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El potente ámbito financiero
por Jüri Lina
extráido de Arquitectos del engaño
Prestar dinero con interés fue condenado por los antiguos filósofos como Platón, Plutarco, Séneca y
Cicerón. El dinero para ellos era algo muerto; una cosa muerta no te permite crecer. Aristóteles escribió en
su obra "Política" (Libro Primero, parte X): "La ganancia más odiada y con mayor razón, es la usura, que
obtiene un beneficio del dinero en sí y no de su objeto natural. El dinero estaba destinado a ser utilizado en
el intercambio, pero no para aumentar a base de interés... Porqué de todas las maneras de conseguir una gran
cantidad ésta es la más antinatural".
Hasta finales de la Edad Media a los cristianos les estaba prohibido cobrar intereses. Cobrar intereses
de un préstamo era el equivalente al asesinato y al robo. Más tarde, los que cobraban intereses eran tratados
como herejes.
Martin Luther dijo claramente: "¡Todos los usureros son ladrones y pertenecen a la horca!" Todos los
que prestaban dinero a una tasa de interés del 5 o el 6 por ciento eran considerados unos falsarios. Durante la
edad media sólo los judíos estaban autorizados a prestar dinero con interés. El Deuteronomio prohíbe a un
judío cobrar interés a su hermano. Pero el goy (no judío) no era su hermano. Y para los judíos extremistas el
saqueo no era desconocido.
Para garantizar el normal desarrollo económico el rey de Babilonia capturaba a los ladrones de Israel
que saqueaban y robaban a las caravanas en el desierto. Estos ladrones de caravanas vivían del trabajo y el
esfuerzo de los demás.
El filósofo esotérico sueco Henry T. Laurency resume el giro de los acontecimientos de la siguiente
manera en su gran obra "La piedra filosofal" ("De vises sten", Skovde, 1.995, p. 249):
"Los judíos eran una incivilizada tribu de pastores que en cierta medida vivían de los robos. Tenían
un Dios tribal Jahwe que anhelaba sacrificios de sangre y vigilaba celosamente que otros dioses no
recibieran ningún sacrificio. El exilio babilónico fue el primer contacto de los Israelitas con una filosofía
más sensata y con cultura... a través de los datos históricos adquiridos y en parte a través de sus propias
tradiciones orales se construyó una historia de los judíos. Los escritos de los profetas constituían sus propias
revisiones de lo que habían estado sintiendo en cautividad."
En la antigua Babilonia la tasa de interés legal era de un 30 por ciento en dinero y un 50 por ciento en
grano. En Asiria no había ningún límite máximo para la tasa de interés. Los agricultores a menudo estaban
tan profundamente endeudados que morían de hambre junto con sus familias. Esto llevó a la explotación
despiadada del suelo.
En la ciudad de Uruk en Babilonia vivían dos hermanos que prestaban dinero con interés. Cuando el
prestatario ya no podría pagar su préstamo, perdía la casa y tenía que empezar a trabajar de forma gratuita
para los hermanos. El esclavo podía ser prestado también a otros empresarios. Este es un ejemplo clásico de
esclavitud económica.
Hace casi 3.700 años el gobernante de Babilonia, Hammurabi (1.848-1805 a C), que era descendiente
de la dinastía Amorita, prohibía a través de sus actos legales (que contienen 93 párrafos ) el cobro de interés
sobre intereses, lo que significaba que el prestatario, además de los activos que le habían prestado, tenía que
devolver la misma cantidad de bienes o dinero. Quien rompía la norma era severamente castigado, aunque
muy pocos la respetaban. Los 282 Códigos de Hammurabi escritos en Acadiano se encontraron en 1.901 en
las excavaciones de Susa en el antiguo Elam (el actual Irán).
Hammurabi entendía que el interés sobre el interés comportaría una terrible carga económica que la
gente no sería capaz de soportar. Por eso creía que era necesario castigar severamente la usura. La tasa de
interés máxima permitida se estableció en un 20 por ciento. El comercio y la economía en general mejoró
inmediatamente, aunque era difícil cumplir con la ley. Los Israelitas disfrutaban de la práctica de la usura y
comenzaron a explotarla con entusiasmo.
El Profeta Muhammad exigía que la usura fuera prohibida. Recomendó que el prestamista actuara
como un inversor que quiere recibir parte de los beneficios. Si no hay ningún beneficio uno debe estar
satisfecho con perder el dinero.
El 133 a C el tribuno romano Tiberius Gracchus intentó reducir el poder de los cambistas a través de
leyes más estrictas contra la usura limitando la propiedad de la tierra legal a un iugerum por familia. Fue
asesinado el mismo año.
El 48 a C Julio César privó a los cambistas del derecho de acuñar moneda y lo hizo él mismo. Con
una mayor oferta de dinero fue capaz de levantar muchos edificios públicos. La gente de la calle adoraba a
César por su contribución a que ganaran más dinero. Tras el asesinato de César, fue el final de la abundancia
de dinero. La oferta monetaria se redujo un 90 por ciento. Los impuestos se pusieron por las nubes. Como
resultado de ello la mayoría de la gente perdió sus tierras y sus hogares. La calumnia de César continúa
todavía hoy.
Jacques Attali, el historiador judío, académico y francmasón, que escribió el libro "Los judíos, el
mundo y el dinero" (París, 2.001) declaró en la revista L'Express que los judíos habían inventado el
capitalismo. Attali destacó: "Mi conclusión es que los judíos tienen toda la razón de estar orgullosos de esta
parte de su historia".
Los judíos masónicos, por lo tanto, querían adquirir tanta riqueza como les fuera posible para servir a
sus demonios durante los siglos XIX y XX.
Attali explica de la siguiente manera que los judíos se hicieran tan ricos: "Fue un desarrollo natural.
Dentro del Islam hay el mismo tabú contra el préstamo y el interés como con los cristianos. Los judíos se
encontraban entre los pocos que sabían leer y escribir. Consecuentemente eran los únicos capaces de
organizar las operaciones de crédito que el comercio necesitaba en ese tiempo. Además los educados
empresarios judíos eran la única red internacional de prestadores de dinero, comerciantes y cambistas."
Durante los primeros trescientos años d C los judíos fueron las únicas personas en Europa que tenían
derecho a prestar dinero. Attali tuvo que falsear la historia para que encajara con su tesis. Había mucha gente
educada y altamente sofisticada que no tenía ninguna intención de hacerse rico mediante la usura. ¿Los
judíos también deben estar orgullosos de que sus extremistas desarrollaran el capitalismo de estado - el
comunismo, que ha recogido increíblemente tantas víctimas?
El reformador religioso judío Johann Calvin (nacido Cauin, 1.509-1.564) de Suiza permitió el interés
y el francmasón Enrique VIII de Inglaterra redujo las leyes contra la usura. Los cambistas una vez más eran
capaces de afirmarse.
La iglesia católica no cedió a la presión sobre los intereses hasta 1.745.
El economista irlandés Margrit Kennedy señaló que un préstamo al 1 por ciento se duplica en 70
años. Un préstamo al 3% acumula el doble de interés en tan sólo 24 años. Un préstamo al 6% los dobla en 12
años y al 12% el importe se duplica en sólo seis años.
Si alguien hubiera prestado un centavo e 1 d C y le hubiera cargado un 4 por ciento de intereses, en
1.750 podría haber comprado tanto oro como pesa toda la tierra. (Al cinco por ciento de interés le habría
sido posible ya en el año 1.403.) En 1.990, hubiera podido comprar 12.246 pepitas de oro del tamaño de la
tierra.
Estos ejemplos extremos muestran como el interés perjudica locamente la economía de cada país.
El interés como arma
Durante los siglos XVI y XVII los españoles trajeron más de 16.000 toneladas de plata pura y 185
toneladas de oro de América Latina, según los registros oficiales españoles. El oro y la plata se utilizaban,
entre otras cosas, para la compra de armas en Inglaterra y Flandes. Europa recibió así una afluencia enorme
de capitales, que gradualmente sentó las bases para los Rothschild y los bancos Baring. Estos bancos
entonces prestaban dinero a los diversos gobiernos.
En el siglo XVI, el cobro de intereses fue utilizado con más ganas. Los mercaderes de Venecia
estaban dirigiendo este desarrollo. En 1.571, a los blanqueadores de dinero ingleses se les permitía cobrar un
interés como mucho del 10 por ciento. Después de la llamada revolución francesa el uso del papel moneda
se había generalizado.
Los comerciantes de oro que comenzaron a practicar fraudes económicos se convirtieron aún más
poderosos. Prestaban secretamente parte del oro que se les había depositado y mantenían los intereses de
aquellos préstamos ilegales. Luego los comerciantes de oro emitieron más recibos (billetes) de los depósitos
de oro que oro tenían, a su vez prestaban estos recibos y cobraban intereses así que prestaban mucho más
dinero del que el acreedor tenía cobertura. Pronto estos ladrones de dinero habían prestado hasta diez veces
más del oro que tenían depositado.
Este abuso de confianza se ha convertido común en todos los ámbitos del mundo de la masonería.
Los bancos estadounidenses tienen derecho a prestar diez veces más dinero del que realmente tienen. Esto
significa que su interés en realidad está cerca del 80 por ciento y no del 8 por ciento, que se afirma
oficialmente. Los banqueros masónicos crean dinero de la nada y nos obligan a pagar intereses al respecto.
El Priorato de Sión con la ayuda de los cambistas (sobre todo del rabino portugués Menasseh ben
Israel, que había vivido en Holanda y de Antonio Fernández Moses Carvajal) inició la insurrección de 1.642,
dirigida por Oliver Cromwell, que a su vez llevó a la primera República (Mancomunidad) en Inglaterra en
1.649.
En 1.643, un numeroso grupo de judíos ricos llegó a Inglaterra. Se reunieron con el embajador
portugués en Londres, Antonio de Souza (un Marrano, convertido judío), donde se discutieron los nuevos
movimientos. Todas sus acciones estaban coordinadas por Carvajal (de la revista alemana Diagnosen,
febrero 1.986, p. 50).
Después de haber depuesto y ejecutado a Carlos I, en 1.649, y nombrarse a sí mismo como dictador
en 1.653, Oliver Cromwell se convirtió en un sediento de sangre y hostil al desarrollo cultural, dejando que
los cambistas fortalecieran su poder financiero. Bajo la norma puritana del Lord Protector Cromwell, la
música y otras actividades culturales fueron prácticamente prohibidas. Incluso prohibieron las ropas de
colores. Sólo después de la desaparición de Oliver Cromwell, el genial compositor Henry Purcell pudo
actuar públicamente. Fue Oliver Cromwell quien en 1.656, después de haber negociado con Menasseh ben
Israel dejó que una vez más los judíos se asentaran en Inglaterra.
En noviembre de 1.688 (bajo el signo de Escorpión), fue derribado el rey católico de Inglaterra Jaime
II (Stuart) a través de una bien organizada invasión financiada por la clase adinerada de los judíos de
Ámsterdam y dirigida por el Priorato de Sión y la orden de Orange. El rey se exilió en Francia y en febrero
de 1.689 Guillermo de Orange, príncipe de Nassau, fue puesto en el trono inglés mediante un golpe de
estado, que se conoce como la Revolución Gloriosa. Incluso los historiadores oficiales admiten que la gente
no participó en este golpe.
Inglaterra en ese momento estaba en mal estado después de más de cincuenta años de guerra con
Francia y los Países Bajos, y el nuevo rey, William III (de Orange), pidió ayuda a unos cuantos banqueros
poderosos. Que proporcionaron al estado inglés un préstamo de 1,25 millones de libras pero del que sólo
entregaron 750.000 libras. Los términos del préstamo fueron los siguientes: los nombres de los prestadores
no serán revelados y a éstos se les garantiza el derecho de fundar el Banco de Inglaterra, los responsables
aseguran establecer una reserva de oro para ser capaces de emitir préstamos por un valor de 10 libras por
cada libra de oro depositada en la caja del banco. También se les permitió consolidar la deuda nacional y
asegurar el pago de una anualidad y los intereses a través de impuestos directos a la población.
La propiedad privada del Banco de Inglaterra se estableció en 1.694 con un control absoluto sobre la
moneda (el derecho a emitir billetes bancarios). El préstamo de dinero con usura fue capaz de continuar en
una escala aún mayor. De esta manera la población inglesa sufrió una enorme deuda nacional. Se subieron
los impuestos y los precios se duplicaron. A los banqueros masónicos les era necesario tener un monopolio
sobre la emisión del dinero. De esta manera podían tener beneficios enormes y también controlar los
procesos políticos.
Al Banco de Inglaterra se le permitió prestar dinero una cantidad diez veces mayor a la que podía
responder la garantía del prestamista. Al 5 % de interés el Banco sólo tardó dos años en recuperar de nuevo
la cuantía inicial prestada.
En 1.698 la deuda nacional había aumentado desde un millón y cuarto a dieciséis millones de libras.
En 1.815, era de 885 millones de libras esterlinas, en 1.945 había crecido a 22.5 millones de libras, y en
1.960 la deuda nacional fue de 28 millones de libras. Para 1.995 la deuda nacional había aumentado hasta
más de 300 millones de libras, equivalentes al 45 % del PNB. Desde 1.946 este banco central ha sido
oficialmente propiedad del gobierno británico. Hoy la City de Londres es el centro financiero de Europa y
está custodiada por 2.000 agentes de policía privados.
Ni siquiera el Comité MacMillan, que fue nombrado en 1.929, consiguió averiguar quién gobierna el
Banco de Inglaterra. Sólo se ha filtrado un nombre - el de los Rothschild. Todas las grandes guerras han sido
iniciadas y financiadas por el conglomerado económico que emana de una única familia bancaria -
Rothschild.
En los Países Bajos, las sociedades secretas habían sido capaces de fundar un banco central tan
pronto como en 1.609. Unos 40 de los bancos centrales más importantes del mundo se establecieron de
manera similar a la del Banco de Inglaterra. De esta manera los banqueros masónicos determinaron el
desarrollo mundial a largo plazo del préstamo con interés como método, los bancos centrales como
intermediarios, los políticos como muñecos y de la gente como ignorantes esclavos asalariados. Los
controlados bancos masónicos podían así gobernar la vida política actuando sin ser vistos. El pueblo inglés
reforzó el poder de estos masones invisibles mediante el pago de impuestos durante tres siglos. Los bancos
centrales mantenían estable la economía. En realidad esto funciona de una manera muy diferente.
Benjamin Franklin escribió sobre las colonias británicas en América del Norte sobre 1.750: "En
ningún lugar de la tierra puede uno encontrar a gente más feliz y con más bienestar." Explicó que esto era
debido a que "las colonias hacemos nuestra propia moneda", llamada "escritura Colonial". Además
explicaba: "Al emitir nuestra propia moneda podemos controlar su poder de compra y no estamos obligados
a pagar intereses a nadie."
En estas colonias británicas de la costa este de Norteamérica, llamadas Nueva Inglaterra, había una
riqueza que contrastaba fuertemente con la pobreza y la miseria de Inglaterra. Había suficiente dinero y
estaban totalmente libres de intereses.
Cuando los banqueros masónicos de Inglaterra oyeron esto en el discurso de Benjamin Franklin en el
Parlamento Británico, se aseguraron de que el Parlamento prohibiera que las colonias utilizaran su propio
sistema financiero y exigieron que en vez de esto utilizaran dinero sin interés en el oro y la plata. Sólo había
disponible una cantidad insuficiente de ese dinero. La oferta monetaria se redujo a la mitad, y las colonias se
vieron obligadas a pedir prestado el dinero al Banco de Inglaterra. El resultado fue que tanto el precio como
el interés aumentaron. Al cabo de un año las calles de las colonias estaban llenas de gente en paro.
En los libros de texto estadounidenses la razón dada por el estallido de la guerra revolucionaria era el
impuesto del té, pero según Franklin, "las colonias con mucho gusto habrían soportado el bajo impuesto"
(del dos por ciento) "del té y otros asuntos si no hubiera sido porque Inglaterra se llevó el dinero de las
colonias, creando desempleo e insatisfacción". El resultado de la influencia de los bancos ingleses en el
Parlamento británico fue una terrible pobreza en Estados Unidos. Una vez creada esta situación, era fácil
encontrar gente dispuesta a ir a la guerra, que los masones crearon con satisfacción. Querían una base segura
para sus futuras actividades globales.
Entre los hombres que elaboraron la Constitución de 1.787, hubo quienes pensaban que uno debería
protegerse contra la fuga financiera de los banqueros internacionales. Por lo tanto, el Artículo 1, Sección 8
de la Constitución dice: "El Congreso tendrá el poder... de acuñar moneda, regulando su valor."
Alexander Hamilton, francmasón y secretario de finanzas del gobierno de George Washington y
también agente de las financieras internacionales, ordenó el establecimiento de un banco privado propiedad
de la unión y la introducción de los intereses al dinero. Su argumento era simple: "Una deuda nacional
limitada sería una bendición para una nación." Consideraba peligroso que el gobierno pudiera emitir moneda
propia.
Así, los Estados Unidos tuvo el primer banco central en 1.791. Era de propiedad privada pero tenía
un contrato que sólo duraba veinte años. No fue renovado cuando expiró. Andrew Jackson se refirió al hecho
de que la Constitución había dado al Congreso el poder de acuñar moneda en cantidad suficiente pero no
transferir este derecho a terceros.
El historiador Richard Boas reveló que el francmasón Nathan Rothschild (1.777-1.836), que el año
1.806 había fundado su banco de Londres y financiado parcialmente las guerras napoleónicas a través del
Banco de Inglaterra, posteriormente emitió un ultimátum - cualquier contrato debía ser renovado o habría
guerra. Jackson dijo de los banqueros masónicos que eran un puñado de ladrones y se comprometió a
exterminarlos. Rothschild dio sus propias órdenes: "Dar a estos insolentes Americanos una lección.
Obligadles a volver a un estado colonial."
El gobierno británico comenzó a limitar el comercio marítimo con América y comprobar la
expansión norteamericana hacia Canadá. El presidente James Madison en 1.812 no tuvo más remedio que
dejar que el Congreso declarara la guerra a Inglaterra. La intención del líder de los masones, Rothschild, era
devastar el país hasta el punto de que los estadounidenses se vieran obligados a buscar ayuda financiera.
Gran Bretaña, sin embargo, no pudo recuperar las colonias perdidas, y los Estados Unidos no pudieron
ocupar Canadá. En realidad la guerra se libró en 1.814.
Se perdieron muchas vidas pero Rothschild no triunfó esta vez. La renovación del contrato con el
banco central fue nuevamente suspendido en 1.836 durante la presidencia de Andrew Jackson (1.829-1.837),
a pesar de que era el gran maestro de Tennessee. El banco central fue abolido.
Aun así los banqueros europeos y sus agentes norteamericanos lograron ejercer un extenso control
del sistema monetario estadounidense. Gustavo Myers admite en su libro "Historia de las grandes fortunas
americanas" (Nueva York, 1.907, p. 556): "Bajo la superficie, los Rothschilds tenían siempre una poderosa
influencia en el dictado de las leyes financieras estadounidenses. Los registros legales muestran que tenían
poderes en el antiguo Banco de los Estados Unidos."
En los libros de historia de América no dice nada sobre el papel de los bancos en la Guerra de la
Revolución (1.775-1.783) y en la Guerra de la Independencia (1.812-1.814). Tampoco dice nada sobre los
'billetes verdes' libres de deudas que emitió Abraham Lincoln. Su existencia sólo se puede verificar en muy
pocas enciclopedias.
Para financiar la Guerra Civil americana, que estalló el 12 de abril de 1.861, el presidente Abraham
Lincoln se vio obligado a utilizar el derecho del Congreso a acuñar su propia moneda. Entre los años 1.862 y
1.864, se imprimieron 450 millones de "billetes verdes" libres de intereses. Lincoln en su reelección en
1.864 prometió comenzar la lucha contra los bancos tan pronto como la guerra hubiera terminado.
Lord Goschen, representante del mundo financiero, escribió en el London Times: "Si esta política
financiera se convierte en permanente, el gobierno podrá adquirir las provisiones monetarias necesarias sin
gastos. Podrá pagar la deuda y pagar los préstamos sin deuda. Tendrá suficiente dinero para el comercio (en
el mercado abierto). Esto le hará ser más saludable que cualquier otro (antes) de la historia. Si no derribamos
este gobierno, él nos derribará a nosotros."
Durante la Guerra Civil el Norte fue financiado por los Rothschilds a través de su agente americano
August Belmont (en realidad Schonberg) y el Sur por los hermanos Erlanger que estaban emparentados con
la familia Rothschild. La Guerra Civil terminó el 9 de abril de 1.865, y la masonería internacional se puso a
trabajar para eliminar al Presidente Lincoln.
El asesinato de Abraham Lincoln fue llevado a cabo por el extremista judío John Wilkes Booth
(Botha), masón de grado 33º, el 14 de abril de 1.865 en Washington, D. C, sólo cinco días después del final
de la Guerra Civil. Los antepasados del platero judío John Booth habían sido exiliados de Portugal a causa
de sus opiniones políticas radicales. El padre de John era Junius Brutus Booth (Stanley Kimmel, "Los locos
Booth de Maryland", Nueva York, 1.970). Izola Forrester, nieta de Booth, afirmaba en su libro, "Esta loca
ley" (1.937), que Booth pertenecía a la logia de los Caballeros del Círculo Dorado y también al movimiento
"revolucionario" Young América de Mazzini. Izola Forrester revela en detalle que los masones participaron
en el asesinato del presidente. El posterior asesinato del asesino de Lincoln fue organizado por Judá P.
Benjamin, un importante francmasón y agente de Rothschild (William Guy Carr, "Niebla roja sobre
América", 1.968, p. 194). Era el jefe del servicio secreto confederado y más tarde huyó a Inglaterra.
La logia masónica de los Caballeros del Círculo Dorado estaban involucrados en la trama. Este
nombre había comenzado a ser visto en la prensa y así el masón Soberano Gran Comendador Albert Pike en
1.866 decidió rebautizarlo como Kuklos Klan; 'kyklos' en griego significa "círculo" (John Daniel, "Escarlata
y la bestia", volumen III, Tyler, Texas, p. 76). Los Caballeros del Círculo Dorado aparecieron primero en
Cincinnati, Ohio, bajo la supervisión del organizador del Rito Escocés del Midwest Killian van Resselaer.
Desde allí, los Caballeros se extendieron a través de Ohio, Indiana e Illinois, Mississippi abajo hacia el sur
del Golfo de México y en Maryland y Virginia. El Círculo Dorado era un imperio esclavista centrado en
Cuba. Los Caballeros armaron y entrenaron hasta 100.000 hombres. Se organizaban en logias llamadas
"castillos".
Fue fundada oficialmente como una nueva organización, el Ku Klux Klan, en 1.865 en Pulaski,
Tennessee, por el General Nathan Bedford Forrest. Forrest disolvió formalmente el Klan en 1.869, y el
gobierno federal aplastó episodios residuales hacia 1.871. En 1.882 fue prohibido. El grupo racista actual
con el mismo nombre fue fundado en 1.915 por William Joseph Simmons y Simon Wolf por lo tanto no ha
nacido fuera de la organización masónica que ya existía desde 1.866 hasta 1.871.
Tras la desaparición del Presidente Lincoln las cosas se "normalizaron". La cantidad de dinero en
circulación, que en 1.866 ascendía a 1.907 millones de dólares o 50,46 dólares per cápita, en 1.876 se había
reducido a 605 millones o 14,60 dólares por persona.
Como resultado hubo 56.446 quiebras en diez años y una pérdida de dos millones de dólares. En
1.887, los banqueros masónicos redujeron la cantidad de dinero hasta 6,67 dólares per cápita. El economista
irlandés Margrit Kennedy afirmaba en el libro "El interés y la inflación del dinero gratuito" que la tasa de
interés siempre sube cuando hay escasez de dinero. Esto a su vez conduce a quiebras y empeora la tasa de
paro.
En los libros de texto estadounidenses se afirma que todo se hizo para que no fuera elegido el
candidato demócrata a la presidencia de 1.896, William Jennings Bryan, porque estaba en contra del patrón
oro y del "sonido del dinero" de los bancos (que es dinero que crean deuda). Bryan explicó en su discurso
"La Cruz de oro" en la Convención Nacional Demócrata de Chicago el 9 de julio de 1,896: "Cuando
hayamos recuperado el dinero de la Constitución, serán posibles todas las demás reformas necesarias, y
hasta que esto no se haga no se podrá hacer ninguna reforma."
Bryan no fue elegido y 17 años más tarde, en 1.913, el Congreso aprobó un proyecto de ley
(introducido por el Presidente masón Woodrow Wilson), que derogaba el derecho del Congreso de emisión
de moneda y transfería ese derecho a una "reserva federal" como sistema de financiación.
El congresista A. Charles Lindbergh, padre del famoso aviador, dijo lo siguiente al respecto:
"Cuando el presidente lo firme, el gobierno invisible de los corredores de bolsa se habrá legalizado. El peor
crimen jurídico del siglo será un hecho. El día del juicio final sólo se habrá retrasado unos pocos años."
Quien jugó un papel crucial en que Estados Unidos dispusiera de un banco central, fue Paul Warburg.
Era un inmigrante alemán que llegó a Estados Unidos con su hermano Felix. Ambos hermanos, que eran
Illuminati y también miembros de B'nai B'rith, se convirtieron en socios de la banca Kuhn, Loeb & Co.,
liderada por el iluminado Jacob Schiff, quien también pertenecía a B'nai B'rith (Viktor Ostretsov, "La
masonería, la cultura y la historia rusa", Moscú, 1.999, p. 583). Los Warburg estaban apoyados por Nelson
Aldrich (quien más tarde sería el abuelo de Nelson y David Rockefeller), conocido como el encargado de
John Pierpoint Morgan en el Senado.
La familia (Samuel Moses) Del Branco en 1.559 se trasladó desde Italia a Alemania, tomando el
nombre Warburg. En 1.798, la familia fundó el Banco MM Warburg & Co.
El pánico financiero de 1.907 había sido provocado por el banquero masónico JP Morgan, así lo
concluyó el historiador Fredrick Lewis Allen en 1.949. Fue utilizado como pretexto para mostrar que había
necesidad de un sistema de bancos centrales.
Frank Vanderlip, que trabajaba para Rockefeller, admitió más tarde en el Saturday Evening Post:
"No creo que sea una exageración decir que nuestra expedición secreta a Jekyll Island fue la ocasión de
concebir lo que finalmente se convirtió en el actual sistema de la Reserva Federal."
Jekyll Island es un complejo muy conocido en la Costa de Georgia.
Durante la reunión en Jekyll Island a finales de 1.910, Paul Warburg puso énfasis en que el término
"banco central" debía ser evitado bajo cualquier circunstancia. Se decidió presentar el proyecto como un
Sistema de Reserva Regional.
Se aseguraron que el candidato de Morgan, el masón Thomas Woodrow Wilson fuera elegido
presidente. La campaña fue financiada por Jacob Schiff, Bernard Baruch, Henry Morgenthau, el editor del
New York Times, Adolph Ochs y otros poderosos financieros judíos y francmasones.
El masón de alto rango Edward Mandel House, asesor confidencial del Presidente Woodrow Wilson,
considerado por muchos historiadores como el verdadero presidente de Estados Unidos durante la
administración Wilson, propuso en su novela "Philip Dru: Administrador - Una historia del mañana, 1.920-
1935" (Nueva York, 1.912), que fue publicada de manera anónima, una transición gradual hacia un impuesto
sobre la renta y un banco central. Estos requisitos ya eran conocidos por el programa de cinco puntos de los
Illuminati. El "Coronel" House estaba a favor de formar un gobierno mundial y la adopción de un
"socialismo como el soñado por Karl Marx". Para lograr esto estaba dispuesto a utilizar el fraude político. Su
héroe Philip Dru se apoderaba del gobierno de Estados Unidos con el apoyo de un cártel secreto de ricos y
poderosos financieros.
El proyecto de la Reserva Federal se presentó la noche del 22 de diciembre de 1.913, cuando la
mayoría de los miembros del Comité del Congreso estaban dormidos. El mismo día el proyecto fue
apresuradamente empujado a través de la Cámara de representantes y del Senado, el Presidente Wilson firmó
el acta de la Reserva Federal y el control sobre el dinero fue transferido del Congreso a los banqueros
privados masónicos. El pueblo estadounidense había conseguido librarse cuatro veces de un banco central
antes, pero no la quinta vez.
La ley de la Reserva Federal fue aclamada como la victoria de la democracia sobre los fideicomisos
de dinero, que no era el caso. Paul Warburg inmediatamente comenzó a trabajar en la Reserva Federal por
un sueldo sustancialmente inferior al que recibía como banquero. Ni el presidente, ni los miembros del
Congreso ni el secretario del Tesoro tienen ninguna autoridad sobre la Reserva Federal.
El sistema de la Reserva Federal es en realidad un cártel de13 grandes bancos privados, de los cuales
el Banco de Nueva York es el más importante.
El Presidente Woodrow Wilson permitió que la deuda nacional creciera desde mil millones de
dólares hasta 455 mil millones. Los intereses se convirtieron en la tercera entrada del presupuesto federal.
Los Estados Unidos pidieron en préstamo hasta cuatro billones de dólares a varios bancos privados
en 1.992. Al mismo tiempo el déficit fue de 285 millones de dólares. En 1.991, dos millones de personas
fueron registradas como pobres en Estados Unidos. La deuda nacional era de poco menos de un billón en
1.980, en 1.995 era de cinco billones de dólares. 32,9 millones de Americanos vivían en la pobreza el año
2.002.
El economista Milton Friedman está convencido de que el colapso económico de 1.929 tuvo lugar
porque el sistema de Reserva Federal se negó a comprar bonos del gobierno, lo que habría dado a los bancos
más dinero en efectivo, y por lo tanto la causa del accidente monetario, que a su vez condujo a la profunda
crisis económica.
En la década de 1.810, los masones habían llevado a Europa a la pobreza para prepararla para sus
revoluciones socialistas. Particularmente grave fue la situación en Guernsey, una de las Islas del canal. Del
tamaño de un poco más de la mitad de Jersey, goza de un clima templado y húmedo y suelos fértiles. La
gente no tenía dinero para comprar cosas, la producción se detuvo y trabajadores estaban desocupados. No
había ningún comercio ni ninguna esperanza de empleo para los pobres. La quiebra estaba cerca, ya que en
Inglaterra no se podían pagar los impuestos ni los intereses a los acreedores y no se concedían nuevos
préstamos. La situación era desesperada. La gente empezaba a abandonar la isla y emigraba a Australia.
En 1.815, Guernsey necesitaba un mercado cubierto. No había dinero. Entonces alguien propuso que
la isla debería hacer valer una antigua prerrogativa y emitir su propia moneda libre de intereses. En un
primer momento, la propuesta fue rechazada, pero ya que se necesitaban urgentemente 5.000 libras y sólo
tenían 1.000 a mano, imprimieron billetes de una libra del Estado de Guernsey libre de intereses. Esto se
sumó a la oferta de libras esterlinas, que ya hacían circular los dos principales bancos de la isla.
Se comenzaron las obras del mercado, se pagó con dinero nuevo. Cuando estuvo terminado, los
clientes llegaron y el negocio fue mejor de lo esperado. En 1.822 el mercado estaba pagado. Los 4.000
billetes de una libra fueron destruidos. El primer proyecto con dinero nuevo fue tan exitoso que pronto fue
seguido por otros.
En Glasgow, en comparación, el mercado de fruta original de Candleriggs fue construido en 1.817 y
costó 60.000 libras. Este dinero se consiguió pidiendo un préstamo con interés. A diferencia del mercado
público de Guernsey, reembolsado 6 años después de ser construido, el mercado de Glasgow no se terminó
de pagar hasta 1.956 - ¡139 años después! Entre 1.910 y 1.956 no menos de 267.886 libras fueron pagadas
sólo como intereses (Olive and Jan Grubiak, "The Guernsey Experiment", Hawthorne, California, 1.960, p.
14).
A continuación se necesitaba una carretera nueva. Había grava, piedras y un montón de mano de obra
- pero no había dinero para pagarlo. En total, el estado emitió billetes por valor de 55.000 libras, para pagar
los nuevos proyectos. Se construyó una escuela nueva, luego unas cuantas más. Todo el entorno del mercado
se renovó y se construyeron otros edificios públicos, también se ampliaron las calles. Se construyó un nuevo
puerto junto con las mejores carreteras nuevas de Europa y alcantarillas nuevas. Todo se pagó con los
impuestos y los billetes nuevos fueron destruidos. Todos estos proyectos proporcionaron trabajo y estímulo
económico.
En 1.827, el Alguacil de Lisle Brock fue capaz de hablar de "las mejoras, que son la admiración de
los visitantes y que contribuyen tanto a la alegría, salud y bienestar de los habitantes". Las cosas ciertamente
habían mejorado desde 1.815. Es significativo que la gran depresión nunca preocupó a Guernsey. No había
paro, y el impuesto de la renta tenía un techo del diez por ciento.
Las cosas fueron mucho mejor. Se redujo la importación de la cara harina inglesa. La oferta
monetaria nunca superó las 60.000 libras. El paro era prácticamente inexistente. Guernsey se convirtió en
una próspera comunidad isleña. Pero los masones odiaban este paraíso, por temor a que la idea se extendiera
a otras partes de Europa. En este caso ya no serían capaces de construir sus proyectos destructivos. A los
masones no les gusta la gente feliz.
En 1.830, los bancos lanzaron un contraataque y comenzaron a inundar la isla con sus propios
billetes. Los banqueros Finkelstein & Co. de Londres fueron los primeros en abrir una oficina en la isla.
Comenzaron su propaganda de "dinero mejor", "dinero real". La gente se creyó esta charlatanería, que dio
lugar a escasez de dinero y a solicitudes de préstamos a los bancos. El Alguacil luchó como un león para
salvar la sólida economía de la isla y su alto nivel de vida - pero fue en vano. Las intrigas y el trabajo de
socavamiento de los masones desviaron la economía de la isla hacia los bancos y su explotación.
El experimento de Guernsey desde 1.816 al 1.835 habla por sí mismo. Podemos prescindir de la
economía masónica y hacerlo mucho mejor - pero intentar acabar con el interés es considerado el peor
crimen posible contra la humanidad.
En 1.837, el gobierno había puesto en circulación 50.000 libras con proyectos locales como principal
objetivo como diques, carreteras, el nuevo mercado, una iglesia y un colegio. Estas 50.000 libras doblaban
sobradamente la oferta monetaria, pero no hubo inflación.
En 1.914, mientras que los británicos restringían su propio suministro de dinero, Guernsey emitía
más - otras 140.000 libras los cuatro años siguientes. En 1.958, había en circulación más de 500.000 libras
de dinero libre de intereses en Guernesey y todavía no había inflación.
En 1.990, había un total de 6,5 millones de libras esterlinas en circulación emitidas sin intereses. No
había ninguna deuda pública como este en el resto de Gran Bretaña, que todavía estaba pagando sus deudas
de guerra. Y aún más, en Guernesey, la prosperidad era muy evidente por todas partes (Dr. Jacques S. Jaiko,
"El virus de la deuda : Una solución convincente para los problemas de la deuda en el mundo", 1.992).
Aquí no había nada nuevo. En 1.793, Liverpool sufría extremos problemas de tesorería y esto se
resolvió mediante la creación de unas 300.000 de libras a fondo perdido con una ley del Parlamento, que se
utilizaron para obras públicas con un gran beneficio para la ciudad y la su gente. Este asunto del dinero de la
Corporación de Liverpool alivió la inmediata crisis de la deuda.
El 30 de junio de 1.934, la revista londinense New Britain publicó una declaración del masón y ex
primer ministro David Lloyd George: "Gran Bretaña es una esclava sometida a los poderes financieros
internacionales".
Los banqueros masónicos durante los últimos veinte años han prestado dinero a los gobiernos de las
naciones industriales, a los que les resulta cada vez más y más difícil pagar su enorme deuda. El sector
privado (es decir: masónico) se ha convertido exactamente mucho más rico. Este poder monetario
(masónico) tiene el dinero suficiente para detener a cualquier político intransigente. Los políticos elegidos
por el pueblo ya no tienen ningún medio para realizar las políticas que desean. No pueden recuperar su poder
hasta que se paguen las deudas. Por cada dólar en préstamo, los políticos renuncian a más poder. Los países
en desarrollo se encuentran en una situación mucho peor. Ni siquiera son capaces de pagar los intereses de
sus préstamos.
Entre 1.982-1.990 los bancos de las naciones industriales han recibido 1.345 millones de dólares con
intereses y los pagos anuales han empobrecido a estos países.
La Isla de Guernsey emitió sus propios billetes libres de interés para reconstruir la economía.
El 1 de marzo de 1.932 alrededor de las 5 de la tarde, en París, un hombre compró una pistola,
afirmando ser el conocido financiero internacional sueco Ivar Kreuger. En aquel momento, Kreuger estaba
reunido con su compañero Oscar Rydbeck, así que obviamente algún otro debió comprar el arma. Los
diarios publicaron que ese mismo varón sueco Ivar Kreuger se había suicidado el 12 de marzo, porque su
imperio financiero estaba a punto de quebrar. Sin embargo, nada de esto era verdad. El examen del doctor
Erik Karlmark concluyó inmediatamente que Kreuger había sido asesinado. Una pariente cercana, Eva
Dyrssen, estaba presente para comprobarlo. No se le realizó ninguna autopsia (Lars-Jonas Angstrom,
"Kreuger-mordet" / "El asesinato de Kreuger", Estocolmo, 2.000, p. 55).
Ivar Kreuger prestaba dinero a muy bajo interés para salvar a naciones con problemas. En 1.930
prestó 27 millones de dólares a Rumania, una cantidad que hoy sería el equivalente a 500 millones de
dólares. El grupo Kreuger estaba ayudando a quince gobiernos y a 400 millones de personas de la misma
manera (Gustaf Ericsson, "Kreuger kommer tillbaka" / "El regreso de Kreuger", Estocolmo, 1.936, p. 63).
Todos los activos de Kreuger fueron expoliados.
El economista germano-argentino Silvio Gesell (1.862-1.930) quería introducir "dinero gratis".
Margrit Kennedy relata en su libro "Dinero gratis, interés e inflación" (1.988) cómo los partidarios de la
teoría de una economía libre de Gesell en la década de 1.930 habían hecho varios intentos con dinero libre
de intereses en varios países como Alemania, Suiza, España y los Estados Unidos. Especialmente fructífero
había sido el modelo utilizado en la pequeña ciudad de Worgl en el Tirol, en Austria. En 1.932 se
introdujeron las ideas que se describen en el libro de Silvio Gesell "Die naturliche Wirtschaftsordnung" ("El
orden económico natural", 1.916).
En agosto de 1.932, el Ayuntamiento de Worgl emitió sus propios billetes de banco, denominados
certificados de trabajo, por un valor de 32.000 chelines. Apoyados por un importe equivalente de chelines
ordinarios del Banco, la ciudad puso en circulación 12.600 certificados de trabajo. La tasa sobre el uso del
dinero era del 1 % mensual o del 12 % anual. Esta tasa debía pagarla la persona que tuviera el billete al final
del mes, en forma de un sello, que se enganchaba en el dorso, de un valor del 1% del billete.
Se construyó una pista de esquí, se renovaron las calles, así como el sistema del canal. Construyeron
puentes, mejoraron las carreteras y los servicios públicos y pagaron los salarios y materiales de construcción
con este dinero, que era aceptado por el carnicero, el zapatero, el panadero, por todos.
El módico precio hizo que todo el mundo pusiera en circulación este dinero antes de utilizar el dinero
"real". Al cabo de un año, los 32.000 certificados de trabajo habían sido puestos en circulación 463 veces y
por tanto habían hecho posible el intercambio de bienes y servicios por un valor de 14.816.000 chelines. En
comparación con la débil moneda nacional circularon ocho veces más rápido. El desempleo se redujo un 25
por ciento en un año. Cuando 130 comunidades de Austria comenzaron a interesarse en la adopción de este
modelo, el 1 de septiembre de 1.933 el Banco Nacional de Austria prohibió la impresión de cualquier
moneda local.
Volvió el paro, la prosperidad desapareció y la situación estaba "normalizada" - es decir
francmasonizada.
Esclavitud económica
Los cargos de los intereses siempre están incluidos en los precios actuales, lo que hace muy caros
todos los bienes y servicios y deja muy poco dinero en la cartera. El historiador económico John King señaló
que debido al interés, las empresas constantemente deben aumentar sus precios. Esto se camufla como
inflación. Recomendó abolir el interés tan pronto como fuera posible, para evitar una catástrofe económica.
Hoy en día todo el mundo asume el pago de los intereses. Está incluido en los precios - un 77 por ciento de
las tarifas de alquiler, por ejemplo. Los honorarios y otras tasas e impuestos se suman. Así nos hemos
convertido en esclavos de los bancos. Todos los bienes serían exactamente la mitad de caros sin el pago de
intereses.
Según el historiador sueco Herman Lindqvist, los masones decidieron en la década de 1.810 que los
salarios debían ser fijados a un nivel de pobreza. Esta actitud demuestra un menosprecio enorme por la gente
normal. Entre los años 1.860 y 1.910 más de un millón de suecos fueron a América a causa de unos cuantos
años de hambre, de la pobreza y de las dificultades para valerse por sí mismos.
Durante la edad media las condiciones eran mucho mejores de lo que dicen los mitos masónicos. Se
ha calculado que un albañil de Sajonia además de comida gratis, en moneda actual cobraba al menos 13.300
euros al mes. Los artesanos solían recibir varios beneficios además de sus salarios. Pese a que los salarios
eran altos, las horas de trabajo eran pocas, normalmente ocho horas al día y la semana laboral tenía cinco
días y medio. Los mineros en Sajonia sólo trabajaban seis horas al día. No fue hasta 1.479 que se añadió una
hora extra. A menudo los jornaleros gozaban de un lunes libre, llamado el lunes azul, normalmente sin
reducción salarial. Esto en Suecia se terminó con la ley de gremios de 1.669 ("Bonniers Stora Lexikon"/
"Encyclopaedia de Bonnier", Estocolmo, 1.985, p. 252). Así que para no ser confundidos con los nobles, a
los artesanos de Friburgo, en Sajonia, se les aconsejaba no usar joyas de oro y ropas de terciopelo y raso,
aunque podían pagarlo. El hecho de que la vida cultural y economía florecieran fue a causa de las monedas
brácteas, que fueron la base de un sistema con una continua retirada de monedas, porque se rompían a
menudo. La retirada se producía tres veces al año y también servía de tributación. No era permitido utilizar
monedas antiguas. Nadie quería quedarse con dinero 'malo', para no sufrir una pérdida, ya que por el
intercambio de doce monedas (viejas) sólo recibían nueve (nuevas). La economía prosperó porque el efecto
del interés-generando dinero no estaba presente. No se cobraba ningún interés. Había hospicios para los
débiles, los ancianos y los enfermos y los ricos habitualmente proveían comidas, viviendas, y ropa gratuitos
para los pobres. La riqueza estaba repartida relativamente con uniformidad para todos los niveles de la
sociedad (Margrit Kennedy, "Dinero gratis, interés e inflación").
Todo esto desapareció cuando los banqueros masónicos se hicieron con el control de la economía.
Desde entonces, nadie podía permitirse el lujo de una vida digna. Para qué pudiéramos soportar esta miseria,
fue propagada la mentira de que las cosas antes estaban mucho peor, lo que ciertamente no es verdad.
El actual sistema de interés hace posible que aquellos que ya tienen dinero consigan ser aún más
ricos, mientras que a los necesitados les resulta cada vez más difícil llegar a fin de mes. Entre 1.968 y 1.982
la Renta Nacional de Alemania Occidental aumentó un 300 por ciento, mientras que el interés de la deuda
nacional aumentó un 1.160 por ciento. En 1.982, el interés ascendía a 29 mil millones de marcos alemanes.
Cuando se suspende el interés, la inflación se desvanece. Margrit Kennedy destacó en su libro que el
impuesto sobre la renta también debe ser abolido. El gobierno debería quedar satisfecho con un muy bajo
IVA, en caso contrario crecerá la economía sumergida. A partir de ahora los tipos de interés suben, cuando
no hay suficiente dinero disponible.
La Comunidad Europea durante los años 1.982 hasta 1.988 perdió hasta 735.000 puestos de trabajo a
causa de la crisis de la deuda, mientras que en Estados Unidos 1,8 millones perdieron su empleo durante el
mismo periodo.
En otoño de 1.997 la deuda nacional sueca era de 140 mil millones de dólares, que hacía que Suecia
tuviera más deuda que Brasil o Argentina. Los intereses sobre la deuda nacional eran de 11 mil millones de
dólares anuales, que es unos 40 mil millones más que el coste de las prestaciones por vejez. Cada sueco le
debía a varios bancos 16.000 dólares el año 1.997. La mitad de la renta nacional sueca se va pagando
intereses. En 1.990 el veinticinco por ciento de los ingresos por la exportación fueron para soportar la deuda
nacional. El jefe del banco central, Bengt Dennis, dijo: "En los círculos donde me muevo, se espera que
Suecia mantenga una tasa de interés alta ."
A principios de la década de 1.990 los banqueros Salomon Brothers, que habían proporcionado
enormes préstamos al gobierno sueco, exigieron que la Corona sueca fuera devaluada. El gobierno accedió.
Argentina pagó a sus acreedores unos 200 mil millones de dólares, la mayoría de los cuales fueron a
cubrir el pago de intereses usureros. Argentina quebró la primavera de 2.002, con una deuda pública de 132
mil millones de dólares. Dos bancos judíos (el Banco de Patricios y el Banco de Mayo) se derrumbaron en
1.998 debido a las actividades delictivas de los propietarios. Este fue el golpe de gracia para la economía
nacional.
El verano de 2.001 la deuda nacional italiana sumaba la astronómica cifra de 2.663.391.000.000.000
liras (145.831.500.000 dólares), equivalentes al 105 por ciento del PIB.
El sultanato de Brunei en Borneo septentrional tiene escuelas y atención médica gratuitas. No hay
ningún impuesto y no hay IVA, pero el nivel de vida es muy alto. Los tipos de interés son muy bajos. El país
cuenta con enormes cantidades de petróleo y gas, que exporta y proporcionan grandes ingresos. El Sultán
Muda Hassanal Bolkiah es uno de los hombres más ricos del mundo. Sus activos se calculan
aproximadamente en 20 mil millones de dólares.
Noruega también tiene petróleo y gas, pero los políticos rojos no quieren abolir el impuesto sobre la
renta y otras cargas. Los precios son horriblemente altos, la atención médica implica largas colas.
El 1 de mayo de 1.998, exactamente 222 años después de la Fundación de la orden de los Illuminati
(222 es un tercio de 666, que a su vez es una tercera parte de 1.998), se estableció el Banco Central Europeo,
en realidad un cártel de bancos privados. Todo el mundo debe estar endeudado mediante los impuestos. Los
banqueros masónicos están tratando así de llevar a cabo la antigua idea de los Caballeros Templarios de
crear un súper estado europeo por medio del sistema bancario.
El 'no' danés al euro en un referéndum en septiembre de 2.000 y el 'no' sueco de septiembre de 2.003
mostraba, sin embargo, que no todo iba como estaba previsto. No hace falta ser profeta para ver que el euro
no estabiliza la economía, aunque no hay que decirlo en voz alta. Bernard Connolly, que fue jefe del
Departamento de política monetaria de la Comisión Europea en Bruselas, en 1.996 publicó un libro, "El
corazón podrido de Europa", afirmando que fijar las tasas de intercambio y la Unión monetaria (UEM) daría
lugar a inestabilidad y aumento del paro. Creía que el resultado sería horrible. Connolly fue despedido
sumariamente.
En una visita a Suecia en agosto de 2.003, Connolly destacó que la introducción del euro nos
conduciría al desastre económico y a la caída de las democracias europeas.
Afirmaba que el euro se utilizaría como pretexto para formar un súper estado económico, político y
militar.
Los problemas han acabado siendo peores en el sur de Europa. Portugal por ejemplo está al borde de
una ruptura política y no están lejos de los disturbios en las calles. Después esto se extenderá al resto de
Europa. Comparó la situación con el hundimiento económico de Argentina, pero los países de la UEM están
peor. Argentina fue capaz de cortar sus lazos con el dólar, pero los países de la UEM no pueden abandonar
el euro. El análisis de Connolly se considera muy pesimista. De su visita sólo informó el gran diario sueco
Expressen en su web el 23 de agosto de 2.003.
¿Pero qué más puede uno esperar de una moneda simbolizada por un signo estilizado de Satanás?
Un metro era solo un metro en 1.910 igual que ahora. Un litro es un litro, pero una corona de 2.004 ya no
vale lo mismo que en 1.910. Su valor ha disminuido considerablemente. ¿No es extraño?
Las estadísticas oficiales estadounidenses y suecas dicen que en la década de 1.970,
aproximadamente el 75 por ciento de los ingresos del trabajador medio iban a necesidades tales como comer,
vivir, ropa, educación, atención médica, en comparación con hoy que con ambos padres trabajando apenas
tienen suficiente para satisfacer sus necesidades.
En la década de 1.970 el valor total del comercio mundial de productos industriales era del 50 por
ciento, el resto eran acciones y participaciones. En 2.001 la relación era del 1 por ciento en bienes y el 99 por
ciento en operaciones con valores. Domina la especulación.
El actual sistema monetario fomenta el fraude y la extensión de la economía sumergida y ha llevado
a que aquellos que están constantemente necesitados de dinero pierdan más y más que aquellos que tienen
mucho más de lo que necesitan. Recogen más dinero las manos de ciertos individuos, que resultan ser
banqueros masónicos. Si se suspende el interés, todo el mundo se beneficia del nuevo sistema, no sólo el 80
por ciento considerado pobre.
Alfred Herrhausen, miembro de la Junta del Deutsche Bank, señaló: "Los responsables del actual
sistema monetario, saben muy bien que esto no puede durar, pero no conocen otra alternativa o no quieren
conocer ninguna."
Para los masones es importante mantenernos en la esclavitud económica, de lo contrario habrían
hecho todo lo posible por abolir el interés. A través de los impuestos y los aranceles el gobierno recoge gran
parte del resultado de las actividades económicas de la gente. Entonces ¿a qué vienen las hermosas frases de
los masones de que el humanismo realmente vale la pena? El objetivo más importante de los líderes
masónicos ha sido ocultar lo mejor que podían la esclavitud económica actual. Cabría preguntarse si han
tenido éxito.
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