Estados modificados
de conciencia y Enteógenos
Estados holotrópicos de consciencia - Stanislav
Grof
Extraído de "La psicología
del futuro"
En los estados holotrópicos, la consciencia
experimenta una modificación cualitativa profunda y fundamental.
Sin embargo, a diferencia de las condiciones que tienen una causa
orgánica, no se ve gravemente dañada. En este sentido,
por un lado, permanecemos plenamente orientados en el tiempo y el
espacio, es decir, no perdemos completamente nuestra percepción
de la realidad diaria mientras que, por otro lado, nuestro campo
perceptivo se ve desbordado por el contenido procedente de otras
dimensiones de la existencia. Algo que puede ser muy intenso e incluso
abrumador. En tales casos, estamos experimentando de forma simultánea
dos realidades muy distintas. Nos encontramos "a caballo"
entre dos mundos diferentes.
Los estados holotrópicos se caracterizan por
los profundos cambios de percepción sensorial. Al cerrar
los ojos, nuestro campo visual puede verse invadido por imágenes
procedentes de nuestra historia personal así como del inconsciente
colectivo. Podemos tener visiones y experiencias que nos comunican
aspectos diversos del reino animal o vegetal, escenas de la naturaleza
en general o del cosmos. Estas experiencias pueden trasladarnos
al ámbito de los arquetipos o a regiones mitológicas.
Al abrir los oios, la percepción del entorno que nos rodea
suele verse alterada por claras proyecciones de este material inconsciente.
Todo esto también puede ir acompañado de una amplia
variedad de vivencias que incluyen también a los demás
sentidos: sonidos, sensaciones físicas, olores y sabores
diversos.
Las emociones asociadas con los estados holotrópicos
cubren un amplio espectro que se extiende mucho más allá
de los límites de nuestra vivencia cotidiana, tanto por su
naturaleza como por su intensidad. Estas emociones abarcan desde
sentimientos de éxtasis, bienaventuranza celestial y "paz
que sobrepasa toda comprensión", a episodios de terror
abismal, cólera asesina, profunda desesperación, culpabilidad
devoradora y otras formas de sufrimiento emocional inimaginable.
La intensidad de estas formas extremas de estados emocionales puede
equipararse a las descripciones de los reinos paradisíacos
e infernales que aparecen en las escrituras de las grandes religiones
mundiales.
Un aspecto particularmente interesante de los estados
holotrópicos es el efecto que tienen en los procesos del
pensamiento. En ellos, el intelecto no se ve mermado, sin embargo
funcioana de una forma muy distinta a como lo hace habitualmente.
Aunque a veces no confiemos en nuestro propio juicio en los asuntos
prácticos ordinarios, en estos estados holotrópicos
podemos sentirnos desbordados por la cantidad de información
verdadera relativa a nuestra historia personal, las dinámicas
inconscientes, las dificultades emocionales y los problemas interpersonales.
Del mismo modo, podemos tener revelaciones extraordinarias respecto
a diversos aspectos de la naturaleza y del cosmos. La cualidad de
esas revelaciones trasciende notablemente nuestra formación
intelectual y educativa. Las comprensiones más interesantes
a las que se puede tener acceso en estos estados holotrópicos
son aquellas que giran alrededor de cuestiones filosóficas,
metafísicas y espirituales.
Es posible vivir secuencias de muerte y renacimiento
psicoespirituales, así como un vasto espectro de fenómenos
transpersonales, como por ejemplo sentimientos de unidad con otras
personas, la naturaleza, el universo y Dios. También puede
que nos adentremos en lo que parecen ser recuerdos de encarnaciones
pasadas y encuentros con figuras arquetípicas. Podemos comunicarnos
con entidades incorpóreas o visitar paisajes mitológicos.
Las expenencias holotrópicas de esta categoría son
la principal fuente de los sistemas de las cosmologías, mitologías,
filosofías, así como de las religiones, que describen
la naturaleza espiritual del cosmos y de la existencia. Estas constituyen
la llave de acceso a la comprensión de la vida ritual y espiritual
de la humanidad. Nos ayudan a comprender desde las ceremonias sagradas
de las tribus aborígenes y el chamanismo hasta las religiones
del mundo.
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