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Tipos endocrinos de personas
por M. W. Kapp
extraido de LAS GLÁNDULAS - Nuestros Guardianes Invisibles
El ser humano, endocrino, normalmente equilibrado, es bien raro: hay tantos tipos diferentes de desequilibrio como hay glándulas endócrinas.
Nuestro medio ambiente y nuestras posibilidades de expresión aun nos inhiben demasiado. Cuando el hombre encuentre la libertad que ansía, encontrará su equilibrio.
LA PERSONALIDAD TIROIDEA
La persona de tiroides normal tiene ojos brillantes, dentadura limpia y sana, facciones simétricas, piel fresca y lozana y una actitud temperamental hacia la vida.
El hipotiroide o deficiente en personalidad tiroidea es generalmente de estatura más baja
que la normal, con tendencia a la obesidad. La tez es pálida, el cabello seco y los dientes irregulares.
Sus extremidades son frías y azulosas, la circulación pobre.
Su intelecto seguramente será torpe, a menos que la pituitaria sea grande; la mente puede ser buena, pero siempre habrá deficiencia de energía.
El hipertiroideo (excesiva secreción tiroidea) tiene la tez rojiza y es ágil de movimientos, activo y enérgico; magnético. La tiroides regula el grado de actividad. Promueve la acción de las adrenales y de ese modo fomenta la actividad en el sistema. La persona de potencia centralizada en la tiroides es generalmente inquieta, activa, trabajadora perpetua, que madruga, trabaja todo el día hasta bien entrada la noche, para después irse a la cama a planear el trabajo del día siguiente, y después quejarse de insomnio. Estas personas son muy susceptibles a los choques nerviosos, a la preocupación o a la angustia, y sus amigos se sorprenden de que personas tan enérgicas queden inválidas con tanta facilidad y estén sujetas a tantas formas de psicosis, especialmente a la melancolía. El choque nervioso inhibe la secreción de las endócrinas, el yodo, el fósforo y el arsénico de la tiroides, destruyendo así la intercomunicación entre todas las demás endócrinas, y esa persona tan activa queda perdida en un océano
de emociones.
LA PERSONALIDAD PITUITARIA
El hiperpituitario o de excesiva secreción pituitaria, es generalmente de elevada estatura y de huesos largos, "tipo huesudo". Sus características son: ojos bastante separados, cara ancha, dientes anchos, grandes y juntos. Casi siempre de barbilla cuadrada y saliente. Manos y pies grandes, salida prematura del vello en el cuerpo y piel gruesa. Regularmente estos individuos están bien dotados de sexo y son agresivos, precoces e independientes. Generalmente poseen un agudo sentido del ritmo. Las facciones no son siempre simétricas. Abraham Lincoln era un tipo extremo de la personalidad pituitaria.
El tipo de poca secreción pituitaria es pequeño, algunas veces con esqueleto muy delicado, con tendencias a tejidos grasosos y músculos débiles, mandíbula superior prominente, piel seca, manos y pies pequeños, deseo desmedido por el dulce, temperatura, pulso y presión de sangre bajo lo normal, con poco control del sistema vegetativo (glándulas endócrinas); mentalidad perezosa, torpe y apática. Este tipo de persona pierde pronto el control, llora fácilmente, por cualquier cosa se desanima y carece de resistencia.
En la persona de excesiva secreción pituitaria mucho depende de la "silla turca" o cuna de la glándula, si es amplia y grande o pequeña y restringida. También el grado de desarrollo de otras glándulas ayuda o retarda a la pituitaria.
Mucho depende también de si uno u otro lóbulo de la pituitaria, el anterior o el posterior, es el dominante. En el varón el anterior deberá dominar y en la hembra el posterior. También los testículos deberán estar aliados con el lóbulo anterior y los ovarios con el posterior. No harían una buena combinación el predominio de los ovarios con el lóbulo anterior pituitario. De esto resultaría la mujer masculina. La combinación del lóbulo posterior y de los testículos predominando produciría al hombre afeminado.
Cuando el lóbulo posterior predomina en una mujer y hay buena ayuda por parte de los ovarios, la estatura será baja y delicada, la piel suave, húmeda y sonrosada. Habrá afición a los niños con marcada tendencia emocional, esto es, el tipo ideal de mujer femenina. La mujer de tipo pospituitario inestable es inestable en todas sus expresiones, desea sensaciones, cambio constante y un nuevo placer a cada minuto.
Las guerras, excesivos placeres y excitaciones sexuales, ropas impropias y alimentos inadecuados, han producido muchos tipos inestables de lóbulo posterior pituitario. Muchos hombres están centralizados en el lóbulo posterior pituitario y son con frecuencia del tipo poético, dados a la música y muy emocionales. Generalmente son bajos de estatura y gruesos. Entre ellos está la clase de amantes o maridos dominados por la mujer. Muchos son de carácter admirable, pero carecen de agresividad. Estas
personas deben recibir comprensión y no abusos. Muchas mujeres están centralizadas en el lóbulo pituitario anterior y se convierten en el tipo agresivo, ocupando posiciones masculinas en el mundo de los negocios.
LA PERSONALIDAD ADRENAL
Velludo, moreno, masculino, primitivo y fuerte.
Aquí tenemos al capataz de esclavos, porque él lleva en sí la potencia capaz de obligar a otros. Entre las personas que ganan altos salarios, y hombres en posiciones que requieren gran energía, tenemos al tipo centralizado en las adrenales. Las adrenales, en conjunción con la pineal, controlan la pigmentación de la piel. Las personas de piel
obscura y las de cabello rojo, son típicamente las personas fogosas centralizadas en las adrenales. Entre las que carecen de suficiente secreción adrenal, están las que pueden contraer fácilmente influenza o difteria. Tienen deficiencia de fuerza inmunizadora. El individuo con suficiente secreción adrenal y con buena acción de la tiroides y de la pituitaria, es capaz de dirigir el mundo. Puede ganar la supremacía entre los hombres. La fatiga cerebral proviene muchas veces de fatiga adrenal. El tipo adrenal entre mujeres tiene aspecto y cualidades masculinas.
Los lunares en la piel son producto de las adrenales. La persona de insuficiente secreción adrenal es débil, irritable, perezosa y propensa a la neurastenia; tiene pérdida de apetito y una falta general de reacción a cualquier estímulo. El crecimiento es lento en tales personas, y no pueden ser obligadas a la acción rápida. Los niños que carecen de secreción adrenal antes de la pubertad frecuentemente despiertan y se normalizan cuando se desarrollan las otras endócrinas, especialmente las glándulas sexuales. Todos los educadores deberían tener esto en cuenta. Tales niños no tienen facilidad para aprender y no puede obligárseles a ello. También carecen del yodo y del fósforo que provee la secreción endócrina de la tiroides, por lo tanto no hay la necesaria conduc-
tividad o energía registradora en el cerebro, y no puede esperarse que un niño registre en su cerebro ningún impulso a menos que se le provea el medio para ello. No debemos esperar que se grabe nada en la mente si no se provee el material en que se ha de imprimir, de igual modo que no se puede esperar que la bocina de un fonógrafo registre las vibraciones sonoras sin el disco de cera sobre el cual ha de grabar la aguja. Los educadores tienen mucho que aprender del sistema endocrino. Han actuado basándose en la suposición de que el cerebro era un disco impresor sobre el que se podían acumular impulsos para que allí se anotaran. El hierro, el fósforo, las sales de calcio
y todos los sutiles agentes de las endócrinas deben estar equilibrados, pues de otra manera el cerebro y las fuerzas dinámicas no pueden actuar. Las escuelas, al igual que las iglesias, han sido lugares para inhibición en lugar de medios naturales de expresión. La esperanza para el futuro en la educación y expresión religiosa es que el doctor, el
maestro y el sacerdote unan sus conocimientos y fuerzas para educar siguiendo el camino natural, que es el que la naturaleza emplea para la completa expresión de la consciencia.
LA PERSONALIDAD GONÁDICA
Este tema no se puede discutir adecuadamente en un libro destinado al público hasta que la mente en general tenga un punto de vista menos sensual.
Las glándulas sexuales son los órganos que determinan la diferencia de sexo en las personas.
La masculinidad y la femineidad son una expresión de la inter-relación de todas las secreciones internas. Los testículos y los ovarios solamente producen ciertas tendencias. No existe lo absoluto masculino ni lo absoluto femenino, porque todavía hay en nosotros mucho de ambos. Esto lo comprenderá el lector si recuerda la acción de la glándula pituitaria en sus aspectos anterior y posterior. Los testículos y el lóbulo anterior pituitario hacen a la persona predominantemente masculina, y el lóbulo posterior pituitario y los ovarios hacen a la persona predominantemente femenina. Cuando la glándula timo ha impedido el completo desarrollo de las glándulas sexuales
diferenciadas, tenemos la continuación de dos expresiones sexuales en la misma persona. Aquí se desarrolla la persona homosexual. (Véase la glándula timo)
El sexo se debe, según parece, a cierta reacción química, y depende del número de cromosomas en la célula del huevo. El varón tiene 22 cromosomas y la hembra 24. También las sales de calcio tienen una función dominante en el desarrollo del hombre y de la mujer. El hombre es más estable en la acción de estas sales de calcio. La mujer es
menos estable a causa de la periodicidad de su vida, la menstruación, la preñez y la lactancia, que requieren el uso de la reserva de estas sales.
A causa de esto es que el hombre tiene más estatura y es más fuerte. El eunuco es la persona en la que el sexo nunca se ha desarrollado a causa de la castración; tiene aspecto infantil en mentalidad y facciones, y sin embargo llega a la senilidad cuando todavía es joven. Carece de las sales de calcio que contribuyen a la estabilidad. Hay también personas infantiloides, o sea, que se mantienen infantiles en su desarrollo sexual aun cuando no han sido castradas. Tienen alguna semejanza con los eunucos. Encontramos que esa tendencia infantiloide se encamina invariablemente hacia la homosexuatidad, la cual se define como el deseo de asociarse a su propio sexo, o el placer sexual que se expresa mejor en la compañía del propio sexo.
La historia nos habla de varios cultos de homosexualidad. En muchos casos los homosexuales se produjeron por medios antinaturales de inhibiciones e irritaciones sexuales hasta que toda expresión normal fue imposible. Se les usaba en órdenes religiosas o como prostituidos para Órdenes o sectas. Aun en nuestros días hay órdenes
religiosas que consideran como parte de su religión el inhibir absolutamente todo impulso sexual, y aun cuando estas órdenes cuentan con muchos hombres insignes, pues absorben su energía sexual en logros intelectuales, la persona promedio en esos cultos es nerviosa, suspicaz de todo hombre o mujer, se vuelve muy centralizada en sí misma
y muy raras veces llega a convertirse en un gran líder de la humanidad. Los hombres realmente viriles no toman en cuenta a los tipos afeminados o reprimidos. Ni tampoco las mujeres realmente femeninas se prestan a seguir o a respetar al tipo de hombre afeminado. Los hombres con fuerte lóbulo anterior pituitario, fuertes glándulas
adrenales y con glándulas sexuales débiles, tienen tendencia a ser crueles y destructivos en sus expresiones. La represión en el varón con frecuencia lo impulsa al afeminamiento, y a las hembras las impulsa hacia la tendencia masculina. El hombre
ideal, normal, es el que tiene fuerte poder sexual y una pituitaria anterior bien desarrollada, con el poder de equilibrio de la pospituitaria normal, y fuertes adrenales. Éste es el hombre creador en su trabajo, bondadoso en sus acciones, pero también con una fuerza impulsora capaz de derribar todas las barreras que se opongan a su progreso.
Este tipo de llombre es el que será el preferido por hombres y mujeres. Será un hombre en toda la extensión de la palabra, porque estará consciente de su hombría y constituirá el ideal de la mujer. Es el tipo que vivirá luchando por lo que es mejor y más elevado. En él estará el genio poético que lo impele siempre adelante. Se dará cuenta de los cuatro grandes principios de la vida y puede transmutar su conocimiento en su propia
superación física, emocional, mental y espiritual.
Ese hombre se convertirá en el superhombre y después será el maestro.
Y similarmente evolucionará la mujer que es verdaderamente femenina y bien equilibrada en las glándulas sexuales y otras endócrinas. Esta mujer verdaderamente femenina será el medio para traer a este mundo nuevas vidas, y también mediante ella, en conjullción con el perfecto tipo de hombre, esas nuevas vidas no se verán obstaculizadas, sino que estarán libres para evolucionar como el Creador lo ha decretado.
La historia de la expresión del hombre sobre la tierra nos demuestra que ha pasado por ciclos de desenfrenada disipación y abandono a todos los excesos, seguidos de períodos de terribles inhibiciones. Después de una era de excesivo libertinaje surgió del Monte Sinaí aquel mandato de "No deberás"; mas debido a una mala interpretación siguió entonces un período de ascetismo e inhibiciones, del que todavía estamos sufriendo. Estas fulminantes exhortaciones desde el monte Sinaí han sido interpretadas en el sentido de que toda expresión física era impura y desagradable a los ojos de Dios, aun cuando este mismo Dios, de acuerdo con esas mismas enseñanzas, era la causa de todos los impulsos que llevaban al hombre a comportarse así.
La ciencia muy pronto intervendrá, y mediante un método de enseñanza natural logrará que la humanidad se dé cuenta de que toda expresión de la consciencia es de por sí pura y digna. La fuerza creadora del hombre es esencialmente una fuerza pura y tan necesaria y sin pecado como el alimento que comemos. El acto de alimentarse puede ser tan impuro y excesivo como la fuerza sexual. A los jóvenes de ambos sexos no se les ha enseñado a conocer sus fuerzas creadoras ni a emplearlas.
Han aprendido a esconderse ya hurtadillas abusar de las fuerzas que Dios les ha dado. Hemos tratado mejor a nuestros cerdos y ganado que a nuestros hijos. Enseñar a nuestros hijos que deben reprimir su vida, produce tantos resultados como el tratar
de poner una cubierta sobre el cráter del Vesubio para que no erupte. Las erupciones vendrán y las ciudades serán destruidas.
La ciencia enseñará cómo estabilizar el excesivo funcionamiento del sistema vegetativo (endócrino) y producir una raza de hombres y mujeres bien equilibrados. Nuestros instintos, que son la inteligencia subconsciente de las glándulas endócrinas, nos conducirán a la normal expresión si no son equivocadamente inhibidos. Se nos ha enseñado a vivir por la fe "únicamente", y no estoy menospreciando a la fe al pedir que también se me enseñe y dirija para que pueda yo vivir de acuerdo con la ley de toda vida, que es la ley de acción y reacción, o la ley de causa y efecto. Los Rosacruces llaman a esta ley "Karma". El hombre puede comprender las leyes creadoras con sólo estudiar y aprender.
Las características secundarias del varón son: vello en la cara, piel ordinaria, músculos fuertes, huesos macizos, voz ronca y generalmente agresivo.
Las características secundarias de la mujer son: cara lampiña, piel fina, relativamente débil, huesos delgados, voz atiplada y generalmente de carácter reservado. Las expresiones de la mujer son rítmicas. Actúan de acuerdo con las fases de la luna y de las mareas. Esto puede depender del lóbulo posterior pituitario, que a su vez puede tener relación con el tiempo en que la glándula pineal era un ojo.
Está probado que la fuerza creadora en el hombre está centralizada mayormente en las glándulas sexuales endócrinas, porque en todos los que se hicieron eunucos antes de que el sexo se desarrollara, nunca ha aparecido energía alguna creadora. En el pasado han existido muchos cultos para inhibir la expresión del sexo, pero en el futuro la ciencia enseñará que el que inhibe todos los impulsos endocrinos de su ser será tan impuro y
profano como el que se entrega a toda clase de del templo humano, y santidad y posibilidades de la evolución de la vida.
EL TIPO CENTRALIZADO EN EL TIMO
Hasta el momento de salir los dientes permanentes, la glándula timo es la predominante. Ésta es la edad de los seis a los siete años, en que la forma de la criatura es casi igual en ambos sexos.
Entonces comienzan las ligeras diferenciaciones, aun cuando no hay marcados cambios hasta la pubertad.
Para entonces las funciones del timo van disminuyendo, y las glándulas sexuales y otras glándulas empiezan a adquirir mayor desarrollo. Cuando las gónadas se han formado cabalmente, se supone que la actividad del timo ha cesado. Pero frecuentemente el timo continúa funcionando por alguna razón desconocida (probablemente por alguna tendencia hereditaria, o falta de crecimiento sexual), lo cual resulta en el tipo de persona cuya vida entera estará dominada por la glándula timo (timo-céntrica). Sus facciones se mantendrán redondeadas e infantiles. No habrá allí nada de esa aspereza de tipo pituitario sexual. En este tipo tendremos los "niños ángeles" que tan delicados son de piel y facciones que no parecen seres de este mundo, y sus movimientos son la esencia de la gracia. Los novelistas parecen deleitarse al describir este tipo de niño. Un niño así no es normal.
La persona centralizada en la glándula timo se enfrenta a muchos obstáculos en la vida, pues por lo regular su organismo es débil y fácilmente sufre choques nerviosos.
Éste es el niño "bueno" proverbial y que "muere joven". Con frecuencia mueren repentinamente y sin razón aparente. No resisten bien las operaciones quirúrgicas. Es difícil establecer la pubertad en personas de este tipo.
No se ha podido llegar a un acuerdo respecto a la acción, o falta de acción de la glándula timo después de la pubertad. La opinión más generalizada parece ser que tal acción persistente después de la pubertad tiende a producir en el hombre la expresión femenina, y en la mujer la expresión masculina. Esto es, tiene lugar una castración parcial.
Si se aumenta la secreción intersticial en el varón centralizado en el timo, se aumentará su virilidad, y supliendo la secreción intersticial a la hembra se obtendrá un tipo femenino mejor equilibrado. La persona centralizada en el timo merece ser compadecida, y pronto vendrá la ciencia en su ayuda. Esta persona con frecuencia se asombrará de por qué no es igual a los demás, y así también pensarán los que se le asocien. Hay el peculiar complejo de por qué este tipo de varón prefiere la sociedad del varón más que la de la hembra, lo cual no es el caso en el varón normal. El varón normal naturalmente busca la compañía de la mujer. Lo mismo ocurre en la mujer centralizada en la glándula timo, que prefiere la compañía de otra mujer más bien que
la del hombre. La mujer normal bien desarrollada naturalmente deseará que el varón la busque y gustará de su compañía.
La homosexualidad (el deseo por el propio sexo) puede guardarse oculta, pero con frecuencia se exterioriza francamente. Este complejo sexual hace difíciles las relaciones sociales de la persona. Con frecuencia dificulta el entrenamiento del muchacho
en la expresión masculina de su vida, ya sea en el juego o en el trabajo; y en cuanto a la muchacha se queda sin remedio "marimacho". También la pituitaria parece impedida de funcionar propiamente para ayudar a la persona a reaccionar como es debido. Una criatura así es propensa a mojarse en la cama como en una prolongada infancia, y tendrá
muy poco sentido de los buenos hábitos de la vida.
En esta clase tenemos al mentiroso patológico o mentiroso inconsciente, al niño que roba y promete no volver a hacerlo, reincidiendo a los pocos momentos. No tiene sentido de responsabilidad. Puede que no sea vicioso, pero es generalmente irresponsable. Aun los tejidos de su organismo son inestables y propensos a tuberculosis, meningitis ya todas las enfermedades de los niños.
El autor conoció personalmente a un abogado que era un caso típico centralizado en la glándula timo. Aun en la conversación corriente el hombre decía mentiras cuando el decir la verdad hubiera sido mucho mejor. Aunque de estatura elevada, este abogado tenía las facciones redondeadas típicas infantiles. Estaba bien desarrollado mentalmente y era buen conversador, pero irresponsable. Era el tipo de Oscar Wilde. Sus hábitos irresponsables de vida fueron causa de que se le enviara a la penitenciaría. Ahora sabemos que el hombre no tenía realmente una inclinación criminal, pero este lado
deficiente de su vida fue la causa de su caída.
Llegará el día en que tratemos como enfermos a los retardados mentales, a los deficientes endocrinos y a la mayor parte de las personas que ahora condenamos a prisión perpetua, haciéndoles retroceder aun más. La visión espiritual nos dará una luz
para poder penetrar en la acción y reacción de las expresiones de vida.
Algún día sabremos la manera de desarrollar las glándulas sexuales, la pituitaria y las endócrinas de modo que se puedan curar los casos de la glándula timo predominante. Es en estos casos centralizados en el timo en los que se encuentran hombres que aman a hombres, y mujeres que se "casan" con mujeres. El timo-céntrico es generalmente débil,
propenso a ser patizambo, de pies planos, frágil, de pobre circulación y con muchas otras trabas en su vida. Se dice que gran número de alcohólicos, adictos a las drogas, criminales y degenerados, pertenecen a esta clase o tipo. Carecen de estabilidad y siempre buscan algo que les satisfaga, sin encontrarlo. Son los que nunca hallan su lugar en la vida. Nunca encajan bien en el curso normal de las cosas.
Si la pituitaria y la tiroides se desarrollan bien la persona timo-céntrica puede llegar a ser brillante.
Este abogado que hemos mencionado tenía gran talento, pero era muy excéntrico. Entre los de este tipo encontramos un gran número de epilépticos.
Napoleón en cierto modo era el tipo timo-céntrico, aunque su glándula pituitaria anterior fue su fuerza impulsora. Cuando eso le falló, él falló.
Napoleón era epiléptico y de poco desarrollo sexual.
No sentía verdadero amor por la mujer. Veía en ella simplemente una conveniencia. Su pituitaria posterior no estaba bien desarrollada y sí lo estaban sus adrenales, por lo que era de carácter cruel y no toleraba interferencia sentimental. No era religioso. Muchos de los grandes aventureros e inquietos investigadores del mundo fueron timocéntricos. Mahoma fue un epiléptico. Se asegura que nuestros asesinos y suicidas pertenecen a ese tipo de seres.
Oscar Wilde fue otra persona timo-centralizada.
Era brillante y escribió algunas de las cosas más bellas en el idioma inglés. Sin embargo, fue enviado a prisión por sus prácticas homosexuales entre jovencitos.
Muchos de los timo-centralizados no son talentosos. Más, comúnmente, pertenecen a ese tipo corriente y brutal de individuos que nunca encajan bien en la vida.
La indebida unión de los padres con frecuencia es la causa de timo-céntricos. Así como dos positivos generalmente producen un negativo, de igual modo dos personas centralizadas en la pituitaria al casarse pueden dar hijos centralizados en la glándula timo.
Esto puede explicar por qué tan frecuentemente los hijos de padres muy brillantes resultan a veces tan ordinarios e irresponsables. O dos personas sedientas de dinero centralizadas en las adrenales, tienen un hijo degenerado (mental y moralmente), un ser débil. Únicamente la unión del hombre normal con la mujer normal puede dar hijos
normales.
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