El ojo gigante de
Venus se muestra cambiante
Jeremy Hsu
Polo sur de Venus capturado por VIRTIS el
12 de abril de 2006 en el Venus Express
Un “ojo de huracán” cambia de forma sin descanso
en cuestión de días en el polo sur de Venus, de acuerdo
con observaciones de la nave Venus Express.
El núcleo del gigantesco vórtice brilla con fuerza
en el infrarrojo térmico, lo que sugiere que gases atmosféricos
turbulentos están siendo aspirados y calentando la región.
“En pocas palabras, el enorme vórtice es similar a
lo que verías en tu bañera una vez que has quitado
el tapón”, dijo Giuseppe Piccioni, científico
de Venus Express en Roma, Italia.
El estudio de este fenómeno apareció por primera
vez en el ejemplar de noviembre de 2007 de la revista Nature. Los
científicos publicaron nuevas imágenes de la tormenta
esta semana.
El vórtice de 2000 kilómetros de ancho puede desplazarse
en 24 horas de la forma de un ojo a la de un reloj de arena, y otras
veces parecer oval. Toda la estructura recuerda al ojo de un huracán
en cambio rápido visto desde la Tierra, con algunas diferencias.
“La principal diferencia es que el vórtice venusiano
está invertido con respecto a los huracanes de la Tierra,
lo que significa que el flujo del aire del huracán es abajo-arriba
[el aire entra en el huracán por al parte de abajo de la
tormenta y sube] mientras que en el venusiano es de arriba a abajo”,
dijo Piccioni a SPACE.com.
El vórtice de Venus también difiere de los huracanes
de la Tierra debido a su monstruosa escala planetaria, y que probablemente
es permanente, de acuerdo con Piccioni.
Aún es un misterio cómo se formó inicialmente
el vórtice. Los gases atmosféricos fluyen dinámicamente
en distintas direcciones y a distintas altitudes.
“Una explicación es que los gases atmosféricos
calentados por el Sol en el ecuador, se elevan y se mueven hacia
el polo”, dijo Colin Wilson, científico de
Venus Express en la Universidad de Oxford, Gran Bretaña.
“En las regiones polares, convergen y se hunden de nuevo.
Cuando los gases se mueven hacia los polos, son rechazados hacia
los lados debido a la rotación del planeta”.
Los científicos han observado durante mucho tiempo las excéntricas
características del clima de Venus. El “ojo del huracán”
fue descubierto en 1974 por la nave Mariner 10. Una estructura similar
existe en el polo norte del planeta, observada por la misión
Pioneer Venus en 1979.
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