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Contaminación acústica submarina un problema de preocupación mundial
por Eva J. Adán
Esta información ha sido extraída del informe de Naciones Unidas sobre
contaminación acústica en los océanos.
COMO ACTUA EL SONIDO EN EL AGUA:
En el agua, los sonidos se propagan con mayor rapidez y menor pérdida de energía que en el
aire; las ondas sonoras y ultrasonoras se transmiten en el mar a una velocidad entre 1.400 y 1.600 metros por segundo, mientras que en la atmósfera la velocidad de propagación es de 340
metros por segundo. Esto se debe a que el agua del mar no se encuentra comprimida, es decir,
no se puede reducir a un menor volumen, por lo que la absorción de las ondas sonoras es
mínima, contrariamente a lo que sucede en la atmósfera, en donde los sonidos se absorben a
distancias muy cortas.
En los primeros 50 metros de profundidad se encuentra que la acción de la presión
sobre la velocidad del sonido es mínima, y como la temperatura suele mantenerse
constante, el incremento de la velocidad del sonido es poco, a menos que se presente
un cambio de la temperatura, lo que ocasionará una variación proporcional en la
velocidad.
Por debajo de los 50 metros y hasta los 300 metros, la disminución de la velocidad es
rápida por serlo también la de la temperatura; pero a partir de esta profundidad la
acción de la temperatura es contrarrestada por el aumento de la presión y de la
salinidad, y esto se traduce en un crecimiento de la velocidad, el cual se acentúa
conforme se acerca al fondo, por ser dominante en este estrato el efecto de la presión.
Al atravesar los estratos del mar, el sonido experimenta fenómenos de reflexión y de
refracción como los que fueron descritos para la luz.
La superficie y el fondo del mar, así como cualquier objeto sumergido de tamaño
considerable provocan la reflexión del sonido, mientras que los estratos que forman
el agua del mar son los responsables de que cambie la velocidad del sonido,
provocando que la dirección de las ondas se
desvíe dando lugar a la refracción.
En las zonas donde la temperatura se mantiene
constante con la profundidad, las ondas sonoras
no sufren refracción; cuando decrece, se
refractan hacia el fondo; y donde la temperatura
aumenta lo hacen hacia la superficie. Cuando
hay refracción hacia abajo, el sonido que llegue
eventualmente al fondo del mar sufrirá en él
absorción, pero se reflejará como un "eco del
fondo" hacia la superficie para refractarse
nuevamente.
Los objetos aislados, regulares y de mayor
tamaño que la longitud de onda del sonido sobre los que llega una emisión sonora,
producen reflexión del sonido fuerte y bien definido, lo que se reconoce como eco;
pero los objetos que son pequeños, irregulares y numerosos originan muchos ecos
débiles que se repiten sucesivamente propagándose en todas direcciones y
sobreponiéndose para causar la llamada reverberación del sonido.
El sonido se propaga a lo largo de rayos (de la misma manera que lo hace la luz).
Así, las leyes de la óptica geométrica se aplican igualmente al sonido.
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Durante las últimas décadas, el ruido submarino generado por las actividades humanas ha incrementado considerablemente, amenazando la vida marina y sus ecosistemas. Los océanos
son ambientes acústicos y muchas especies marinas utilizan el sonido para interactuar con otras
especies u otros individuos de su misma especie, reproducirse, alimentarse y orientarse. Por lo
tanto, la contaminación acústica marina de alta intensidad puede alterar estas delicadas
relaciones, e incluso en algunos casos, los niveles de ruido son tan altos que pueden ocasionar
graves heridas en algunas especies marinas.
El intenso ruido submarino es
producido por fuentes comerciales,
militares, científicas y de ocio, como tráfico marino, exploraciones
petrolíferas, y sonares de baja
frecuencia, competiciones de formula 1. Los estudios científicos disponibles actualmente indican que la energía generada por éste tipo de tecnologías y actividades puede generar impactos negativos en mamíferos marinos, peces y otras formas de vida marina.
Los efectos más dramáticos son los varamientos masivos de ballenas y delfines asociados al uso de sonares activos con fines militares, los fusiles de aire comprimido para exploraciones petroleras y las carreras de alta velocidad. La magnitud de este problema continua siendo desconocido ya que no todos los animales heridos varan en la costa; algunos mueren en el
océano sin que sus cuerpos pueden ser registrados y analizados.
Afloran estudios científicos que revelan los efectos dañinos de la contaminación marina (incluso de ruidos moderados), en la audición de diversas especies de peces y agregan que mientras aumenta el ruido del fondo del mar, la audición de los peces disminuye (Myrberg,
A.A. 1980. Fish bio-acoustics: its relevance to the "not so silent world". Environ. Biol. Fish. 5:
297-304).
Los intensos niveles de ruido (superiores a 180 decibeles-dB) destruyen las células ciliadas de la
mácula (receptores mecánicos localizados en el oído interno), ocasionando la pérdida de la
audición. (Enger, P.S. 1981. Frequency discrimination in teleosts
La exposición a ruidos intensos puede alterar el nivel de crecimiento, la acumulación de grasa y
reducir los índices reproductivos de arenques. (Meier and Horseman1977).
La exposición de peces a intensidades de sonido superiores (entre 40-50dB) a los encontrados en su ambiente natural genera severos problemas, como la significativa disminución de la viabilidad de los huevos y la reducción de la tasa de crecimiento. (Banner y Hyatt, 1973).
La exposición de camarones a niveles de sonidos superiores (entre 23-30dB) a los registrados en
su ambiente natural ocasionó una disminución significativa en el crecimiento, en la tasa
reproductiva y en la ingesta de alimento de los camarones; y un aumento en la tasa de
mortalidad (Lagardere, J.P. 1982. Effects of noise on growth and reproduction of Crangon
crangon in rearing tanks. Mar. Biol. 71:177-185).
Los estudios anteriormente citados sugieren con alarma que el aumento de lo niveles de ruido
producen serios impactos en los niveles de producción esperados por las empresas del sector
acuícola. (Myrberg, A.A..(1990) The effects of Man-Made Noise on the Behavior of Marine
Animals. Environment International 16: 575-586).
Existe muy poca información sobre los impactos producidos sobre los peces
expuestos a intensidades de
sonido menores de 149dB y
180dB, por lo que es necesario
realizar más investigaciones
para establecer niveles 'seguros'
de sonido subacuático en la
gama de frecuencias audibles
para las especies de peces con
esqueleto óseo (teleósteos).
Debido a la existencia de
aproximadamente 20.000
especies diferentes de estos
peces, cada uno con
características auditivas únicas,
el problema es enorme.
(Hastings, 1995).
La carencia de los datos empíricos sobre "cuales son los niveles de sonido que
causan daños temporales o permanentes" en los peces (EIS Sumario Ejecutivo, p23),
sugiere que el Principio Precautorio sea aplicado en las decisiones sobre actividades
acústicas conducidas por los organismos militares y otras instituciones
gubernamentales y civiles.
RUIDO GENERADO EN LA RÍA DURANTE LA CARRERA A 30M. DE
PROFUNDIDAD:
Lugar de la toma: En una embarcación frente a la Playa de Barra
Profundidad de la toma: 30m.
Presión sonora producida : 150 dB. – aprox.
Franjas de Hercios sometidas a mayor impacto:
de 255 Hz a 3.200 Hz
Velocidad de transmisión: 1.400 – 1.600m por segundo sin perdidas y con rebote
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