EL ORIGEN DEL SIDA
de http://loquelaverdadesconde.com/2007/11/10/el-origen-del-sida/
Cuando el profesor Jacob Segal, antiguo director del Instituto Biológico
de Berlín, inició sus investigaciones sobre el sida,
no podía imaginar que sus trabajos le conducirían
a abrir la puerta de una de las páginas más vergonzosas
de la historia secreta de nuestro tiempo.
Sus primeras sospechas comenzaron a aflorar cuando descubrió
la increíble semejanza entre el VIH -virus causante de la
enfermedad- y otras dos especies víricas: el VISNA, una patología
cerebral del ganado ovino que no se contagia al ser humano, y el
HTLV-I, una forma de leucemia que ataca a las células T y
raramente resulta fatal.
El genoma del VIH es idéntico al del visna, mucho más
parecido a éste que a cualquier otro retrovirus conocido,
y el tres por ciento diferente corresponde con total exactitud a
un fragmento del código genético del HTLV-I.
Las implicaciones de este descubrimiento comenzaron a espantar
al profesor Segal. Tal grado de semejanza resultaba imposible como
fruto de un proceso natural de evolución y mutación.
La única explicación posible a este fenómeno
es que alguien hubiera producido un híbrido de estos dos
virus mediante ingeniería genética.
El potencial destructivo del VIH podría haber sido incluso
previsto por sus hipotéticos creadores, ya que su patología
combina los efectos complementarios de ambas enfermedades. Los pacientes
que no fallecen a causa de la deficiencia inmunológica provocada
por el virus terminan presentando el mismo tipo de deterioro orgánico
que las ovejas infectadas por el visna.
El profesor Segal debió de acercarse mucho a la verdad ya
que -según la información publicada por el diario
británico Sunday Express- dos funcionarios de la embajada
estadounidense visitaron al científico en su domicilio para
interrogarle sobre lo que sabía y pensaba de la enfermedad.
Uno de ellos se indentificó como historiador, el otro como
cónsul. En palabras del propio Segal: “Estoy convencido
de que eran agentes de la CIA”.
Una de las características más notables de la teoría
de Segal es que nadie se haya tomado la molestia de comprobarla,
a pesar de lo relativamente fácil que sería contando
con los servicios de un laboratorio bien dotado.
El hecho de que la teoría de Segal, que podría suponer
una pista perfectamente válida a la hora de desarrollar un
tratamiento o vacuna para la enfermedad, haya sido silenciada completamente
en Estados Unidos y encontrado muy escasa difusión en Europa,
hace pensar en una ”mano negra” que pretende ocultar
la verdad.
En cambio, la teoría “oficial” sobre el origen
de le enfermedad tuvo una difusión extraordinaria en los
medios de comunicación. Según ésta, el VIH
se habría originado entre determinadas especies de monos
africanos , de los que habría pasado al hombre a partir de
una mutación.
Los primeros casos documentados de sida en África datan de
1983 (según parece relacionados con la vacunación
masiva contra la polio), mientras que mucho antes -en 1979- comenzaron
a registrarse casos entre la comunidad homosexual de Nueva York.
Existen evidencias de que, durante la primera mitad de la década
de los setenta, Robert Gallo estuvo trabajando para la CIA en el
marco de un proyecto secreto denominado MK-Naomi (Según el
Dr. Boyd E. Graves, M y K son por los co-autores del virus del SIDA:
Robert Manaker y Paul Kotin, y NAOMI por: Negroes Are Only Momentary
Individuals) relativo al desarrollo de armas biológicas,
muy similares a lo que hoy conocemos como el sida o el ébola.
Durante la etapa en que este programa estuvo en funcionamiento arreció
la incidencia de ciertos microorganismos infecciosos como el E.
Coli 157, la bacteria devoradora de carne y los meningococos, así
como de nuevos virus: el sida, el ébola, el hanta y la hepatitis
C, entre otros.
También se verificaron aumentos en la mortandad asociada
a cánceres de los tejidos blandos, como el de próstata,
el de mama o los linfomas todos ellos comúnmente achacados
a la exposición a contaminantes químicos y ambientales
o a la acción de toxinas de origen artificial.
Y coincide con la petición de una partida presupuestaria
de 10 millones de dólares por parte del Departamento de Finanzas
de Defensa para el desarrollo de un virus para la guerra bacteriológica.
En las instalaciones de Fort Detrick, Maryland, USA, ( sede de
U.S. Army Medical Research and Materiel Command (USAMRMC), con su
U.S. Army Medical Research Institute of Infectious Diseases (USAMRIID),
y el National Cancer Institute-Frederick ) entre el otoño
de 1977 y la primavera de 1978, habría nacido el VIH, concretamente
en uno de los laboratorios conocidos como P4 -de máxima seguridad-,
en el que se habrían combinado los materiales genéticos
del visna y el HTLV-I.
La fase experimental se habría llevado a cabo empleando
como conejillos de indias a convictos de diversas prisiones federales
con grandes condenas, a los que se habría ofrecido la conmutación
de sus penas a cambio de su colaboración en un programa de
investigación médica, una práctica habitual,
aunque de sospechosa ética, en el sistema norteamericano.
Todo podría haber sido un mero peldaño más
en la sórdida historia de la experimentación con seres
humanos de no ser por un fallo que cometieron los experimentadores.
Los padres del VIH no sospecharon que la enfermedad pudiera tener
un periodo de incubación tan enormemente largo como el del
sida que, en muchos casos, supera ampliamente la decena de años.
Al no apreciar los científicos ningún tipo de síntomas
en los sujetos, el experimento fue considerado un fracaso y los
“conejillos” puestos en libertad tal y como se les había
prometido.
A partir de ese momento la epidemia se convirtió en incontrolable.
El alto porcentaje de toxicomanía y homosexualidad entre
los reclusos fue seguramente lo que provocó que estos colectivos
hayan sido los más castigados por la enfermedad desde que
en 1979 aparecieran los primeros casos entre la comunidad homosexual
de Nueva York.
El congresista neoyorquino Theodore Weiss, famoso por su defensa
de los derechos homosexuales, en un discurso parlamentario pronunció
las siguientes palabras:
“Dadas las actitudes que frente a la homosexualidad y los
homosexuales demuestran ciertos sectores de nuestra sociedad, la
posibilidad de que se haya empleado armamento biológico debe
ser seriamente observada“.
¿Llevaba el congresista Weiss demasiado lejos sus conclusiones?
Es posible, pero las estadísticas parecen darle la razón.
A pesar de que potencialmente cualquiera puede ser víctima
del sida, esta enfermedad se ha cebado con especial saña
en sectores muy definidos de la población, como los homosexuales,
los toxicómanos y los africanos, convirtiéndose en
la primera epidemia de la historia que selecciona socialmente a
sus presas.
El cincuenta por ciento de los 210.000 casos de sida documentados
en los Estados Unidos durante 1992 eran afroamericanos y el 31%
hispanos, nativos o asiáticos, cuando estos colectivos apenas
forman el 12% de la población norteamericana.
Como no me gusta beber de una única fuente, soy de la opinión
que contrastando distintas visiones es como más se acerca
uno a la verdad, dejaré también una reseña
sobre la versión de otros dos científicos acerca del
posible origen de este virus.
El Dr. Robert Strecker, médico californiano que ha seguido
la enfermedad desde sus orígenes, opina:
“No existe ningún virus animal conocido que produzca
todos los efectos del SIDA. Este virus ha sido logrado mediante
ingeniería genética a partir de otros virus. Según
mi investigación, los dos virus usados para ello son el virus
MAEDI-VISNA de las ovejas y el de la leucemia bovina“.
“Los genes del SIDA no existen en los primates o el hombre“.
-Dr. R. Strecker speech-
Por su parte, el Dr. John Seale, miembro de la Academia Real de
Medicina de Gran Bretaña, especialista londinense en enfermedades
venéreas, muy conocido también por haber seguido la
enfermedad desde el principio y haber predicho la expansión
de la misma, no está de acuerdo con el Dr. Segal sobre el
origen militar del virus.
Aunque afirma:
“Estoy totalmente convencido de que el virus del SIDA está
fabricado por el hombre, y que es el resultado de haber combinado
accidentalmente, en algún centro de investigación
sobre el cáncer de los Estados Unidos, el virus MAEDI-VISNA
de las ovejas y el virus de la leucemia bovina, muy parecido al
HTLV humano.”
Coinciden pues, con pequeñas discrepancias, las tres versiones.
El VIH es un virus de origen artificial.
-El origen del Sida
Por otro lado, habría mucho que leer también sobre
los que opinan que no es el VIH (virus de inmunodeficiencia humana)
el causante de la enfermedad del SIDA.
Dejaremos este trabajo en vuestras manos con la frase del Premio
Nobel de Química de 1993, Kary Mullis:
“If there is evidence that HIV causes AIDS, there should
be scientific documents which either singly or collectively demonstrate
that fact, at least with a high probability. There is no such document.”
“Si hubiese evidencia de que el VIH causa el SIDA, debería
de haber documentos científicos que o individual o colectivamente
demostrasen ese hecho, al menos con una alta probabilidad. Tal documento
no existe.”
-Kary Mullis, Biochemist, 1993 Nobel Prize for Chemistry -
Recordemos, por último, que el gobierno racista de Sudáfrica
se planteó crear un virus que sólo afectara a personas
de un determinado grupo genético. Entre los que se barajó
el color de los ojos y la clase y color del pelo.
Este proyecto sería mucho más “selectivo”
que el virus del SIDA. Y no produciría “víctimas
co-laterales no deseadas”.
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