Hanblecheyapi: La Búsqueda
de la Visión
En el idioma de los indios lakotas (conocidos entre
nosotros como sioux), hanblecheyapi significa "llorar por una
visión sobre una montaña aislada". Según
sus practicantes, este ritual es el centro de la espiritualidad
india, ya que sirvió para el descubrimiento de otros actos
religiosos tales como la danza del sol, la ceremonia del emparentamiento,
la preparación de la joven y el lanzamiento de pelota.
Básicamente, la imploración de la visión (conocida
en inglés como Visión Quest) consiste en alejarse
de los lugares habitados y buscar zonas apartadas donde el buscador
pueda permanecer varios días en oración. En esta situación
suelen producirse fenómenos visionarios que están
relacionados con la vida futura del individuo y que, en muchas ocasiones,
parecen cumplirse.
Según la tradición lakota, cualquier persona puede
implorar una visión, jóvenes y ancianos, hombres o
mujeres. La única diferencia es que la búsqueda visionaria
de los hombres se suele realizar en lugares elevados y solitarios,
mientras que las mujeres se retiran a lugares mas llanos y cercanos
al poblado.
Razones
Los motivos por los cuales se realizaba la Visión Quest han
sido muy variados a lo largo del tiempo, pero generalmente pueden
agruparse en dos grupos: la búsqueda como impulso de crecimiento
interior, y la búsqueda como acto propiciatorio ante las
divinidades.
En tiempos antiguos, era muy común realizar la Búsqueda
de la Visión como acto sacrificial. La dureza de las condiciones
del Hanblecheyapi, lo convertían en un rito ideal para ser
ofrecido a la divinidad en pago por algún bien solicitado,
tal como la curación de un familiar o el deseo de poder o
fortuna en la caza o la guerra. Muchos indios, tras obtener el favor
solicitado, o aun antes, se retiraban a las montañas como
ofrenda.
Otro de los motivos que impulsaban a los lakotas en su búsqueda
era el deseo de conocer tanto el futuro, como de aumentar su conocimiento.
Así, el hanblecheyapi es un ritual muy adecuado para la formación
de los chamanes, o como ayuda a todos aquellos que tengan una inquietud
espiritual que les lleve a querer saber mas sobre la realidad circundante.
La Purificación
Cuando una persona desea iniciar su búsqueda visionaria,
debe presentarse ante el chaman y explicarle su deseo y las razones
que le impulsan a ello. El chaman, si es honrado, le advertirá
de la dureza de las condiciones del hanblecheyapi e intentará
disuadirle de realizarlo si observa que las razones del peticionario
no son lo suficientemente claras.
Si el buscador es aceptado, el chaman le preguntara por cuanto
tiempo desea prolongar su retiro. Una conversación típica
es la recogida por Curtis: “El chaman dice:
Este es mi rito. Yo permanecí solo de pie un día
y una noche, rindiendo culto al Gran Espíritu, pero fue duro.
¿Quieres este único día? Dímelo si es
así. Luego permanecí dos días y dos noches
solo en una colina. Eso fue aún mas duro. ¿Quieres
eso? Dímelo si es así. Otra vez pase tres días
y tres noches suplicando al Misterio y fue muy duro. ¿Quieres
eso? Dímelo si es asï. Luego pase cuatro días
y cuatro noches en la cima de una colina, rezando y suplicando a
los espíritus del Cielo y la Tierra, a Wakan-tanka, el unico
Gran Misterio. No bebí agua ni probe alimento alguno. Eso
fue lo mas difrcil de todo. ¿Quieres eso? Dímelo si
es así.
Mi corazón es fuerte -responde el buscador-, el corazón
de mi padre era fuerte. He prometido al Gran Misterio rendirle culto.
Ayunaré cuatro días y cuatro noches.
- Es muy duro, pero el Gran Misterio te ayudará. Ve a tu
tipi; elige a dos hombres jóvenes y buenos. Pídeles
que construyan una cabaña para sudar para ti mañana
por la mañana.”
Posteriormente se realiza un ritual en la Cabaña de Sudar
o Inipi a fin de purificar al buscador y enviarle en condiciones
de afrontar el Gran Misterio. La purificación previa es un
requisito indispensable para llevar a cabo esta o cualquier otra
ceremonia india. En la cabaña se fuma tabaco y kinnikinnick.
El Retiro
Una vez que termina el rito del Inipi, el buscador abandona la cabaña
de sudar, toma una pipa llena de tabaco en su mano izquierda y un
manto en la derecha e inicia su viaje sagrado. Durante el trayecto
hacia una colina o montaña, no dejará de implorar
a los espíritus para que su búsqueda sea satisfactoria.
Tras el caminan los dos ayudantes con ofrendas.
Una vez han encontrado una montaña apartada y solitaria,
la escalan hasta la cima. En ella trazan un cuadrado. En cada esquina
se colocan ofrendas de tabaco y se cubre de salvia el interior.
En el lado que mira al este se deja la ofrenda principal, una piel
de bisonte con tabaco.
Al fin, el suplicante queda solo mientras los ayudantes le abandonan
para volver al poblado. Durante los próximos cuatro días
y cuatro noches, no dormirá, ni comerá, vivirá
en soledad y oración, suplicando una visión.
Las circunstancias de la búsqueda son muy duras, como puede
atestiguar cualquiera que la haya llevado a cabo. El ser humano
se enfrenta en ella a todos sus miedos: la soledad, el silencio,
los animales salvajes, el ataque de otros hombres, lo sobrenatural.
Los indios recurren a la oración parar apartar de sí
estos miedos y poder soportar la extrema soledad. En este contexto
hay que recordar que la Búsqueda de la Visión era
llevada a cabo en lugares salvajes donde la naturaleza mantenga
todo su poder, a la vez grandioso y terrorífico.
El indio que se encuentra en su búsqueda visionaria, dedica
la mayor parte del tiempo a la oración y la suplica. Al mediodía
se vuelve y reza al Misterio del Sur; en el crepúsculo, al
Trueno, al Ser Alado, el Espíritu del Oeste. Cuando se ha
hecho la oscuridad en la montana, se tiende con la cara aun hacia
el Oeste, suplicando al Misterio del Trueno que le conceda una visión.
En la noche, rezara a Wazíya, el espíritu del Norte
y de la nieve. El amanecer le encontrara suplicando a la deidad
del Este.
En un momento dado de estos cuatro días se producen las
visiones. En ellas suelen aparecer animales o guerreros y en muchos
casos, los protagonistas de la visión hablan al suplicante
dandole importantes mensajes.
Las visiones entre los lakota suelen estar relacionadas con hechos
de guerra o con cacerías afortunadas. A algunas personas
se les revelan métodos curativos o verdades espirituales.
Estas personas son chamanes o están, por este hecho, llamados
a serlo. Evidentemente, entre los occidentales no se producen visiones
guerreras, pero sí se dan las de tipo espiritual.
Hay que señalar que en alguna ocasiones no se producen
visiones. Muchos indios ayunan varias veces en su vida, tengan visiones
o no.
El Regreso
Pasados cuatro días y cuatro noches, los ayudantes del buscador
acuden a la montaña para buscarle. Generalmente le encuentran
en un estado de gran debilidad y postración.
Los ayudantes llevan un caballo consigo a lomos del cual es izado
el buscador. Esta operación debe realizarse con cuidado,
ya que el buscador es considerado Wakan, sagrado. Se le lleva hasta
la presencia del chaman, que recoge de su mano la pipa vacía.
El suplicante contará su visión si la ha tenido
y ésta será interpretada, a menos que su significado
sea muy obvio. Nunca se pone en duda la veracidad de una visión;
puede interpretarse erróneamente, pero los sucesos posteriores
demostrarán siempre que los seres espirituales no se equivocaban.
A continuación al buscador se le ofrece carne y agua purificados
con humo de hierbas sagradas. El suplicante y el chaman vuelven
al Inipi para purificarse. Si al suplicante se le ha aparecido un
animal, este se convertirá en su espíritu tutelar,
en su animal de poder.
Visión Moderna
Como en el caso del Inipi, la Búsqueda de la Visión
ha sido adoptada por muchos grupos occidentales como método
para la expansión de la conciencia. Así, el Visión
Quest se realiza en muchos lugares de Norteamérica, e incluso
se ensena en algunas universidades. El método empleado suele
ser mas gimnástico que devocional, y resulta poco aconsejable.
Muchos investigadores han encontrado en el hanblecheyapi la base
de algunas terapias psicológicas usadas actualmente, como
la Terapia Primal de Arthur Janov. Este sistema curativo se basa
en la privación sensorial como método para revivir
los bloqueos emocionales producidos en la infancia.
La idea básica de Janov es que reviviendo el traurna infantil
se puede curar la neurosis.
Ciertamente, todos los que han llevado a cabo la Búsqueda
de la Visión de una forma seria reconocen que se producen
profundas limpiezas emocionales en su transcurso. La sensación
después de realizar este ritual es extremadamente agradable,
aunque no podemos afirmar que sea curativo en enfermos neuróticos.
Este aspecto requiere una amplia experimentación .
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