Carlos Armiño
Escultor y autodidacta.
Valle de Valdivielso (Burgos) 1954.
“Debajo de lo orgánico hay geometría”. “Si se forra la geometría aparece lo orgánico”.
El calor de su escultura emerge del corazón de la materia prima que utiliza. El cerezo, el nogal, o el álamo nos transmiten, a través de la visión y de las manos de Carlos Armiño, toda la carga ancestral que llevan dentro y nos hacen vivir a caballo entre el pasado y un presente de ilusiones perdidas.
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