Tránsitos para el tránsito de Piscis a Acuario
Por Victòria Barceló
Piscis
Culpabilidad
Caridad
Religión
Dependencia
Independencia
Moral
Jerárquico
Oración
Tener
Compartimentar |
Acuario
Responsabilidad
Solidaridad
Espiritualidad
Independencia
Interdependencia
Ética
Igualitario
Meditación
Ser
Integrar |
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Actualmente no existe un acuerdo sobre la fecha exacta del inicio de la Era de Acuario. Algunas teorías astrológicas dicen que empezamos a entrar en ésta el 21 de marzo de 1948; otros apuntan el doble eclipse solar-lunar y la alineación planetaria acontecida el 4 de febrero de 1962 como el suceso astronómico que marcó la entrada en la Era de Acuario. También hay quien señala el año 2638 como el año definitivo de entrada en la influencia de Acuario o que será en esa época cuando los valores de Acuario alcancen su plenitud.
En el año 1998 Neptuno, que es el planeta regente de Piscis, inició un tránsito en Acuario que durará hasta el año 2012. En 2004 Urano, que junto con Saturno, es uno de los planetas regentes de Acuario, inició un tránsito por Piscis que durará hasta el año 2011. Estos tránsitos inversos dan lugar a una situación privilegiada para favorecer el paso de una era a la siguiente
La era de Piscis, cuyo arquetipo es “el buen samaritano” fue una época en que la religión tuvo mucha importancia. La raíz de la palabra religión es 'religare' que en latín significa unir. Las religiones que surgieron en la era de Piscis (Cristianismo e Islam) han sido dos grandes cultos monoteístas con un Dios masculino. Han sido credos fuertemente dogmáticos y expansivos. El poder religioso se unió al poder político siendo un factor de cohesión social. El afán por convertir a otros pueblos a la propia, única y verdadera religión propició su expansión cultural, geográfica y económica.
La relación entre los humanos y la divinidad estaba basada en la fe y mediatizada por sacerdotes en un sistema fuertemente jerarquizado. A pesar de que en sus inicios ambas estaban llenas de buenos propósitos sirvieron, en gran medida, para controlar la población a través de la culpa y el miedo. Que estas coacciones entraran en contradicción con el mensaje de Jesucristo o con los ideales más elevados del Islam no fue motivo para que fueran abandonados o siquiera cuestionados en épocas tan oscuras como la Inquisición o las “Guerras Santas”.
Otra característica del concepto de divinidad durante la era de Piscis era considerar a Dios como algo superior y diferente del ser humano, al cual se podía llegar a través de muchos esfuerzos y diluyéndonos en Él después de la muerte al llegar “al Cielo”. En esa era el cuerpo fue considerado una cárcel para el alma y la enfermedad un castigo por los pecados.
Durante la era de Piscis la ciencia entró en conflicto con los dogmas religiosos y fue estigmatizada y perseguida como en los casos de Galileo Galilei o Charles Darwin cuyas teorías astronómicas o evolutivas ponían en cuestión los dogmas religiosos cristianos.
El cambio de era supone principalmente un cambio en la conciencia colectiva.
Cada vez es más evidente, sobretodo por lo que se refiere la cristianismo en occidente, que la institución religiosa oficial cada vez pierde más peso político y social. Después de unos años de agnosticismo y ateismo propios de la postmodernidad, surge un nuevo movimiento espiritual abierto y ecléctico basado, en parte, en tradiciones muy antiguas y, en parte, en la teoría de la relatividad de Einstein. En este movimiento, más acorde a la naturaleza del arquetipo de Acuario, existe un gran respeto por la libertad individual. La culpa es sustituida por la responsabilidad y la caridad por la solidaridad. El respeto por la libertad individual no supone un individualismo egoísta sino el logro de un bienestar básico que desea compartirse de manera sana y empática con las personas menos favorecidas. La espiritualidad se basa en la práctica de la meditación y la fe es sustituida por la certeza que produce la paz cuando logramos silenciar la mente. Al conectar con el principio divino en nuestro interior lo percibimos en los demás seres humanos considerándolos iguales.
La ciencia y la espiritualidad dejan de ser opositores para complementarse. Según la física cuántica lo que percibimos como materia es la expresión más densa de la energía. Actualmente se está experimentando con la influencia del pensamiento en la realidad. Esta explicación cuántica abre un campo de posibilidades infinito, sobretodo en el campo de la sanación. El ser humano se considera un ser holístico donde debe haber un equilibrio entre cuerpo, mente, emociones y alma. En la Nueva Era el cuerpo deja de ser una carga para convertirse en una puerta a la comprensión espiritual. Son muchas las disciplinas que parten del cuerpo para lograr bienestar (yoga, tai-chi, chi-kung, antigimnasia...). Y la enfermedad se considera un desequilibrio entre estos aspectos y empieza a considerarse una oportunidad para mejorar el nivel de conciencia.
En el ámbito social es interesante observar como las primitivas instituciones de caridad promovidas por la Iglesia han sido acompañadas y complementadas en los últimos años por numerosas organizaciones no gubernamentales (ONGs), en general gestionadas por personas bastante jóvenes que intentan, de esta manera, compensar la injusticia que el actual sistema de globalización neo liberal provoca en el mundo.
A nivel político la tendencia es a una mayor democratización, mayor responsabilidad y participación ciudadana. Pudiendo en el futuro desarrollarse la conciencia hasta el punto en que los sistemas de gobierno no serán necesarios.
También es de capital importancia el surgimiento de Internet donde el conocimiento se comparte libre y, a menudo, gratuitamente. Esta gran base de datos, al alcance de cada vez más seres humanos, hace posible un sistema de comunicación inmediato que burla el control de información de los medios oficiales.
El actual estado del medio ambiente lleva cada vez a más gente a buscar sistemas sostenibles para cubrir nuestras necesidades. El interés por la ecología es otro factor que apunta a un cambio donde ser cada vez va siendo más importante que tener, visto que el mayor bienestar económico en el primer mundo ha traído una oleada de depresión e insatisfacción imprevisible. Allí donde esperábamos encontrar felicidad sólo han aparecido la frustración, la ansiedad y un sinfín de malestares físicos y emocionales derivados de la explotación de la tierra y los medios, de otros seres humanos y animales, del uso de sustancias químicas tóxicas, alimentos artificiales, aire contaminado, etc. Para la generación presente el desafío es frenar el cambio climático y compensar el desequilibrio provocado por la conducta depredadora humana. Los principios de la Revolución Francesa son muy representativos de los valores de Acuario: Libertad, Igualdad y Fraternidad, y fueron proclamados poco después de que el planeta Urano, su regente, fuera descubierto.
El arquetipo de Acuario es “el Sabio Loco”, la excentricidad y la creatividad serán cada vez más frecuentes, cada vez será menos importante la opinión ajena que el criterio propio. En estas condiciones sociales, espirituales y tecnológicas es posible que aparezcan nuevas soluciones a los problemas de la humanidad.
El talón de Aquiles de Acuario es la dificultad de poner en práctica sus incontables ideas, ojalá tengamos la osadía de llevarlas a la práctica libres de prejuicios inspirados por el interés común.
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