Enrique Barrios - AMI
Nacido
en Caracas (Venezuela), emulando a su cirujano padre, inicia
estudios de medicina, pero que pronto abandona ante los consejos
de su propio mentor. Viajero impenitente, su verdadera aventura
la encuentra en la búsqueda de la Verdad. Iniciado
en místicas prácticas milenarias y, tras un
episodio en que presencia de cerca su muerte, nace su vocación
de escritor y divulgador. Recuerda entonces la sabiduría
de su abuela, quien en su infancia le relataba historias que
tenían al Amor como Fuerza Universal, como Divinidad
misma. Llevándolo a considerar la vida desde una perspectiva
más universal, más colectiva, global y planetaria,
pero fundamentada no en los valores de este mundo sino en
la Fuerza Amor. Una filosofía presente en sus dos obras
de repercusión mundial, la saga de textos sobre Ami
y El Maravilloso Universo de la Magia.
Nacimiento e Infancia de un Buscador
Enrique Barrios nace en Caracas, Venezuela, a inicios de
septiembre de 1945... Por tener padres de ambos países,
Chile y Venezuela, siempre serán para él lugares
de retorno permanente.
Escritor chileno-venezolano se ajustaría más
a la verdad que una sola nacionalidad, aunque además,
por haber vivido largos años en Argentina, en algunos
lugares figura como escritor argentino. No reniega de ello
tampoco, porque un pedazo del alma se le quedó en aquel
país del sur, especialmente en la Argentina autóctona,
la de la letra erre arrastrada. Y si un día España
le diese un pasaporte, bienvenido; y si pudiera tener un pasaporte
de cada nación del mundo, bienvenidos sean. Además
se considera escritor y viajero, como W Sommerset Maugham.
Desde su infancia asoma el buscador de respuestas filosóficas
que hay en él: ¿Para qué es la vida?
¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde
vamos? Le preguntaba a su abuela. Ella le decía cosas
acerca del amor, pero él estaba en la búsqueda
de algo mucho más serio (eso creía él).
Una señora tan romántica e inocente como mi
abuela no entiende nada... pensaba el niño, así
que no le prestaba demasiada atención.
A medida que crece va entendiendo que a pesar de sentirse
muy motivado por conocer los misterios transcendentes de la
existencia, no se inclina a creer incondicionalmente en todo
lo que se le diga, por más que muchos lo den por sentado.
Detrás de su alma que busca absolutos existe la necesidad
imperiosa de ceñirse a cierta lógica o coherencia.
Ni dudar de todo ni tragarse todo, ese era su lema. Hoy piensa
que esa fue la clave que le permitió más adelante
tener la apertura mental, la libertad interior y claridad
suficiente para comprender la filosofía espiritual
que se le hizo ver y que luego ha mostrado al mundo.
En Busca de la Verdad
Con un millón de vivencias infantiles asociadas a
los viajes, de mayor, igual que de niño, su mayor alegría
se la brindará el recorrer los caminos del mundo; y
su mayor curiosidad se centrará en los viajes del espíritu,
en la búsqueda de la sabiduría milenaria, los
poderes, los misterios, los grandes místicos, la Verdad,
la Iluminación, el Nirvana y el Tao.
Desde muy joven comienza a irse lejos, tantas veces con una
mochila a la espalda y sin mucho dinero, trabajando en lo
que pueda para sobrevivir; otras veces, y ya mayor, yendo
a radicarse por meses o años en otros países,
para así poder conocer de cerca a sus hermanos de otros
pueblos, no con la fugaz mirada del turista, sino con la de
quien convive con ellos y participa de sus costumbres por
un tiempo más largo, lo cual le permitirá tener
una visión más amplia del ser humano y del mundo.
Pero jamás dejará de recorrer también
los caminos del espíritu, para encontrar si fuera posible
una verdad -no una creencia- indiscutible, absoluta, de valor
universal. Por eso a lo largo de su vida siempre estará
estudiando filosofía, religiones y otros sistemas espirituales
-aparte de idiomas, para comunicarse con mayor facilidad con
sus hermanos de otras latitudes. Es un buscador y un viajero,
pero también un hombre de este mundo, una mente curiosa,
por ello gusta también de la literatura formal, la
psicología, la antropología... y de estar al
día con respecto a la cultura de su tiempo, Internet
por ejemplo: La mirada en lo alto, pero los pies en la tierra,
y el corazón en Amor.
Encuentro con el Maestro
A los dieciocho años de edad parte solo hacia Caracas,
1964. Allí encuentra a un hombre profundamente místico,
pero de un misticismo diferente, muy poco dulzón, dentro
de una línea pedagógica que no forma escuelas
públicas y que funciona en una privacidad muy estricta.
Allí se manejaban milenarias y sencillas técnicas
o Ejercicios orientados al despertar de la conciencia, éstos
se transmiten sólo de maestro a discípulo y
no aparecen en libro alguno.
Enrique siente que ha encontrado su sendero espiritual y
su guía, y no puede evitar hacerse alumno de ese hombre,
al que seguirá con respeto y admiración durante
los próximos veintiún años de su vida.
Pero el joven discípulo es movedizo, le cuesta permanecer
mucho tiempo en el mismo lugar, así que las lecciones
deberán esperar hasta cada retorno suyo a Caracas.
Pero así y todo sus permanencias junto al Maestro
son a veces de varios años seguidos. Incluso emprenden
juntos, más otro buscador, un viaje iniciático
Venezuela-Chile a fines de 1964, por tierra y con escasísimo
dinero, como una prueba o ejercicio espiritual, para adquirir
temple, para que mediante la necesidad y la adversidad se
activen recursos internos dormidos, recursos que en la rutina
no se activan jamás.
A esas alturas ya era considerado como un despistado por
su alarmada familia, que veía que el muchacho no se
encarrilaba por el buen camino y prefería andar rodando
por ahí, lleno de delirios espirituales. Desempeña
varios oficios, sin mucho entusiasmo, porque su real interés
está en lo que él llamaba la búsqueda
de la Verdad. Estudia medicina, tal vez por emular a su cirujano
padre, pero pronto se desanima y deja la carrera. El doctor
le dice olvídese de mí, Ud. no será nunca
bueno para nada. ¡No sabe lo que quiere!
Se retiró de esos estudios al descubrir que no es
el cuerpo lo que le gustaría ayudar a sanar, sino el
alma, y mientras no encuentre cómo hacerlo, se quedará
como artesano artístico en diversos materiales. Tiene
talento; no le va mal, y así obtiene la libertad que
le permite continuar en su búsqueda interior y en sus
viajes, en los que intenta practicar -internamente- los Ejercicios
psicológicos que su maestro le ha enseñado.
Aparte de Venezuela y Chile, sus dos hogares, reside por
períodos de meses o años en Brasil, Ecuador,
Perú, USA, Francia, Argentina, Australia y España,
y visita además multitud de países en los cinco
continentes. Ha dado una vuelta completa al mundo en sentido
oeste-este.
Una Nueva e Iluminada Visión de la Vida
En la madrugada del 19 de septiembre de 1984, en Chile, se
ve ante la muerte inevitable en un asalto en despoblado, muerte
que sin embargo -inexplicablemente- no se produce, porque
los asaltantes, cuchillo en mano, de pronto salen huyendo
y se pierden en la noche. Pero él, boca arriba en el
suelo, ya se había despedido de la vida, y súbitamente
se ve vivo e ileso... Fue como comenzar a vivir con tiempo
prestado.
Pocos días después, el 27, en un bosque junto
al mar, en una luminosa mañana de primavera y en un
lugar cercano al del asalto, tiene una experiencia espiritual
que marca el comienzo de su labor como escritor. Tal vez a
su duro ego le faltaba la proximidad del más allá
-un trance de muerte- para llegar a una compresión
superior de la existencia, porque nada nos puede hacer recordar
mejor la transitoriedad de todo que el vernos de pronto, inesperadamente,
ante el momento de tener que decir adiós a todas las
ilusiones. ¿Qué queda entonces? Sólo
lo que es Real, y allí, por encima de todo lo demás,
se encuentran los afectos.
Así obtiene por fin la claridad que buscaba desde
niño. Vislumbra algo que ante su sensibilidad e inteligencia
constituye La Suprema Realidad del Universo, un concepto o
vivencia, o ambas cosas juntas, que acaba de experimentar
en una suerte de expansión de consciencia, y que será
la base y el fundamento de toda su futura obra literaria:
el Amor, el Amor como Fuerza Universal, como Divinidad, como
Dios mismo, de allí su frase: El Amor no es manifestación
de Dios, sino Presencia de Dios.
Ese es para él el elemento universal y absoluto que
buscaba, que no es una creencia sino una realidad que todos
podemos percibir y vivenciar, porque todos podemos experimentar
amor. Eso es aquello que subyace tras toda religión,
porque detrás de todas ellas, más allá
de lo cambiante y transitorio, de origen humano, resplandece
el Espíritu de Dios: el Amor. Por eso todas las religiones
nos impulsan a seguir los Mandamientos del Amor.
Pero esa comprensión es sólo el punto de partida
hacia toda una filosofía espiritual que, como si fuese
un libro que se va desplegando poco a poco ante sí,
va adquiriendo forma y sentido en su mente.
Nace una Sencilla Teología del Amor, y una
Misión
Después de esa experiencia comprende que de allí
en adelante deberá dedicarse a ayudar a difundir en
forma escrita lo que ha recibido. Esa es su misión.
Considera que si se le dio tiempo extra de vida, no fue para
otro propósito. Sabe que tendrá que intentar
llegar a la multitud mediante libros que aún no ha
escrito, y le parece como si el Cielo le dijera que será
ayudado en ese propósito, y que tendrá éxito,
y así resulta suceder.
Es allí cuando deja de sentirse discípulo de
su ex Maestro, quien no le enseñó nada acerca
del Amor, pero sí preparó su consciencia para
la llegada de esa comprensión, y ahora puede caminar
solo. También es entonces cuando comprende lo que quería
decirle su abuela cuando era un niño, por ello más
tarde intentará representarla en sus libros mediante
la abuela de un personaje suyo, Pedrito.
A los 39 años de edad, 1984-85 escribe su primera
obra: Mensaje Acuariano, allí aparece en forma de prosa
poética una sencilla filosofía espiritual que
intenta producir pequeños o grandes cambios de enfoque
hacia la existencia, llevándonos a considerar la vida
desde una perspectiva más universal, más colectiva,
global y planetaria, pero fundamentada no en los valores de
este mundo sino en la Fuerza Amor.
Esa filosofía nos sugiere tener un pedacito de corazón
puesto en Gaia (la Madre Tierra) y en el futuro de toda la
humanidad, no sólo en el de nuestro país, y
nos incita a cooperar en acciones concretas, grandes o pequeñas,
para ayudar a crear un mundo mejor. Debido a ello, esa filosofía
espiritual no propugna algo tan extremo como la santidad,
porque no hace falta para que el mundo cambie positivamente,
porque basta con una conducta exenta de canalladas en la vida
privada y pública, en el amor, en la familia, en los
negocios, en la política y en las finanzas internacionales,
para que la familia humana pueda vivir mejor y superar las
pruebas que tenemos como humanidad.
Huelga decir entonces que la filosofía espiritual
del mensaje de Enrique no está orientada a producir
acróbatas o fakires de la espiritualidad, la renuncia,
la mortificación y los poderes psicológicos
-no tiene nada de ello-, sino a intentar orientar y sensibilizar
un poco al ser humano del planeta Tierra en torno a los valores
universales que derivan del Amor, para que sea más
solidario y más humano, y así poco a poco el
mundo vaya cambiando y merezca un futuro, cosa que por ahora
es bastante incierta.
No es todavía la idea precisa. Cuando el texto está
redactado, no busca editor. No lo hace porque comprende que
ese no sería el camino apropiado para lograr una buena
difusión de lo que ha recibido, no todavía,
porque un libro de características tan filosóficas
y místicas no sería la forma más adecuada
de llegar a la multitud, la que por lo general es atraída
por cosas mucho menos sacras, y llega a preguntarse si no
será una telenovela mística lo que debería
escribir, algo capaz de conseguir la misma atención
que se le presta a un partido de fútbol importante.
¡La Llegada de Ami!
Casi un año después el Cielo coopera. En agosto
de 1985, concretamente el 17, aparece en el cielo de la región
central de Chile una extraña luz que permanece varias
horas allí detenida hasta que de pronto se esfuma.
Toda la prensa consignó el hecho, pero nunca se entregó
una explicación satisfactoria, pero es a raíz
de ese avistamiento que Enrique obtiene la inspiración
para Ami, el Niño de las Estrellas, obra que tiene
todo el sustrato de la filosofía del Mensaje Acuariano,
pero además presenta viajes espaciales y aventuras
diversas. Tardó sólo ocho días en escribir
el libro.
Cuando el manuscrito de su segunda obra está listo,
esta vez como por arte de magia aparece el dueño de
una pequeña imprenta, quien decide arriesgarse a imprimir
fiado el libro, transformando a Enrique en editor a crédito,
porque no tenía dinero para financiar la primera edición
de dos mil ejemplares.
Ami ve la luz en marzo de 1986 en Chile y logra éxito
inmediato. Las reimpresiones se multiplican (y así
pudo pagarle al dueño de la imprenta)... Pronto recibe
el respaldo de los Ministerios de Educación de varios
países y de autoridades de distintas corrientes espirituales.
El año 1987 escribe Ami Regresa y Ami y Perlita. 1988
es el turno de El Maravilloso Universo de la Magia, libro
que para muchos es su obra más importante.
Un niño, Ami, viene de un mundo superior al nuestro
para comunicar a otro niño, pero terrícola,
Pedro, cómo se vive en planetas más avanzados.
Lo lleva en su nave espacial a visitar el sorprendente mundo
de OPHIR, en donde no existen las guerras, la violencia ni
las injusticias, porque allá, igual que en todos los
mundos evolucionados (el nuestro no lo es) se vive de acuerdo
a la Ley Fundamental del Universo. Importante Ley Universal
que el pequeño Ami no le revela a Pedrito sino bastante
entrada la lectura del libro.
Parecería una historia infantil, pero para muchos
se trata de un manual de ciencia espiritual universal. Nos
presenta a nada más y nada menos que a Dios Amor...
Respaldado por el cielo y por la tierra; es decir, aprobado
por innumerables agrupaciones dedicadas a la enseñanza
y difusión de contenidos espirituales, inclusive por
el Papa Juan Pablo II, quien otorgó su Bendición
al autor por esta obra. Y por otro lado, avalado por Ministerios
de Educación, como el de Chile, Argentina y otros países,
para la educación secundaria. Inspiradora obra capaz
de producir positivos cambios radicales en las almas de sus
lectores, según miles de testimonios provenientes de
muchos países.
En cuanto a El Maravilloso Universo de la Magia -para muchos,
la obra más importante del autor- se trata de un viaje
iniciático que debe emprender el lector, de la mano
de un jocoso guía, por los laberínticos pasillos
de un templo etérico, en donde comenzará a recibir
lecciones de parte de un Venerable Maestro. Aquí se
nos impulsa a pensar que sí se puede, por ejemplo realizar
nuestros más hermosos sueños, y se nos indica
cómo hacerlo.
Pero antes, el aspirante a recibir el Conocimiento (el lector)
deberá prestar un muy serio Juramento ante los miembros
de la Hermandad Blanca, es decir, cierta Confraternidad o
Jerarquía universal de almas dedicadas a difundir la
Luz del Conocimiento. Como casi todo lo del autor, parece
un juego, pero este libro ciertamente no lo es. Él
lo sabe gracias a los miles de testimonios llegados de sus
lectores. Algunos han superado enfermedades mortales, otros
han conseguido materializar fortunas siguiendo las lecciones
aquí presentadas, y en general, todos logran aclarar
ideas en torno a estos temas gracias a este luminoso libro.
A fines de 1988 se traslada a Buenos Aires, Argentina, en
donde permanece durante doce años. Allí escribe:
Cuentos de Amor, estrellas y almas gemelas (1991), Maravilla
(1992), Ami 3 (1997-98), Carta de Dios para ti (1998) y Dios
para locos bajitos (1998). El año 2000 se radica en
España, donde escribe El Color de las Aguas (2000),
Proyecto Elevación (2001) y tiene varias obras más
que sólo necesitan de una revisión final por
parte del autor. Debido a problemas editoriales, ninguna de
estas obras se encuentra disponible en castellano por ahora,
año 2005, pero confiemos en que ese problema será
superado en un momento no lejano.
Resumiendo, de Enrique Barrios se han editado doce obras
en castellano, siendo Ami, el niño de las estrellas
la de mayor difusión a nivel internacional hasta el
momento, superando largamente el millón de ejemplares
vendidos, habiendo sido editada en otros once idiomas, siendo
en Japón donde sus obras han tenido más éxito,
después del mundo hispano hablante. Y sigue escribiendo.
Fragmentos de su Teología del Amor
Se trata de la siguiente visión: El Amor es Dios.
Qué fácil se lee, pero si fuésemos capaces
de asimilar, de comprender, de aprehender ese concepto con
toda nuestra claridad interior... nos iluminaríamos
de inmediato. Aquí creemos, y no como metáfora,
que la Fuerza Universal Amor es Dios, y que por eso basta
con el Amor como guía de nuestra conducta para agradar
a Dios y cumplir con su Voluntad. O para fluir en armonía
con el Universo y la Vida, si prefiere.
Creemos que basta con guiarse por el corazón, por
el Amor, porque allí está nada menos que Dios.
Aunque también hemos explicado que el intelecto, la
inteligencia, está allí para ser usada, pero
siempre al servicio del Amor, y no a la inversa, como sucede
normalmente en este mundo.
Es evidente para nosotros que Dios está en el corazón
porque el Amor se percibe e irradia desde el corazón.
Pero algunos que ignoran que el Amor es Dios, creen que Dios
está por alguna parte de allá arriba... Y como
ignoran que el Amor es Dios, algunos se convierten en terroristas
de Dios... Claro, como no saben qué rayos será
Dios, cómo será, algunos pueden imaginar que
es tan asesino como ellos mismos...
La historia está llena de ejemplos, y los periódicos
de hoy también... ¿Pero cómo se podría
ser terrorista del Amor?... ¡Es un peligro hablar y
hablar de Dios y no tener la menor idea acerca de su Naturaleza!
(Amor). Debido a ello estamos comprobando, según la
dolorosa prensa, que nuestra labor es cada día más
necesaria en el mundo, porque la ignorancia espiritual y religiosa
viene de la mano de soberbia homicida...
Tienen fe, pero no tienen Amor (ni claridad mental, porque
como ya se dijo, es el Amor lo que nos hace sabios). ¿De
qué sirve la fe sin Amor? Cuando no hay Amor en el
corazón se necesita fe; pero cuando hay Amor no, PORQUE
EL AMOR ES LA PRUEBA DE LA EXISTENCIA DE DIOS.
Pero eso de fe, a secas (fe en las propias ideas en el fondo)...
Mientras que el Amor no es ninguna idea... Trate usted de
ver la diferencia entre cualquier sistema de creencias y simplemente
vibrar en Amor e irradiar Amor... ¿No es eso el cumplimiento
de toda religión? Pero algunos de esos de sólo
fe, mientras más fe, más asesinos... Ignorancia,
aparte de irracionalidad.
Por eso trabajamos para disminuir la ignorancia, para que
la irracionalidad disminuya también, y en consecuencia,
el dolor en el mundo, y el peligro para la humanidad del futuro,
un futuro que podría convertirse en presente de un
momento a otro, gracias al avance de la ciencia y la tecnología,
y a la escasa comprensión acerca de las cosas de Dios.
Y a tanta fe y tanto celo religioso sin Amor.
Por eso estamos ofreciendo la Clave Maestra, para que quien
la pueda ver con claridad se ilumine y deje de ser dañino.
Aquí tenemos PRUEBAS de que Dios existe... Si a usted
le duele una muela, ¿no es eso una prueba de que el
dolor existe? Uno siente Amor, y eso no es ni fe ni imaginación
ni delirio ni dogma de fe ni creencia sino REALIDAD. Pero
además sabemos que el Amor que sentimos no es cualquier
cosa, sino Dios en nosotros.
Somos una casta especial de seres que sabemos que Dios es
REAL, lo más real y poderoso del Universo, porque nada
hay más poderoso y real que el Amor. Nosotros no necesitamos
de la fe, para nada. ¿Para qué, si El Amor es
el cumplimiento de toda religión? Fe... ¡Pero
si el Amor es PERCEPTIBLE; no es superstición!
¿Que la superstición es creer que el Amor es
Dios? No, error, la primera superstición es suponer
que Dios existe... Pero el Amor no es ninguna superstición,
pregúntele a un psiquiatra o a un médico. No
se puede ver, pero allí está esa fuerza inmensa...
Hasta el más escéptico y burlesco acerca de
la divinidad del Amor, tal vez daría su vida por Amor...
para salvar la vida del hijo, la madre, el hermano, la pareja,
el amigo, su pueblo...
Escépticos y creyentes viven para que los quieran,
quieren ser millonarios o famosos o héroes o santos
o bellos. ¿Para qué? Para que lo quieran, para
contar con el Amor de la gente, aunque no se de cuenta en
forma cabal del origen de sus motivaciones: Necesidad de Amor.
Y al mismo tiempo, la inmensa mayoría, sin darle la
menor trascendencia a la Fuerza Amor... Es como vivir movidos
por el viento y negar la existencia del viento...
La segunda superstición -y esta sí que lo es-,
es suponer que ese dios imaginado es el verdadero Dios y que
estará complacido con nuestra visión de bien
y mal, porque hay gente rogando a Dios que le lance males
a alguien... Vaya visión tan elevada de Dios... Y si
Dios no lo hace (seguramente porque Dios es tonto u holgazán),
van ellos mismos y lo hacen, en el nombre de dios... y despachan
a miles...
Ignoran la Clave Maestra, y por eso nos dedicamos a difundirla,
a ella y a Dios Amor, que es el origen de todo, incluso del
Universo y de la Vida. Por eso, ante el Amor no hay error.
Pregúntele al sabio Salomón... En la Academia
Ophir profundizamos un poco más en el tema. Que Dios
le bendiga.
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