Diversas propuestas para una democracia sin partidos políticos

por Andrés Knightwood

DIVERSAS PROPUESTAS PARA UNA DEMOCRACIA SIN PARTIDOS POLÍTICOS, NI GRANDES BANCOS, SIN SOMETIMIENTO AL FMI…; por si algunas pueden considerarse de utilidad. Para difundir e ir modificando la mentalidad acerca de que un cambio sí es posible.

El que una Asociación civil: por ejemplo, ATTAC, “Democracia Real Ya”, etc., se constituyese en partido político no tiene apoyo popular, ya que el descrédito de los políticos es considerable, pero ¿y si adoptase la forma de un Partido político “suicida”, cuya función primordial o único fin fuese promover y lograr que se convocase un Referéndum nacional para que el pueblo decidiese si quiere continuar con la Partitocracia bipartidista, que no es sino una fachada de la Dictadura financiera mundial y de las grandes Corporaciones, o apostar por una Democracia sin Partidos políticos, cimentada en las Asociaciones de vecinos, etc., etc.? Aunque una revuelta social, como la actual, podría imponer unas condiciones a los Gobernantes para que tal referéndum -u otros cambios- se produjese sin necesidad de conformar tal Partido político “suicida”.

La prioridad para lograr una sociedad libre es escapar a las garras endeudadoras del FMI y el Banco Mundial, con sus tácticas de préstamos utilizados para esclavizar a las naciones con deudas e intereses desorbitados. No se deben aceptar las propuestas e imposiciones del FMI.
Liberarse de los dictados del FMI y negarse a pagar las deudas a tal organismo es prioritario.

Es imprescindible liberarse del Banco de España – así como de todo gran Banco-, pues los Bancos Nacionales –de Inglaterra, de Francia, etc., etc.- están manejados ocultamente por la familia de banqueros Rothschild, y son un instrumento de dominación de las naciones. Las Cajas de Ahorros deben ser desbanquizadas, despolitizadas y recuperar la función social original que tuvieron cuando fueron creadas. Sólo deben existir bancos regionales y provinciales, que presten a bajo interés. El pueblo debe negarse a pagar una deuda –junto con sus abusivos intereses- que ha sido creada por banqueros y políticos. Que la paguen ellos. Nadie debería pagar más del 15% de su sueldo en impuestos. Los impuestos son el método que tiene el Sistema financiero de esclavizar al pueblo, para que éste pague las deudas nacionales contraídas por los políticos a causa de sus nefastas gestiones a favor de la Oligarquía mundial y las grandes Corporaciones.

Igual que hay salarios mínimos, debe haber salarios máximos. Ningún empresario ni banquero debería tener un sueldo que fuese, por ejemplo, más de 6 veces el del último de sus empleados.

Los Gobernantes y miembros del Parlamento no deberían cobrar, por ejemplo, más de 5 veces el sueldo mínimo establecido para los ciudadanos.

Se debe promover y apoyar a las pequeñas y medianas empresas e impedir la existencia de megamonstruos empresariales con más poder que los Gobiernos y que monopolizan los mercados con sus absorciones.

Se debe fomentar no en la teoría, sino en la práctica, la libre competencia, impidiendo la absorción y fagocitación de empresas y bancos por otros más poderosos.

Liberarse del poder que las grandes empresas farmacéuticas ejercen en el terreno de la salud es primordial. La salud debe ser un derecho universal y no puede estar sometido a intereses pecuniarios y crematísticos de empresarios sin escrúpulos, cuyo interés no es curar, sino lucrarse.

La imposición de la cultura agroindustrial del uso de químicos nocivos que causan cada año miles de muertes debe finiquitar. No es posible una vida saludable si los alimentos que ingerimos son artificiales, o fumigados o con transgénicos. Apoyar la Agricultura orgánica y local es otra prioridad.

Hay ciudadanos en todo el mundo que se han hartado de la clase política y han comprendido el engaño del Bipartidismo y de la Dictadura financiera en la que vivimos. Establecer vínculos y alianzas internacionales con tales grupos sociales resulta vital.


Deberían regir las naciones los ciudadanos que a un mismo tiempo hiciesen gala tanto de un mayor nivel ético como de una notable lucidez e inteligencia: aquéllos que son simultáneamente tanto los más sabios, preparados y correctamente informados sobre unas determinadas materias, como los más honrados, desarrollados interiormente e incorruptibles. Al igual que sucedió con el exitoso y laudable sistema de Gobierno de la Liga de los Iroqueses, “Consejos de Sabios” deberían regir las naciones, los Ministerios, las ciudades, los pueblos, etc. Sabios tanto en el terreno espiritual, moral y de la ética -más allá de creencias religiosas concretas de ningún tipo- y sabios en el terreno del conocimiento, en colaboración con honestos expertos tecnócratas (en número no excesivo) de pensamiento independiente, que asesorasen en muy diversas disciplinas. En cada país, los que más saben acerca de cada tema son quienes deberían dirigir el correspondiente Ministerio y no aquéllos cuyo único mérito consiste en tener el carné de tal o cual Partido Político, o que han estudiado una Carrera que nada tiene que ver con el cargo para el que han sido designados. Quienes más saben de Economía en un país son quienes deberían estar al frente del Ministerio de Economía, etc.

Como la Partitocracia (que es la fachada tras la que se esconde la Dictadura financiera y satánica mundial), bajo la cual vivimos, ha demostrado ser ineficaz y manejada por quienes se han apoderado del dinero mediante artimañas reprobables: el Sistema financiero internacional, se podría pensar en crear una estructura piramidal de Gobierno, sin partidos políticos, sustentada en las Asociaciones de vecinos. En cada portal y Asociación de vecinos de cada calle y barrio se podría votar por un –o dos, o tres- representante que aparentemente fuese el que más reuniese cualidades tales como un alto valor moral, sensatez y honradez, así como un cierto nivel de inteligencia y preparación intelectual. Obviamente, no sería tan fácil que los vecinos de un portal pudiesen saber a ciencia cierta si una persona es realmente incorruptible y, si una vez situado en cierta posición de poder, mantendría intacta su presunta honradez, pero, en caso de defraudarles, deberían tener la potestad de reunirse de forma urgente para designar un sustituto en cualquier momento.
Los representantes de cada Asociación de Vecinos formarían un Consejo que se encargaría de llevar las riendas políticas de su pueblo o ciudad. No habría alcalde, sino un portavoz, que podría ir rotando cada varios meses. Cada Concejalía estaría formada por un Consejo constituido tanto por uno (o más) de los representantes vecinales como de los mejores expertos (en mayor o menor número según la disponibilidad y número de habitantes del municipio) en el tema correspondiente.
El Consejo integrante de cada Ayuntamiento elegiría a uno de sus miembros para defender sus derechos a nivel provincial y regional. Varios municipios cercanos con escaso número de habitantes podrían elegir un representante común. Así, representantes de cada término municipal podrían conformar un Parlamento regional sin partidos políticos. Varios representantes de cada provincia (en función del número de habitantes) podrían ser elegidos en cada parlamento regional para conformar el Parlamento Nacional.
El Gobierno de la Nación podría estar constituido por un Consejo de miembros votados por los parlamentarios y escogidos entre ellos, en el Parlamento Nacional, o por personas que no formasen parte del Parlamento y que fuesen consideradas como las mejores tanto a nivel moral como en cuanto a preparación, inteligencia y sensatez, elegidas por consenso o mediante referéndum nacional (entre una larga lista de nombres). No existiría Presidente del Gobierno. Cada miembro del Consejo de Gobernantes tendría igual voz y voto, y se elegiría entre ellos, por votación secreta, un portavoz que rotase cada 6 meses, por ejemplo.

Cada Ministerio podría ser dirigido por Consejos de no más de 10 miembros cada uno, constituidos por los más expertos, al tiempo que honrados e incorruptibles (lo cual es muy difícil de saber, salvo por la aparente trayectoria de cada cual), en el tema correspondiente. Un miembro del Gobierno –que tuviese también ciertos conocimientos acerca de la materia propia del Ministerio- participaría como supervisor. Propondrían leyes para ser aprobadas en el Parlamento, e incluso refrendadas por referéndum nacional. Cada miembro del Parlamento también podría formular propuestas que fuesen votadas y aprobadas, o no, in situ.

Los mandatos por períodos de cuatro años fomentan los comportamientos totalitarios por parte de la clase política gobernante, la molicie y el acomodamiento, por lo que cada año, o dos años (o antes en casos concretos en que las Asociaciones de Vecinos así lo considerasen, por estar disconformes con la gestión del representante que hubiesen elegido) los miembros de los Consejos de Gobierno local elegidos por los ciudadanos deberían ser confirmados o no en sus cargos. Todo aquel que desempeñe un cargo público debe sentir que puede ser destituido por los ciudadanos ese mismo año (o en cualquier momento), y no dentro de cuatro años, por lo que pondrá mayor empeño y dedicación en tratar de obrar correctamente.
Es fundamental, como sucedía en USA hasta comienzos del s. XX, que se impidan las fusiones de empresas y bancos, con el fin de evitar monopolios y que alcancen demasiado poder y capacidad de presión sobre los representantes ciudadanos.
Sería recomendable que otras Asociaciones de ciudadanos, como la Asociación de Consumidores, FACUA, y otras, así como pensadores y escritores, inventores, científicos independientes –no lacayos del Sistema, y de las grandes Corporaciones-, etc., pudiesen tener una presencia periódica en Ayuntamientos, Parlamentos regionales y Parlamento nacional, y aportar sugerencias e ideas tanto a nivel de gobierno local, como regional o nacional.

Mientras cada ser humano no luche por perfeccionarse interiormente, contra su orgullo, su envidia, sus vicios, su ira, su indolencia, etc., todo cambio auténticamente profundo a nivel exterior y social será imposible. Para que cambie la sociedad ha de cambiar cada individuo. Todo cambio debe operarse en dos frentes: el interior y el exterior. Ambos deben ir ineludiblemente ligados. Es imposible que una Sociedad vaya a mejor si cada individuo no va haciendo luz en el lado oscuro de su propia psiquis.

-¿Creemos en el concepto de Democracia que se basa en la razón de la mayoría, porque sí, de modo que si una mayoría caníbal predominase en el país, sería considerado justo que se impusiese el canibalismo a toda la población, por el mero hecho de estar los caníbales en superioridad numérica? ¿Es la Democracia (sin entrar en otras consideraciones como el servilismo de los partidos hacia el sistema financiero, las pérdidas de tiempo con las continuas descalificaciones entre políticos de uno y otro signo, etc.), pues, un mal menor? ¿Sería más justa una Aristocracia (no hereditaria ni nobiliaria) desde el punto de vista etimológico: el Gobierno de los mejores tanto en conocimientos como en nivel moral? ¿Podría conjugarse el modelo de Aristocracia desde el punto de vista etimológico con la Democracia? Se atribuye a Gandhi esta frase: “Incluso si usted está en una minoría de uno, la verdad todavía es la verdad”. Por otro lado, decía Saramago, en síntesis, algo así como que un Sistema democrático en el que la única opción potestativa del ciudadano consiste en meter un papelito dentro de una urna, cada cuatro años, y, luego, se va, no es una Democracia, sino un chiste.

-¿Apostamos por continuar con el modelo de partidos políticos (manejados por el Sistema Financiero internacional) o por alguna otra alternativa como podía ser la elección de representantes (que reuniesen –aparte de disposición- dos requisitos fundamentales: honestidad y preparación) en cada portal y barrio, y que gobernasen en los Ayuntamientos en colaboración con expertos en el tema correspondiente a cada Concejalía? Cada Ayuntamiento estaría regido por un Consejo de tales representantes vecinales, los cuales escogerían como asesores a especialistas en la disciplina propia de cada Concejalía. Un representante de cada municipio o grupo de pequeños municipios formaría parte del Parlamento Regional y en los Parlamentos Regionales se elegirían representantes para integrar el Parlamento nacional. Los ministros podrían ser escogidos por los miembros del Parlamento nacional o por referéndum nacional… O cada Ministerio podría estar dirigido por un Consejo de expertos (todos con la misma voz y voto, y con cierto nivel ético) en el tema correspondiente, junto a uno o dos representante elegidos de entre los miembros del Parlamento, en el que un vocal –que podría rotar cada 3 ó 6 meses- haría de portavoz ministerial en los Consejos de Ministros. No habría Presidente de Gobierno sino un vocal o portavoz representando al Consejo de Ministros, que podría ser sustituido cada 6 meses… u otro período de tiempo. Así se podría conciliar, un poco, quizás, la idea de un “Consejo de Sabios” rigiendo las naciones (al estilo de la Liga de los Iroqueses) con la participación ciudadana democrática.

-¿Apostamos porque se mantengan los períodos de cuatro años en cualquier cargo público o porque se reduzcan a dos y se creen mecanismos de control gubernamental por parte de representantes no políticos de la ciudadanía (“Consejo ciudadano de control gubernamental” integrado, quizás, por representantes de Asociaciones civiles, pensadores, escritores…, a quienes se otorgue poder para convocar referéndums rápidos, en caso de malestar social), para que cualquier gobernante pueda ser cesado en cualquier momento si su gestión no es satisfactoria?

-¿Apostamos o no por defender que se realicen frecuentes referéndums –un par al año, en el que se votasen diversos temas a un mismo tiempo-, aprovechando que Internet facilitaría las votaciones rápidas?

-¿Apostamos o no porque una representación de los pensadores y mentes lúcidas del país –así como algunos extranjeros- se reuniese mensualmente con los miembros del Gobierno para expresar sus puntos de vista, aportar ideas o expresar preocupaciones y malestares, y que uno de ellos, actuando como portavoz, pudiese intervenir periódicamente en el Congreso?

-¿Apostamos o no porque los políticos no ganen más de 3000 euros al mes y que, una vez abandonado el cargo, sólo reciban ayudas en caso de pasar necesidad; porque no existan tantas diferencias de salarios entre empresarios y empleados, y entre banqueros y sus subordinados –que el director de un banco o un empresario no pueda ganar más de 6 veces el sueldo del más humilde de sus empleados-?

-¿Apostamos o no porque se permita la intervención cíclica –una, dos, o más, veces al mes- de ciertos representantes de las más relevantes Asociaciones de Ciudadanos, como, por ejemplo, la Asociación de Consumidores, ATTAC, y otras, para que pudiesen realizar exposiciones y propuestas en el Congreso y en los Parlamentos regionales?

-¿Apostamos porque, al iniciarse una nueva Campaña electoral, todos los Partidos políticos, en justicia, deberían partir absoluta y totalmente de cero (como si nunca antes hubiese habido elecciones) y poder disponer de espacios de igual duración en las televisiones, para exponer equitativamente sus programas?

-¿Apostamos o no por la creación de una figura paralela a la del Defensor del Pueblo, que interviniese, al menos, dos veces al mes en el Congreso para exponer a los diputados las quejas y propuestas de los ciudadanos, que le fuesen enviadas por mail o correo?

-¿Apostamos o no porque la ciudadanía nunca debería abonar más de un 15-20% de su sueldo en impuestos que fuesen bien empleados para el bien público, en vez de ser malgastados por los políticos y utilizados para pagar las deudas nacionales con el canallesco Sistema financiero?

-¿Apostamos o no por un modelo de pequeños Bancos y Cajas éticos locales y provinciales, libres de las garras de las dinastías de banqueros internacionales y nacionales, sin ánimo de lucro ni prácticas especuladoras, y gestionado por representantes vecinales y expertos en finanzas, que presten a bajo interés sumas no excesivas, etc.?

-¿Apostamos o no por las terapias alternativas y por un modelo de medicina ético, sin medicamentos con efectos secundarios, al servicio de la Humanidad (libre del poder tirano e inhumano de las grandes farmacéuticas, cuyo principal objetivo, aparte de otros vinculados a la eugenesia y financiados por la Fundación Rockefeller y otros, es el lucro excesivo y no la sanación de los ciudadanos), en el que los remedios que sean verdaderamente útiles para sanar y que no tengan efectos secundarios sean baratos y al alcance de todos?

-¿Apostamos o no por una agricultura orgánica y saludable, de huertos locales, libre de plaguicidas y transgénicos producidos por una industria letal y sin alma?

-¿Apostamos o no porque la televisión basura sea de pago y la cultural sea gratis?

-¿Apostamos o no por promover que se regule la especulación o no se pueda especular con aspectos básicos y fundamentales para la vida humana como son la vivienda y los alimentos?

Hay muchos inventos y avances positivos que han sido cercenados (incluso, sus creadores perseguidos) por ir contra los intereses del oscuro Poder Mundial, por lo que ignoramos las posibilidades de obtención de energía mediante otras fuentes diferentes a las ampliamente conocidas (como el uso del Hidrógeno o el agua como carburante para vehículos), siendo el energético un tema crucial. Sería, quizás recomendable la promoción del uso de la energía solar, etc., y la colaboración estrecha con otras naciones para lograr que el uso de la energía obtenida por fusión nuclear sea factible En el tema de la Energía sería importante contar con el asesoramiento y propuestas de personas como Alberto Vázquez Figueroa.

Una cosa es la Aristocracia nobiliaria y hereditaria y otra muy distinta la Aristocracia considerada exclusivamente desde un punto de vista etimológico: El Gobierno de los mejores.
En la Sociedad actual, debido al pernicioso influjo de ciertas cadenas de televisión, los seres más zafios son los referentes y ejemplo de conducta para los jóvenes y no tan jóvenes. Nuestro objetivo debe ser el contrario: que los individuos más inteligentes y con un más alto nivel moral sean un acicate para la superación personal. Aquellas personas: inventores, científicos, benefactores, pensadores, agricultores, psicólogos, etc., que, en vez de haberse vendido al “lado oscuro”, proporcionan aportes valiosos para la mejora de la sociedad deberían estar presentes en los medios televisivos y recibir el reconocimiento que merecen, aun cuando todos debemos aspirar a la excelencia y a la generosidad sin esperar nada a cambio. En una nación en la que Gobiernan los mejores, éstos no deben pretender el conformar un élite autocomplaciente sin más, sino que uno de sus más loables objetivos debe ser el de tender la mano para ayudar al resto de los ciudadanos a ascender hasta su nivel moral y cultural, e ir más allá. El objetivo final de una sociedad dirigida por una Aristocracia (no hereditaria, ni nobiliaria ni clasista) en el sentido etimológico del término es que todos los individuos alcancen un alto grado de superación en todos los sentidos. Si, con el paso de los decenios y centurias, tal pretensión se llegase a plasmar exitosamente, entonces ya podría haber una auténtica Democracia, pues cada ciudadano tendría una altura moral y de conocimientos tal que la calidad de su voto sería notable, al ser bastante apto para realizar elecciones dotadas de un alto grado de acierto.

La Competitividad egoísta, como motor de la economía, debe ser desterrada de la sociedad.

Se puede ser la persona más honrada del mundo y haber finalizado cinco Carreras Universitarias, pero, aún así, estar condicionado por una mentalidad ortodoxa que le impida ver la realidad que hay tras las engañosas apariencias a nivel social, político, mediático, etc. Poseer la información correcta es fundamental. Hay tanta información en nuestros tiempos que saber discernirla, filtrarla y sintetizarla no es fácil; aparte de que, para ello, se requiere disponer de mucho tiempo del que se suele carecer.

Las derechas y las izquierdas son ya, en el siglo XXI, un concepto obsoleto. Hay ricos de izquierdas y pobres de derechas. No hay que distraerse mirando ni hacia la izquierda ni hacia la derecha (es lo que quieren los integrantes de la Oligarquía mundial: que el pueblo ande siempre dividido y enfrentado entre sí, para poder actuar a sus anchas, sin que nadie se fije en ellos), sino hacia arriba, hacia los que mandan… La gran enemiga de la Humanidad es la clase internacional compuesta por todos aquellos que amasan inmensas fortunas de forma ilícita o amparándose en leyes injustas que se han encargado de imponer mediante sobornos y amenazas. La cúpula del Sistema financiero, dirigentes y accionistas de grandes empresas, gobernantes de casi todas las naciones (que han llegado al poder porque los grandes banqueros lo han querido así), miembros de algunas monarquías y dueños de los grandes medios de comunicación forman un oscuro entramado clasista y elitista ­–pero en el peor sentido del término- que se está encargando de que en el planeta sólo existan dos clases sociales: los desmesuradamente ricos y los extremadamente pobres, conduciéndonos a una guerra civil mundial por la supervivencia. Aunque tratarán de evitarla haciéndonos creer una vez más que el peligro está en algún país del Tercer Mundo, en Irán, Corea, Venezuela, etc., para que la población apoye un nuevo genocidio injusto, despiadado y sanguinario contra quienes sólo han cometido un crimen: no someterse a los dictados del Poder Mundial en la sombra y su brazo ejecutor (el Gobierno de turno de USA). Los supuestos pastores del rebaño son los lobos disfrazados que se lo comen, mediante un engaño y manipulación psíquica a gran escala.


La democracia asamblearia de los pueblos indígenas y negros
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=122985

Imaginemos cómo podría ser una sociedad futurista ideal, constituida por seres con un alto nivel moral, superavanzada tecnológicamente, pero plenamente integrada y armonizada con el entorno natural, en la que primen únicamente los hábitos de vida saludables, donde se viva en casas con pequeños huertos y las horas de trabajo no sobrepasen las cinco horas; en la que cada individuo disponga de una nave que le permita viajar a voluntad a otros planetas, etc. Teniendo claro cual es el objetivo, cómo sería ese mundo ideal, se podrá intentar aproximarse poco a poco hacia la plasmación real de tal visión idílica. Si no tenemos claro hacia donde queremos ir, será difícil crear un mundo más justo y armonioso. Si un mundo perfecto nos parece aburrido, es que estamos demasiado atrapados por los hábitos y mentalidad que el Sistema ha implantado en nuestra psiquis desde que nacemos. Antes de que algo tangible se plasme, ha de haber tomado forma primero en nuestra imaginación, en la dimensión de la mente. Todo se crea desde las dimensiones menos densas hasta las más densas, por condensación.

“Sólo mírenos. Todo esta hacia atrás; todo está al revés.
Los doctores destruyen la salud, los abogados destruyen la justicia, las universidades destruyen el conocimiento, los gobiernos destruyen la libertad, los medios principales destruyen la información y las religiones destruyen la espiritualidad”. (Michael Ellner).