Biometro de Bovis y Geopatías
por Epifanio Alcañiz
www.radiestesiaysalud.com
Biometro de Bovis
Decir que en un determinado lugar existe una geopatía no es suficiente, es necesario medirla para poder cuantificar hasta qué punto puede afectarnos. A ello dedicó su tiempo en el siglo pasado A. Bovis. Investigó el nivel vibracional del cuerpo humano en distintas fases y la radiación que emana de la tierra en lugares alterados, creando así una escala que después fue perfeccionada por el ingeniero A. Simoneton, enfermo de tuberculosis. Éste consiguió superar su dolencia testando todos los alimentos que consumía y tomando solo aquellos que tuviesen una vibración alta.
Para medir el nivel vibracional se creó el Biómetro, que es una escala de 0 a 10000, en una nueva medida, que se denominó, unidad Bovis (UB). En un principio esta medida se asoció al Amstrong (diezmillonésima parte del milímetro) pero después se comprobó que no eran coincidentes.
Después de testar a muchas personas, A. Bovis determinó que el cuerpo está sano cuando vibra en el rango de 6500 a 8000 UB; una persona enferma de cáncer vibra entre 4000 y 4500 UB, y una persona próxima a la muerte vibra sobre las 1000 UB.
No está confirmado que A. Bovis sea Antoine Bovis, el herrero francés que empezó a investigar la energía piramidal, construyendo su propia pirámide en madera después de visitar Egipto. Hay apuntes que indican a un físico, Alfred Bovis, como creador del primer Biómetro, utilizándolo principalmente para averiguar la calidad del vino. De cualquier forma, partiese de quien partiese la idea, creo que el verdadero artífice de la escala que actualmente conocemos fue el ingeniero Simoneton, discípulo radiestésico del anterior, que la utilizó para medir el nivel vibratorio de lugares, personas, animales y materia.
A partir del Biómetro Bovis, la destacada geobióloga, Blanche Merz, diseñó el Biómetro ampliado, que cubre el rango de frecuencias de 10000 a 20000 UB. Con él se cubre el campo de los “niveles vibracionales etéricos” de 11000 y 13500 UB, y el de los “niveles vibracionales espirituales” de 13000 a 19500 UB. La Maison de la Radiesthésie de París ha puesto en el mercado un Biómetro que cubre el rango de 0 a 30000 UB.
Sin embargo, no somos conscientes del gran legado que nos dejaron Bovis y Simoneton al crear esta escala, que considero uno de los grandes logros de la Radiestesia. Resulta muy práctico el poder evaluar cada alteración telúrica para poder comprender y encajar correctamente cada una de las piezas que conforman el gran entramado energético. Como aclaro en el apartado de los Vórtices Energéticos, el punto con una emisión energética más alta que he podido encontrar alcanza las 33000 UB, y no existe ninguna escala que llegue a ese nivel, por lo que he diseñado una propia a la que he llamado Biómetro Global.
Quiero que entiendan que el Biómetro de Bovis no es ningún instrumento, es simplemente un dibujo, una escala milimetrada, y para su utilización es necesario tener una sensibilidad radiestésica suficiente. La medición se efectúa con un péndulo acabado en punta.
Al igual que en el uso de cualquier otra gráfica, colocaremos el péndulo a la mitad, formulando mentalmente la pregunta; la que yo empleo es la siguiente: “deseo ser consciente del nivel energético de [lugar, persona, alimento...]”. Éste se moverá hacia la izquierda al centro o a la derecha. Lógicamente si el movimiento oscilante es hacia el frente nos estará señalando la media en la gráfica, y si no lo desplazaremos hacia el lado que nos señala hasta que el movimiento nos señale una medición al frente. Si creemos que nos señala 7200 UB, por ejemplo, y no estamos seguros de si la medición es correcta podemos confirmarlo preguntando “¿la medición es más de 7000, más de 7100, más de 7200?”, hasta que la respuesta sea negativa, o directamente preguntar “¿es correcta la medición de 7200 UB?” Otra forma de utilizarlo es situando el péndulo sobre la parte izquierda de la gráfica y mover lentamente la mano hacia la derecha. El péndulo girará en círculos como pretendiendo adelantarnos, cuando se para sobre una medida, deja de girar y nos la indica.
He de hacer una pequeña aclaración con respecto a las unidades Bovis. Ésta es una unidad abstracta que solo existe en la mente del radiestesista. Esta unidad de medida, al igual que cualquier otra, sólo sirve para hacer equivalencias. Si la distancia entre dos árboles es de 5 m., aunque lo midamos en pulgadas, en palmos o en una nueva medida que nos inventemos, la separación entre los árboles seguirá siendo siempre la misma.
Yo hice una prueba con las unidades Bovis. Mi nivel vibracional en ese momento era de 8000 UB. Utilicé una regla de dibujo de 40 cm., codifiqué mi mente para medir las radiaciones en cm., aportando el dato de que la vibración de mi cuerpo en ese momento era de 20 cm. Medí con la regla distintas geopatías, apuntando el resultado. A continuación me volví a codificar para medir en UB, tomé las mediciones de los mismos puntos anteriores, y después hice la conversión a razón de 2,5 cm. por cada 1000 UB. Los resultados fueron idénticos. Lo cual viene a demostrar siempre lo mismo: nuestro cuerpo vibra en una longitud de onda y hay lugares donde esa vibración es mucho más baja, afectando por tanto a nuestra salud.
Codificar la mente, es dar una orden consciente que sirva de guía o equivalencia a nuestro inconsciente a la hora de mostrar sus respuestas.
Geopatías
Derivada de los vocablos "geo" (Tierra) y "pathos" (enfermedad, sufrimiento) la palabra geopatía se utiliza para denominar aquellos lugares, en los que tras largas permanencias sobre los mismos, pueden contribuir a la evolución degenerativa de una enfermedad e incluso a ser la causa directa de la misma.
Las zonas geopatológicas son lugares donde la emisión de las radiaciones electromagnéticas que emanan de la Tierra pueden afectar a la salud física o psíquica de las personas. También afectan a los animales y plantas. Por el contrario proporciona vitalidad a gran parte de los insectos (puede que a todos, ya que su nivel vibracional es mas bajo que el de personas, animales y plantas). Todos los hormigueros, al menos los que yo he comprobado, están situados sobre una geopatía, y el primer tramo de la senda que trazan las hormigas suele seguir una línea de las redes Hartman o Curry. Las abejas en libertad hacen sus colmenas sobre una geopatía. Los apicultores que sitúan sus colmenas sobre el cruce de una red telúrica consiguen un notable incremento en la producción de miel de sus colmenas, además de aumentar la población de las mismas con abejas de otras colmenas que llegan hasta allí siguiendo una de sus líneas; esto les da vitalidad y en sus salidas efectúan recorridos más largos, lo cual incrementa la recolección de polen.
El nivel vibracional óptimo en las distintas especies, quedaría de la siguiente manera:
- las bacterias entre 3000 y 4000 UB,
- los insectos vibran entre 3500 y 4500 UB,
- los reptiles entre 4500 y 6500 UB,
- los peces entre 6000 y 7200 UB
- las aves entre 6500 y 7800 UB,
- los mamíferos entre 6000 y 8000 UB,
- las plantas entre 7000 y 7500 UB,
- los árboles entre 7000 y 7800 UB, y
- los humanos entre 7000 y 8500 UB.
El cuerpo humano encuentra su estado óptimo de salud entre 7000 y 8500 UB. Se considera nociva para la salud toda radiación que esté por debajo de las 6000 UB.
Las radiaciones que podemos encontrar en un punto geopático pertenecen todas al espectro no visible de la luz: rayos cósmicos, rayos gamma, rayos X, rayos infrarrojos, rayos ultravioletas y partículas alfa y beta. Estas radiaciones crean en su vertical una gran cantidad de iones positivos, que descompensan aún más el equilibrio iónico del aire que respiramos.
Hay que tener en cuenta que estas radiaciones, tanto en cantidad como en composición, varían según el tipo de geopatía. Son cantidades muy pequeñas, casi indetectables, pero suficientes como para alterar nuestra salud si permanecemos mucho tiempo sobre ellas. Afectan principalmente al sistema nervioso, endocrino y hormonal. La célula actúa como un circuito electrónico resonante que se ve afectado por las frecuencias electromagnéticas naturales y artificiales. El ambiente con ionización altamente positiva que producen las radiaciones electromagnéticas favorecen la aparición de radicales libres que dañan la membrana celular.
En mi opinión, el terreno ideal debe tener una calidad biótica de 8500 UB, es decir, ésta es la medición que deberíamos encontrar en las zonas libres de geopatías. Esto no siempre es posible. Se suelen encontrar estas calidades bióticas del terreno, principalmente, en lugares arbolados y en estribaciones de las montañas. Si el lugar donde vivimos no sobrepasa las 7000 UB no es razón para preocuparse, simplemente es mejorable.
Aquí hay un apunte muy importante que hacer. Hay lugares donde se registran más de 9500 UB, que son alteraciones telúricas beneficiosas para la salud, aunque no recomiendo una permanencia prolongada sobre los mismos.
La radiación más baja que he prospectado físicamente hasta el momento es de 1500 UB. Nunca pensé que una chimenea cosmotelúrica se podría dar sobre otra geopatía, y aunque no es frecuente, se da. La que yo he encontrado en una localidad de los alrededores de Madrid es una chimenea sobre cruce Curry y vena de agua. La chimenea tiene un brazo de unos 2 m., orientado al Norte. Está situada en el interior, junto a la entrada de una parcela urbana sin construir.
Además he localizado dos puntos geopáticos de 1800 UB. En ambos casos se trata de un Punto Estrella superpuesto a una vena de agua subterránea, con el agravante de que el cruce Hartmann es de 4º orden. Por suerte ambos están situados en la calle y no en una vivienda.
La geopatía más grave que podríamos localizar sería la superposición de una vena de agua subterránea, una chimenea cosmotelúrica y un Punto Estrella en el cual las líneas Hartmann fuesen de 4º orden. Creo que un nombre correcto para esta geopatía podría ser “PUNTO LETAL”. Su lectura rondaría las 100 UB. Ignoro si este caso se da en algún lugar del mundo. Hay quien afirma que existen registros por debajo de 0 UB; con todos mis respetos, no considero válida esa información.
Analicemos con lógica los datos disponibles. El cuerpo humano vibra entre 7000 y 8500 UB, y las bacterias entre 3000 y 4000 UB. El lugar donde más tiempo pasamos es en la cama. Imaginemos que en este punto la calidad biótica es de 8000 UB. Nuestras defensas se encontrarán en un nivel óptimo; por el contrario a las bacterias que constantemente nos asedian estarán más pasivas. Por el contrario, si dormimos sobre una geopatía de 5000 UB, el proceso actúa a la inversa.
Un fumador empedernido puede contraer un cáncer de pulmón por el deterioro que el humo hará en sus pulmones; pero si duerme en el sitio correcto sin geopatías, sus defensas evitarán en lo posible que sus células se vuelvan cancerígenas, y por tanto no desarrollará la enfermedad o tardará más tiempo en hacerlo. Si por el contrario duerme sobre una geopatía, el proceso evolutivo de su enfermedad se acelerará. Todas las enfermedades, incluso un resfriado o una gripe, las solemos coger cuando tenemos bajas las defensas, y el dormir sobre una geopatía hace que nuestro sistema inmunitario se debilite.
Todos nacemos con una alta sensibilidad radiestésica, la perdemos en los primeros meses o años de vida. ¿A alguien le resulta familiar encontrarse a su bebé encogido en su cuna o durmiendo cabeza abajo? Es muy probable que esté sobre una geopatía y huya de ella. Al final se acabará acostumbrado y dormirá sobre ella sin alterarse, igual que los mayores.
Si usted ha sido una persona sana y unos años después de cambiar de domicilio está siempre con problemas de salud, piense que probablemente esté sobre una geopatía. Según la importancia de la misma tardará, más o menos tiempo en afectar a su organismo. Un Punto Estrella, una chimenea telúrica, o una línea Hartmann de 2º, 3er o 4º orden podrían hacer contraer una enfermedad grave en un periodo de 10 a 15 años como máximo, y una enfermedad degenerativa en unos años más. Hay que tener en cuenta que también intervienen otros factores: genéticos, víricos, contaminantes, intoxicantes, traumáticos, etc., que contribuyen al hecho de que a todas las personas una misma geopatía no afecte de igual manera.
Un detalle curioso apreciado en mis investigaciones. Una persona que duerme sobre una geopatía se acostumbra a la misma, y cuando no está sobre ella desarrolla una especie de "mono" que hace que inconscientemente la busque. Intentaré ser más claro. A una persona afectada por una geopatía que le ofrezcamos elegir un lugar para sentarse en una mesa, elegirá sin ser consciente de ello, en un porcentaje muy alto, una silla situada en la vertical de una geopatía.
Mi teoría es que una geopatía importante tiene que ver directa o indirectamente con al menos el 80% de los casos de cáncer que se dan en España.
No debemos pensar que estas redes telúricas se encuentran en la naturaleza para dificultarnos la existencia. Posiblemente sin ellas no habría insectos, y puede que sin insectos no hubiese vida. Horadamos montañas, desviamos cauces, realizamos infinidad de vertidos, desforestamos bosques enteros, construimos en torrenteras, destruimos la capa de ozono, etc.; simplemente debemos ser respetuosos con la naturaleza, y no intentar adueñarnos de todo. Hay lugares que no han sido creados para nuestro uso y el saltarnos todas las normas lógicas puede costarnos la salud y a veces la vida.
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