y responder quizás
a la pregunta si la civilización Europea viene de Asia y
del Este o si existía una fuente Occidental? No existe ninguna
contestación del origen de comunidades civilizadas en el
mundo pero el Libro reclama una fuente originaria Occidental para
su sistema de gobierno de la comunidad y el código moral
para Europa, junto a la descripción de una comunidad mucho
más antigua a través del Atlántico del norte
(Oldland – Aldland o también Atland) la Vieja Tierra,
su casa antigua, en términos nostálgicos llamada los
tiempos buenos antes del malo. (Términos que recuerdan la
Edad del Oro o el Zep-Tei egipcio) y también si esto no es
ciertamente de fácil lectura como una novela, y los varios
argumentos pasan de uno a otro a veces de manera improvisa, como
emociones y pensamientos anotados rápidamente sobre un papel,
hay que ser conscientes de que si alguien pudiese demostrar de manera
incontrovertible la autenticidad de este libro, es decir que cuenta
hechos realmente ocurridos, entonces la historia de la Humanidad
Europea de la edad del bronce debería ser completamente revista
y consecuentemente re-escrita.
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