El Panchen Lama
lunes, 22 de agosto de 2005
Vida contemplativa, Vida Activa
El
Panchen Lama contaba con tan solo 6 años cuando conjuntamente
con sus padres fue violentamente secuestrados de su hogar natal
en el Tibet, por orden del gobierno central de la República
Popular China. El Panchen Rinpoche es hoy el prisionero político
más joven del mundo y cumple en este mes, 9 años de
encontrarse desaparecido bajo arresto domiciliario en algún
lugar de China.
Tras más de una década de ser reconocido por el Dalai
Lama como la 11ª encarnación del Panchen Rinpoche, segundo
lama en importancia en la jerarquía político –
espiritual del Tibet, el destino y paradero del pequeño Guendun
Chokyi Nyima siguen siendo un misterio. A la fecha, el pequeño
debería de encontrarse residiendo en su casa ancestral, el
monasterio de Tashi Lhunpo (la montaña auspiciosa) en la
ciudad de Shigatse, Tibet Central. No obstante, en esta ciudad,
como en el resto del Tibet, incluso su imagen se encuentra prohibida
y los oficiales chinos niegan categóricamente su autoridad.
El inicio del conflicto se gestó en mayo de 1995 cuando
en un sorpresivo anuncio, el Dalai Lama desde su residencia en el
exilio en Dharamsala, India, declaró haber encontrado a la
encarnación de su maestro el 10º Panchen Lama (mentor
de gran erudición) quien había muerto bajo sospecha
de asesinato en Tibet Central después de haber dado un controvertido
fuerte discurso de denuncia a las políticas de ocupación
chinas del “techo del mundo”.
El gobierno chino, temeroso de perder el férreo control
que hoy tiene sobre el pueblo tibetano y sus instituciones religiosas,
de inmediato llevó a Guendun a un lugar secreto. A 10 años
de su secuestro, el pequeño Panchen Lama no ha reaparecido
a la luz pública, sin importar las miríadas de peticiones
internacionales y solicitudes de altos funcionarios gubernamentales
y de las Naciones Unidas, bajo el pretexto oficial de que tanto
él como su familia “no desean ser perturbados por la
prensa extranjera”.
Durante este mismo tiempo, el gobierno de Beijing ha estado preparando
a su propio candidato rival para Panchen Lama, el niño Gyanchen
Norbu al que entronizó oficialmente en 1995, hecho inexplicable
y fascinante que revela la dimensión espiritual de un régimen
totalitario el cual se da el lujo de escoger a reencarnaciones de
famosos lamas a pesar de contar con una ideología materialista
y dialéctica que niega la existencia del alma y por supuesto
del renacimiento. Por todo el Tibet abundan las fotografías,
postres y propaganda del que hoy los tibetanos llaman el “Panchen
Zuma” o Panchen falso. Como ejemplo, en una riesgosa declaración
Geshe Tsultrim Gyamtso, un superior dentro del clero del monasterio
de Tashi Lhunpo, la sede oficial del Lama, afirma: “Nunca
hemos aceptado al candidato chino, estamos concientes, como la totalidad
del pueblo tibetano, que se trata de un impostor ilegalmente elegido
por las autoridades chinas en contradicción a la política
religiosa y la tradición histórica de nuestro país.”
Un tibetano étnico, propietario de una pequeña tienda
en la ciudad de Shigatse, comentaba: “En el pasado, cuando
aún vivía el 10º Panchen Lama, la gente común
llenaba el monasterio de Tashi Lhunpo para recibir de él
enseñanzas y bendiciones. Ahora, cuando el candidato chino
a 11º Panchen Lama visita el monasterio, a la gente se le tiene
que ordenar hacer acto de presencia y participar en las diversas
ceremonias, so pena de encarcelamiento o la recepción de
graves sanciones políticas y económicas.”
El gobierno local chino de la ciudad tibetana de shigatse, se está
preparando para recibir al niño Ganchen Norbu en el recientemente
renovado “palacio de verano” del antiguo líder
espiritual de Tashi Lhunpo, ubicado apropiadamente, en las afueras
de la ciudad, cerca de las barracas del ejército de liberación
popular. La residencia con una historia de más de 160 años,
es un ejemplo de la arquitectura tradicional tibetana, decorada
con techos planos, paredes levemente inclinadas y fuertes colores
amarillos, verdes y rojos. Las obras de remodelación “deben
de terminarse a más tardar a finales del mes de agosto”
afirmó uno de los trabajadores, su piel tostada por el recio
sol de la alta meseta tibetana. Según Panba Tsering, miembro
del Congreso Popular de Shigatse, el Panchen Lama chino, estará
de visita nuevamente alrededor del 1º de septiembre, fecha
que marca la 40ª conmemoración de la fundación
del Tibet como región autónoma de la República
Popular China. Indudablemente la visita, representa el escalamiento
de la presión china para forzar al pueblo tibetano a aceptar
la imposición de su candidato como el auténtico Panchen
Lama.
En el mes de noviembre del año pasado, las autoridades chinas
concertaron un encuentro forzado de clérigos budistas de
alto rango, en la provincia noroeste del tibet para instarles a
expresar su apoyo por el controvertido candidato. En febrero, el
propio presidente Hu Jintao se reunió con el adolescente
con el objetivo de refrendarle su apoyo y “admiración”.
Las apuestas se elevan y muchos observadores hoy ven en la controversia
entorno a la identidad del 11º Panchen Lama un posible ensayo
de los eventos a venir, una vez que falte el XIV Dalai Lama, líder
temporal y espiritual del pueblo tibetano, quien recientemente cumpliera
70 años de vida en medio de grandes celebraciones internacionales.
Con el objetivo de evitar cualquier controversia y confusión
el actual Dalai lama ha declarado: “Quiero asegurarle a mi
pueblo que he tomado la determinación de no experimentar
renacimiento, bajo ninguna circunstancia, en territorio alguno controlado
por la República Popular China.”
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