Ecosofía
La ecosofía es una corriente que, dentro de
la ecología y a fines del siglo XX, rebasa la posición
antropocéntrica del movimiento ecológico, involucrando
su dimensión espiritual y global. Ve también la necesidad
de tomar medidas no sólo para la protección del medio
ambiente, sino de impulsar un cambio profundo de la visión
del mundo, que retorne a los principios universales.
La ecosofía puede cumplir la función de puente. Dentro
de la ecosofía existen muchos puntos de acceso, pero lo decisivo
es que en ella no existe ninguna ideología especial o limitada.
La ecosofía es un modelo en el cual, distintos grupos con
ideologías diferentes, pueden trabajar conjuntamente por
el bien del medio ambiente, y podría llegar a ser la base
de una nueva filosofía en el siglo XXI.
Es interesante que la ecosofía haya reconocido
que la crisis postmoderna es una crisis de los valores y de las
ideologías fracasadas del siglo XX, es decir, de la visión
positiva materialista. La ecosofía se encuentra a la búsqueda
de una visión del mundo más amplia, más profunda
y más global. Para la realización de este trabajo,
he tomado como referencia un libro que contiene una recolección
de párrafos de los representantes más importantes
de la ecosofía o de la ecología profunda, como Arne
Naess, Fritjof Capra, Gregory Bateson, Joanna Macy. Ambos términos,
ecosofía y ecología profunda serán utilizados
como sinónimos.
LOS CUATRO CAMPOS DE LA ECOSOFÍA
El mandala de la ecosofía
Los editores anteponen un mandala que representa cuatro
columnas, o campos de la ecosofía, como visión del
mundo. Esos cuatro campos son:
I) El campo científico:
Lo cognitivo, es decir, los conocimientos de la ciencia
que nos dirigen hacia una nueva visión del mundo: la teoría
general de los sistemas, la visión del mundo holonística,
la teoría de Gea, el principio de la organización
propia. Esos conocimientos deben llevar a una comprensión
más profunda de las leyes de la vida.
II) El campo emocional:
Este campo se ocupa del desarrollo de un nuevo acceso
hacia el mundo, para poder confrontar emocionalmente la crisis global,
sin tener que reprimirla. Se trata de encontrar la forma de poder
transformar la tensión que resulta de la conciencia y del
sentir de la crisis global, en energías y sentimientos fecundos,
que nos dirijan hacia un cambio de estilo de vida y hacia una acción
global. La compasión debe ser utilizada como fuente positiva
de energía.
III) El campo práctico:
Se encuentran por desarrollar alternativas que posibiliten
a la sociedad y al individuo vivir en mejor resonancia con la naturaleza.
Se trata de desarrollar un estilo de vida y un sistema de valores
duraderos y capaces para el futuro, y no a costa de las generaciones
venideras. Es importante también la conexión de todas
las iniciativas y organizaciones que se esfuerzan por desarrollos
capaces para el futuro, para promover a través de ello el
nacimiento de efectos sinergéticos.
IV) El campo espiritual:
Tiene como finalidad el desarrollar de nuevo un acceso
vivo hacia la naturaleza, el abrirse a una mística natural
y descubrir lo común de lo sagrado. Considerarse a sí
mismo como parte de la red de vida, y en razón de ello, desarrollar
una responsabilidad más amplia que sea más global,
menos antropocéntrica y oportunista.
La frase el desarrollo del Ser ecológico que
aparece en el centro del mandala, indica el objetivo. La idea del
Ser ecológico es una de las claves de la ecosofía.
A continuación profundizaremos un poco más los campos
tratados.
EL CAMPO CIENTÍFICO
a) El concepto del “Ser ecológico”
El concepto del Ser ecológico amplia el concepto
antropocéntrico del Ser a una dimensión ecológica.
Gregory Bateson, cibernético y uno de los precursores
de la nueva teoría de sistemas, y con ello de la ecosofía,
explica que las fronteras entre Hombre y Naturaleza son de origen
artificial.
Como aclaración a la figura expuesta damos
las siguientes citas de Bateson:
Define el Ser de un individuo no sólo por su
cuerpo físico, sino a través de las informaciones
que un individuo recibe de su entorno. El Ser es ampliado a través
de ello y se conforma de Hombre y entorno. Según la conciencia,
cambian las fronteras del individuo.
Del modelo mostrado, se deriva un nuevo concepto del
espíritu:
Así obtenemos una imagen del espíritu,
según la cual éste tiene la misma función que
un sistema cibernético, es decir, que actúa como unidad
total relevante, que asimila la información atravesando las
fases de intento y error. Y nosotros sabemos que dentro del espíritu,
en el sentido más amplio, se encuentra una jerarquía
de subsistemas, cada uno de los cuales podríamos definir
individualmente como espíritu… Algo que yo describo
como "espíritu", lo enmarco dentro del gran sistema
ecológico, el ecosistema. O cuando desplazo los límites
del sistema a otro nivel, el espíritu de toda la estructura
evolutiva se encuentra inmanente.
La ciencia del siglo XXI tiene que dar todavía
un gran paso para concebir la idea del espíritu no como un
fenómeno humano, sino como algo que se extiende a toda la
naturaleza. Bateson aboga por la superación del pensamiento
egocéntrico y por la identificación con el medio ambiente
en el que vivimos. El relacionar el nivel intelectual con el nivel
del pensar y actuar cotidianos, no es fácil, como Beteson
observa. Requiere de un camino en el pensar, que debe identificarse
con el entorno o bien integrar el medio ambiente en la propia conciencia.
Esa conciencia es denominada en la ecosofía como el Ser ecológico.
b) La idea del Holon
Esta idea introducida por Arthur Koestler es una de
las más importantes en las discusiones científicas
más recientes y es utilizada muchas veces en relación
con la ecosofía. Joanna Macy, psicóloga americana
y pionera de la ecología profunda, escribe: Todos los sistemas
vivos, ya sean éstos orgánicos, como en el caso de
una célula, o superorgánicos como en el caso de una
sociedad, un sistema ecológico, son holones. Esto quiere
decir que poseen un tipo de Ser dual. Son en sí mismos un
todo y al mismo tiempo parte de otro todo superior. El escritor
Arthur Koestler acuñó esta idea, tomando como base
la palabra griega para "todo", junto con el sufijo "on",
el que significa "parte".
Fenómenos vivos aparecen por ello como sistemas
dentro de otros sistemas, como campos dentro de otros campos, como
un juego de muñecas rusas.
Esta idea muestra que todos los niveles se encuentran
conectados entre sí y actúan en conjunto. Una totalidad
de holones que actúan en conjunto se llama holonarquía,
término muy parecido al de jerarquía, el sentido de
un orden más grande. En todo caso este término indica
que los subsistemas particulares actúan como unidades independientes,
y a pesar de ello están ligados al orden de la "holonarquía".
Por consiguiente, cada holón cumple en forma independiente
con el orden de la holonarquía.
c) La teoría de Gea
Lovelock, juntamente con la bióloga molecular
Lynn Margulis, investigó los procesos que se desarrollan
sobre nuestro planeta, y mostró que estos procesos corresponden
más a un organismo vivo capaz de regularse a sí mismo,
que al producto de la casualidad sobre un planeta muerto. La idea
central es "Autopoiese" (regulación propia). Esta
idea fue desarrollada por Humberto Maturana y Francisco
Varela para la explicación de modelos de organización
de sistemas vivos, y ésta representa hoy en día para
muchos científicos el criterio central de la vida. Dice que
un sistema frente al medio ambiente puede regularse a sí
mismo; así por ejemplo, puede mantener su temperatura a un
mismo nivel, a pesar de los enormes cambios que pueda sufrir la
temperatura del entorno. La tierra también se encuentra en
condiciones de mantener la temperatura a un determinado nivel, el
porcentaje de sal en las aguas de los mares, la composición
de la atmósfera. Estos son sólo algunos indicios que
pueden ser mencionados a favor de la teoría de Gea. La tierra,
durante su evolución, ha vivido ya muchas veces situaciones
dramáticas, logrando siempre alcanzar de nuevo un equilibrio
dinámico. Evidentemente, a largo plazo, este cambio no es
problemático para Gea, pero sí lo es para la humanidad,
que está haciendo desaparecer las condiciones para su propia
vida y para la de otros seres vivientes.
La teoría de Gea pone en movimiento un gran
proceso de cambio en el pensar, porque concibe la tierra y todos
los seres vivientes que en ella se encuentran como un gran sistema
vivo u organismo, y no como sistemas que compiten entre sí,
como sustenta la vieja ciencia darwinista y positivista.
Fridjof Capra, un pionero del "nuevo
pensar", acuñó, a este respecto, la idea de "red
de vida". En su libro Red de vida- un nuevo entendimiento del
mundo viviente, ofrece una síntesis del desarrollo que conduce
a la ciencia moderna. Muchas de estas investigaciones son la confirmación
de una visión global y muestran el nacimiento de una "nueva
ciencia". La ciencia del siglo XXI puede ser ya vislumbrada
y es un campo de estudios enriquecedor, ya que nos posibilita la
construcción de un puente entre las verdaderas enseñanzas
esotéricas y los conocimientos actuales; pero quizás
lo más importante sea que puede formar los fundamentos para
un actuar conjunto y capaz para el futuro, con los pioneros de la
ciencia.
|