Las 5 emociones naturales
Éstas son las cinco emociones naturales: aflicción, ira, envidia, temor y amor.
Cuando la expresión de éstas es en su forma más elevada, todas expresan amor.
La aflicción
La aflicción es esa parte de ti que te permite despedirte cuando no deseas decir adiós; expresar (expulsar, sacar) la tristeza dentro de ti debido a la experiencia de cualquier clase de pérdida. Puede ser la pérdida de un ser amado o la pérdida de una lente de contacto. Cuando se te permite expresar tu aflicción, te liberas de ésta.
A los niños que se les permite estar tristes cuando se sienten tristes se sienten muy sanos respecto a la tristeza cuando son adultos y, por lo tanto, generalmente pasan por ese período de tristeza con mucha rapidez.
A los niños que les dicen "no llores", se les dificulta llorar cuando son adultos. Después de todo, durante toda su vida les han dicho que no lloren. Por lo tanto, reprimen su aflicción.
La aflicción que se reprime en forma continua se convierte en depresión crónica, una emoción muy poco natural.
La ira
La ira es una emoción natural. Es la herramienta que tienes y que te permite decir "no, gracias". No tiene que ser abusiva y nunca tiene que dañar a los demás.
Cuando a los niños se les permite expresar su ira, muestran una actitud muy saludable respecto a ésta cuando son adultos y, por lo tanto, generalmente atraviesan por su ira con mucha rapidez.
A los niños que les hacen sentir que su ira no es correcta, que es malo expresarla y que no deberían sentirla, se les dificultará manejar en forma apropiada su ira cuando sean personas adultas.
La ira que se reprime continuamente se convierte en cólera, una emoción muy poco natural.
La envidia
La envidia es una emoción natural. Es la emoción que hace que un niño de cinco años desee poder alcanzar el pomo de la puerta, como su hermano, o andar en bicicleta. La envidia es una emoción natural que hace que desees hacerlo de nuevo, esforzarte más, continuar luchando hasta lograr el éxito. Es muy saludable sentir envidia, muy natural.
Cuando a los niños se les permite expresar su envidia, muestran una actitud muy sana durante sus años adultos y, por lo tanto, casi siempre atraviesan por la envidia con mucha rapidez.
A los niños que les hacen sentir que la envidia no es buena, que es malo expresarla y que ni siquiera deberían sentirla, se les dificultará manejarla en forma apropiada cuando sean adultos.
La envidia reprimida en forma continua se convierte en celos, que es una emoción muy poco natural.
El temor
El temor es una emoción natural. Todos los bebés nacen con dos temores únicamente: el temor de caer y el temor a los ruidos fuertes. Todos los otros temores son respuestas aprendidas, proporcionadas al niño por su medio ambiente, enseñadas por sus padres. El propósito del temor natural es desarrollar un poco de precaución. La precaución es una herramienta que ayuda a mantener vivo el cuerpo. Es un fruto del amor, el amor por el Yo.
A los niños que les hacen sentir que el temor no es correcto, que es malo expresarlo y que ni siquiera deberían sentirlo, se les dificultará manejarlo de forma apropiada cuando sean adultos.
El temor que se reprime continuamente se convierte en pánico, que es una emoción muy poco natural.
El amor
El amor es una emoción natural. Cuando a un niño se le permite expresarlo y recibirlo, en forma normal y natural, sin limitación ni condición, sin inhibición ni vergüenza, él no requiere de nada más, puesto que la alegría del amor expresado y recibido de esta manera es sufiente.
Sin embargo, el amor que ha sido condicionado, limitado, regido por reglas y reglamentos, por rituales y restricciones, controlado, manipulado y reprimido, se convierte en algo no natural.
A los niños que les hacen sentir que su amor natural no es bueno, que es malo expresarlo y que ni siquiera deberían sentirlo, se les dificulta manejarlo en forma apropiada cuando sean personas adultas.
El amor que se reprime en forma continua se convierte en actitud posesiva, que es una emoción muy poco natural.
Las emociones naturales, cuando se reprimen, producen reacciones y respuestas no naturales. Casi toda la gente reprime las emociones más naturales. No obstante, éstas son sus amigas. Éstas son sus dones. Éstas son sus herramientas divinas con las que pueden crear su experiencia. Reciben estas herramientas al nacer y son para ayudarnos a negociar con la vida.
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